Javillac
Dieciséis años en producción desde aquel 27 de junio de 1957 hasta el 3 de agosto de 1973, con el que se despidió con todos los honores que se merecía aquel cochecito que nació príncipe y murió rey, y que por encima de todo hizo historia al convertirse en el primer automóvil al que pudieron acceder muchas familias españolas.
Fueron 799.419 unidades distribuidas a lo largo de cuatro series; SEAT 600 (popularmente conocidas como N o Normal), 600 D, 600 E y 600 L. Este alto volumen de ventas hace que un alto porcentaje de la población española los haya vivido en primera persona, pero desde LA ESCUDERÍA queremos ir un poco más allá y profundizar en algunos de los datos más curiosos sobre el SEAT 600.
EL MAL LLAMADO 600 NORMAL O 600 N
Es frecuente leer o incluso escuchar en concentraciones la nomenclatura 600 N o 600 Normal en referencia a las unidades más primerizas del modelo. Lo cierto es que los coches nunca recibieron esa denominación de manera oficial, y este nombre surgió con el debut de los 600 D en 1963, por lo que para distinguir a la anterior serie se extendió el uso de N o Normal. Si queremos ser correctos la manera de referirse al coche es SEAT 600 como dicta su anagrama trasero.
LAS LETRAS QUE VIENEN ANTES DEL 600 D
Siguiendo con la primera serie del SEAT 600 hubo tres subseries. La primera de ellas conocidos como la Serie A es fácilmente reconocible por la ausencia de topes en los paragolpes, unos tapacubos de menor tamaño y unos pilotos traseros de color rojo. Poco tiempo después salió la serie B, que reemplazaba los elementos vistos en la anterior versión por unos que aguantaron más en el tiempo en los primeros años de producción del 600. Por último salió la serie C, la más difícil de identificar, pues los detalles son de interior y mecánicos, como la piña del volante y un nuevo filtro del aire. Para 1963 se presenta un 600 que cambiaba el bloque de 633 centímetros cúbicos por el de 767 centímetros cúbicos, entre otros muchos cambios, y finalmente recibe el nombre de 600 D.
UN MODELO BASADO EN UN FIAT
La firma española SEAT nació en 1950 a partir de tecnología italiana de Fiat. El 600 fue el segundo modelo en la historia de la marca tras el SEAT 1400, lanzado al mercado en 1953. El 600 fue obra de Dante Giacosa, y en Italia se presentó en 1955, aunque en España habría que esperar dos años más para su debut.
El modelo de Fiat fue muy popular, aunque su producción cesó un poco antes que en España, en 1969, llegando a fabricar más de dos millones de unidades, con un éxito que también se replicó en países como Argentina o Yugoslavia.
EL PRIMER SEAT INTERNACIONAL
Además de ser el primer coche de muchos españoles, el 600 hizo historia al ser el primer SEAT en exportarse fuera de nuestras fronteras. En 1965 en Nodo se hacía eco de un hito para la industria nacional, SEAT había llevado un cargamento de un centenar de 600 a Colombia a cambio de café.
Desde entonces el cochecito se vendió por diversos países de Europa, América del Sur e incluso de África. Al final de la producción un alto número de 600 tuvieron como destino final tierras muy lejanas, e incluso entre 1970 y 1972 llegó a ser el coche más vendido de Finlandia.
SU PRECIO BASE DE 65.000 PESETAS APENAS VARIÓ
Uno de los grandes atractivos del 600 era su precio de venta de 65.000 pesetas, que en el año 1957 suponía un importante desembolso económico, pero aún así asumible para algunas familias tras meses de esfuerzo y ahorro. Pasaron los años y el 600 llegó a ser al final de su vida comercial el automóvil más económico del panorama nacional, a medida que fue eliminando del mercado a los espartanos microcoches como el Biscuter o el Goggomobil.
Otro detalle a tener en cuenta es que hasta finales de los sesenta SEAT no introdujo la posibilidad a sus clientes de comprar sus coches a plazos, por lo que el importe de las 65.000 se hacía de manera íntegra. Con esta facilidad de pago aumentaron las ventas en toda la gama.
