En muchas ocasiones el mundo de la aeronáutica y del automóvil han estado estrechamente relacionados, logrando así muchos de los avances en materia de aerodinámica o incluso de manera estética al incorporar elementos como las aletas traseras en algunos modelos.
Pero en la lista de hoy traemos diez ejemplos de fabricantes de automóviles que decidieron que vieron que el cielo era el límite y decidieron pasarse también a la aviación, aunque también hay casos a la inversa, con compañías dedicadas a la aeronáutica que dejaron su huella también en la carretera.
ROLLS-ROYCE
Más allá del prestigio asociado a esta marca histórica de Gran Bretaña que ha sido la elección de jefes de estado y monarcas a lo largo de los años, la compañía del Espíritu del Éxtasis quizá sea hoy igual de conocida por sus motores de turbina que montan aeronaves de Airbus y Boeing por igual.
La compañía se decidió a entrar de lleno en el mundo de la aeronáutica en 1914, al comienzo de la I Guerra Mundial, creando los primeros V-12 de Rolls-Royce, cuya variante más conocida fueron los Merlin de 27 litros de cilindrada y que montaron los Spitfire de la Royal Air Force durante la II Guerra Mundial.
PACKARD
Esta compañía americana ya extinta era una de las marcas de coches más prestigiosas de Estados Unidos y también una de las más antiguas. Fueron pioneros al montar el primer motor V-12 en un automóvil de serie en 1912, con el Packard Double Six, y fueron precisamente estas mecánicas las que enamoraron a Enzo Ferrari con los doce cilindros.
Pero con el estallido de la I Guerra Mundial y posterior entrada de Estados Unidos en el conflicto la fabricación de automóviles cesó para que Packard se dedicase a fabricar motores de avión, desarrollando el célebre Liberty L-12. En la II Guerra Mundial trabajaron de manera conjunta con Rolls-Royce para desarrollar su propia versión del Merlin, llamada el V-1650, y que terminaron empleando los P-51 Mustang.
FORD
A la Ford Motor Company se le pueden atribuir muchos méritos, y es que Henry Ford no se conformó solamente con fabricar más de quince millones de unidades del Ford Modelo T y cambiar así el mundo para siempre, también tuvo la idea de crear un avioncito que fuese asequible para todo el mundo.
De esta manera nació en 1928 el Ford Flivver, que pretendía ser el Ford T de los cielos, llegando a compartir algunos componentes con este coche, pero un fatal accidente en el que nunca se encontró ni al avión ni al piloto en el océano pusieron fin a este proyecto. También fabricaron entre 1925 y 1933 los Ford Trimotor, que eran aviones comerciales y que tienen la mala fama de haber sido la aeronave en la que el cantante Carlos Gardel perdió la vida en 1935.
HISPANO-SUIZA
Aparte de ser una de las compañías de automóviles más prestigiosas y tecnológicamente avanzadas de la época gracias al ingenio del suizo Mark Birkigt, Hispano-Suiza fue también una empresa referente en el mundo de la aviación a partir de la I Guerra Mundial.
En este conflicto España se mantuvo en una posición neutral, algo que benefició mucho a la industria del país, incluida Hispano-Suiza, que desarrolló en 1915 una mecánica V8 con árbol de levas en cabeza que fue equipado en diversas aeronaves de la Triple Entente y que muchos tildan como el “motor que ganó la Gran Guerra”.
FIAT
La compañía turinesa comenzó a fabricar automóviles en 1899, y poco tiempo después de la invención del primer aeroplano pasaron desarrollar sus propios motores de aviación a partir de 1908, siendo las primeras mecánicas heredadas directamente de los coches de carreras de la marca.

Fiat Aviazione se centró principalmente en la fabricación de aviones militares, llegando a crear su propio avión supersónico a reacción en 1956; el bombardero G-91. Para la década de los sesenta la compañía estaba más interesada en el negocio del automóvil, y en 1969 la parte aeronáutica de Fiat se convirtió en Aeritalia.
