[dropcap]E[/dropcap]El pasado domingo tres de Enero tuvo lugar el 2º Encuentro Solidario de Clásicos e históricos en la zona del Matadero, en el distrito madrileño de Arganzuela. La organización vino de la mano del Club de amigos del Renault 4/4 y del Veteran Car Club de España, quienes de nuevo aunaron esfuerzos para reunir una buena cantidad de vehículos clásicos con el fin de recopilar alimentos para el banco de distribución.
El camino a seguir
Esta iniciativa solidaria, de momento con carácter anual, no es ni mucho menos un hecho aislado en nuestro país, pues afortunadamente hay muchos casos en los que el mundo de los clásicos se implica de forma rotunda en la ayuda a los más necesitados, como en las concentraciones mensuales de Navalcarnero y Torrejón de Ardoz, o la anual de Venturada, por poner algunos ejemplos dentro de la Comunidad de Madrid, que es lo que un servidor mejor conoce, pero me consta que es extrapolable a todos los rincones de nuestra geografía. Por tanto, los aficionados a este tipo de automóviles, podemos estar muy orgullosos de nuestra labor al acudir a estos eventos. Sigamos así.
Nueva y acertada ubicación
La reunión no fue exactamente en el mismo lugar de la primera edición. Como ya les contamos en su momento, ésta tuvo lugar alrededor del centro cultural de la Casa del reloj, la de este año fue a pocos metros, en una explanada asfaltada muy cerca del invernadero del palacio de cristal, lugar mucho más acertado por su comodidad a la hora de aparcar, y por su amplitud para todos los que se movían a pie por los alrededores para contemplar estos viejos cacharros.
A pesar de que el tiempo amenazaba lluvia – de hecho al principio cayó un poquito de agua – quedó un día bastante «agradable» para tratarse del mes de Enero, algo fresco y un poco nublado, pero con una magnífica luz para contemplar los autos y realizar fotos sin esos horribles brillos y reflejos.
Fueron muchos los que decidieron emplear el primer domingo del año para sacar sus vehículos a estirar las tuercas, no sabría decir si había más o menos participación que en el 2015, es un dato difícil de confirmar al estar los autos ubicados en una zona diferente, mucho más extensa y despejada.
2º Encuentro Solidario de Clásicos: Espectacular
La entrada por donde accedían los asistentes, al igual que el año pasado, se hacía por el Paseo de la Chopera nº 6. Delante del edificio de la Casa del Reloj nos encontramos con varias unidades de los más antiguos, un Citroen 11 Cabriolet de 1937, un Chevrolet del 41, dos vetustos Ford, un A del 29 y un B del 33, y un Mercedes 170 Cabrio de 1938.
A continuación, por el paseo que comunicaba con el aparcamiento principal, junto al invernadero, estaban expuestos algunos de los coches más admirables y admirados: un magnífico Aston Martin 1.5 Le Mans de 1933, un elegante Bentley Mark VI de los cuarenta, un Riley RM y un Citroen 11 berlina convertido en cabriolet entre otros.
En el centro neurálgico de la reunión, la explanada grande, sobresalían por tamaño y espectacularidad algunos «haigas» americanos: un Chevrolet Master Deluxe de 1940, un impresionante Chevy Bel Air rojo del 56, un Studebaker President de 1955 y sobre todo dos gigantescos e inmaculados Cadillac del 59, un Sedan de Ville y un Eldorado que quitaban el hipo.
En el resto del aparcamiento se encontraban un montón de automóviles de todas las épocas, categorías, tamaño y origen. Habría sido deseable haberlos ordenado de forma cronológica, pero tampoco es imprescindible ni fácil para los organizadores.
Destacaban entre otros un Lanchester de 1936, un Delorean, un Jeep Willys de la 2ª guerra mundial, un Matra Simca Bagheera, un Porsche 911 (930) Turbo, Varios Mercedes Clase S de los 50 y 60, BMWs de los ochenta, un Renault 5 Turbo de competición, varios Seat de los 70, Renault 4/4, etc
Leyendo esta crónica seguramente llegarán a la misma conclusión que nosotros: la concentración fue un éxito, tanto por número de participantes como de visitantes, así como por la calidad de las unidades expuestas. Además, si a todo esto le sumamos lo más importante, el gran acopio de alimentos, podemos asegurar que la visita mereció la pena. El año que viene repetiremos.