EL 600 DESCAPOTABLE, UNA SOLUCIÓN A LAS LISTA DE ESPERA
Puede parecer que con las dificultades para pagar un 600 en sus primeros años la demanda sería escasa, pero fue más bien todo lo contrario. Las fábricas no daban abasto, y para 1962 este SEAT ya había superado el umbral de las 100.000 unidades convirtiéndose en el vivo reflejo del milagro económico español que abandonaba los austeros tiempos de la posguerra.
Las listas de espera superaban hasta los dos años, y se dio un fenómeno en el que era más caro comprar un 600 de segunda mano que uno nuevo con tal de saltarse los largos tiempos hasta recibir el vehículo.
Muchos compradores optaron pues por comprar la variante descapotable del modelo, que por cierto venía de serie con neumáticos de banda blanca. Aunque el precio era algo mayor, los plazos de entrega de estos coches eran mucho menores, por lo que fueron bautizados por muchos como “el coche de los impacientes».
DERIVADOS FURGONETA EXCLUSIVOS DEL MERCADO ESPAÑOL
Además de ser un vehículo de turismo, el 600 tuvo que cumplir en España otros muchos papeles distintos. Gracias al ingenio y trabajo de los talleres de carrocería españoles de la época, el 600 se pudo convertir en una furgoneta de la mano de Costa, y de Siata, aunque la Formichetta que estos últimos fabricaban era un diseño heredado de Italia. Posteriormente salió al mercado la Siata Minivan, un simpático furgón de reducidas dimensiones que originalmente se basaba en el 600, y que más tarde usaría bastidores de SEAT 850 y 133.
EL MONOVOLUMEN QUE NUNCA EXISTIÓ
En innumerables ocasiones hemos oído las historias de un número imposible de personas viajando en el reducido habitáculo del 600. SEAT planeó la fabricación de una versión monovolumen con tres filas de asientos llamada 600 Múltiple, que a su vez se inspiraba en el Fiat 600 Multipla italiano, pero tras algunos prototipos nunca se llevó a cabo su producción en serie.
TAMBIÉN EN CUATRO PUERTAS
Siguiendo con el tema del espacio en el SEAT 600, España contó con una variante exclusiva llamada SEAT 800, que alargaba la batalla del vehículo e incorporaba unas puertas traseras. Este coche de fabricación casi artesanal fue obra de Carrocerías Costa en Tarragona y tendrían un importante papel en el sector de los microtaxis de la época, alternativas de menor tamaño frente a los taxis convencionales. Con el SEAT 800 se creó también una tradición dentro de la marca española de crear versiones de cuatro puertas de modelos de origen Fiat, como fue el caso de los 850 y 127.
EL SEAT MÁS VENDIDO HASTA ENTONCES
Como se mencionaba anteriormente del SEAT 600 se fabricaron casi 800.000 unidades, lo que lo convirtieron en su momento en el coche de la marca con mayor volumen de unidades producidas. Este récord se lo arrebataría unos años después el SEAT 127, que logró ser el primer modelo de SEAT en superar el millón de unidades fabricadas.
EL 600 AUTOMÁTICO
Puede sorprender que un vehículo tan austero y sencillo como lo fue el 600 pudiera tener una versión automática, pero lo cierto es que hubo al menos dos SEAT con esta tecnología. Al parecer se trató de dos encargos, al parecer para personas con problemas en la pierna izquierda, uno de ellos un militar. Una de los ejemplares ha logrado sobrevivir hasta hoy y actualmente está en manos de SEAT Coches Históricos.
Quizá lo más curioso de todo esto es que el cambio de marchas automático estaba presente en el prototipo del Fiat 600 diseñado por Dante Giacosa entre 1952 y 1954, y fue este mismo sistema el que SEAT emplearía casi veinte años más tarde.
SEAT 600 L ESPECIAL EXTRAS, EL CANTO DEL CISNE Y EL MÁS EQUIPADO
Las últimas versiones del SEAT 600, presentadas en 1972, fueron los denominados 600 L, que en su versión “extras” contaban con un equipamiento sorprendente para un cochecito tan austero por 16.000 pesetas más sobre el precio base del SEAT 600 E que continuó vendiéndose hasta el final de la producción.