SAAB
Pasamos ahora a las compañías que hicieron las cosas al revés y pasaron de la fabricación de aviones a dedicar parte de sus esfuerzos a los coches, dejando en algunos casos la aviación de lado. Quizá de todos los ejemplos de marcas que hicieron este giro en su negocio la más conocida sea Saab.
La marca sueca nació en 1937 con el objetivo de desarrollar aviones de combate, ya que el ejército sueco era su principal cliente. Después de la II Guerra Mundial la compañía comenzó a vender aeronaves al extranjero, y pensaron que sería una gran idea de negocio si hiciesen lo mismo con automóviles, por lo que el primer coche de Saab llegó en 1947. Aunque el último Saab de cuatro ruedas se fabricó en 2011 la empresa sigue fabricando aviones en la actualidad.
BMW
Aunque Gustav Otto fundó la compañía en 1910 no fue hasta 1922 cuando pasó a llamarse BMW (Bayerische Motoren Werke), con un logotipo que hacía referencia a las helices de un avión y a los colores de la bandera de Bavaria. Previo a este cambio de nombre que hacía referencia al cambio de actividad ya habían desarrollado de cara a la I Guerra Mundial su primer motor de seis cilindros para aviación.
No fue hasta 1923 cuando llegó la primera motocicleta de la compañía; la R32, y el BMW Dixi fue el primer coche de la marca, un Austin Seven fabricado bajo licencia desde 1928. Después de la II Guerra Mundial abandonaron la fabricación de motores de aviación para centrarse en las motocicletas y retomar la producción de automóviles a partir de 1952.
MITSUBISHI
Aunque Mitsubishi se fundó en 1870 la división de Mitsubishi Heavy Industries no surgió hasta 1884, especializándose en maquinaria pesada de todo tipo con especial atención a la construcción de barcos. Para la década de 1930 eran la compañía más valiosa de Japón y fabricaban vehículos de todo tipo, incluyendo aviones.
Aunque habían fabricado algún coche en bajas cifras durante la década de 1910 la compañía se dedicó principalmente a vehículos de mayor tonelaje y autobuses. Con el estallido de la II Guerra Mundial los aviones de combate Mitsubishi Zero fueron de los más famosos. Tras el conflicto comenzaron a fabricar coches en los años cincuenta, aunque no expandieron este negocio de manera internacional hasta los años setenta, y en la actualidad siguen desarrollando aeronaves para vuelos regionales principalmente.
AVIA
La empresa madrileña conocida por sus furgonetas y vehículos comerciales nació en 1957 a partir de la compañía Aeronáutica Industrial S.A (AISA), que se había dedicado a la fabricación de aviones ligeros, incluyendo versiones del autogiro de Juan de la Cierva, desde 1923 hasta su disolución en 2004, cuando fue absorbida por Eurocopter.
Para finales de la década de los cincuenta con el boom que estaba sufriendo la industria del automóvil en España y la gran demanda de vehículos industriales se decidió crear Avia, empleando mecánicas diésel de origen Perkins y vendiendo sus productos con gran popularidad hasta 1987.
AVIONS VOISIN
Esta marca fue fundada por uno de los padres de la aviación, Gabriel Voisin, montando su empresa de aeronáutica en 1905, solamente dos años después del primer vuelo de los hermanos Wright. Voisin logró realizar muchas hazañas pioneras en este sector, pero abandonó esta industria para centrarse en los automóviles tras el final de la I Guerra Mundial.
En 1919 fabricó sus primeros coches para la marca llamada Avions Voisin, siendo éstos algunos de los más exclusivos y con un diseño más llamativo de la época, pero quizá el producto más recordado, al menos para los españoles, obra de Gabriel Voisin fue el Biscúter, que llegó a fabricarse en Barcelona con bastante popularidad.