Presentaba elementos como la luneta térmica trasera, que otros vehículos de mayor categoría aún no habían montado. Estéticamente se podían identificar por un respiradero triangular en el pilar C, además de por un salpicadero forrado en vinilo y unas tapicerías distintas. En cuanto a su mecánica fueron los 600 más potentes, desarrollando 28 CV de potencia.
TAMBIÉN HUBO UN 600 L “A SECAS”
El SEAT 600 también se vendió en grandes cifras en el extranjero, y por esta razón la marca decidió crear una versión del modelo orientada principalmente a la exportación. Estéticamente era muy similar al L Especial que vimos en España, pero eliminaba todos los elementos que lo hacían más lujoso, eso sí, con una diferencia, traía cinturones de seguridad de serie puesto que ya habían pasado a ser obligatorios en toda Europa, y en España no lo serían hasta 1973.
EL 600 E LUJO QUE NUNCA EXISTIÓ
Siguiendo el tema de las últimas versiones del SEAT 600, y sobre todo al mencionar la historia del 600 L, hay que mencionar el SEAT 600 E Lujo, una variante prácticamente desconocida que nunca pasó de la fase de prototipo, pero que bien podría haberse convertido en último acabado que fabricaría la marca.
UNAS PUERTAS QUE SE ABRÍAN AL REVÉS
Una de las características más recordadas del SEAT 600 fueron sus puertas que se abrían hacia atrás, y que sirven para identificar a las unidades que se fabricaron antes de 1969, y por lo tanto las más antiguas. Este tipo de puerta fue conocida en todo el mundo como “apertura suicida”, pero la picaresca española hizo que muchos las bautizasen como “mirabragas”, mote que deja poco a la imaginación.
Curiosamente, aunque el 600 de Fiat pasó a incorporar puertas más convencionales a partir de 1964, en España no fue hasta la llegada del SEAT 600 E en 1969, año en el que cesa la producción del 600 en Italia, cuando se introdujo este cambio. A partir de entonces hubo quien se refirió a los 600 E y L como “coches cristianos”, porque sus puertas finalmente se abrían “como Dios manda”.
FIAT 600 JUNGLA, EL ITALIANO CON BASTIDOR SEAT
En Italia se llevó a cabo la producción de un vehículo de uso recreativo con base de Fiat 600 llamado Fiat 600 Jungla. Este coche destinado a hacerle la competencia a vehículos como el Citroën Mehari se estuvo fabricando hasta 1973, pero como en 1969 Fiat había dejado de ofrecer el 600, tuvieron que traerse unidades de SEAT desde España para continuar con su producción.
BASE PARA INNUMERABLES CREACIONES
Aparte de las furgonetas, monovolúmenes, o versiones alargadas como el SEAT 800, el pequeño 600 tuvo un montón de funciones más. Cabe recordar el enorme talento de los talleres de carrocerías de la época, y que el precio asequible del modelo lo convertía también en la forma más barata de experimentar con un automóvil.
Por citar algunas de las creaciones que se llevaron a cabo sobre la base de un 600, podemos mencionar los buggy Rany, fabricados en Chipiona en los años ochenta de manera artesanal o los Carrozauto Sport Gredos también de carácter recreativo.
UN SECRETO ESCONDIDO EN LAS LLAVES
Salvo que se trate de un 600 L que cuenta con el cláusor en la columna de la dirección, el resto de las versiones llevan la llave en el centro del salpicadero. Lo que muchos propietarios desconocen es que el coche tiene tres posiciones para la llave; si se gira a la derecha es para arrancar, si se deja completamente a la izquierda se pueden activar las luces además de poder extraer la llave, y si se deja en medio también se puede sacar la llave, pero sin poder dejar las luces puestas por lo que recomendamos esta última posición para evitar disgustos tontos con la batería.
MOTES CARIÑOSOS
Como suele ocurrir con los clásicos más populares, el SEAT 600 contó con una infinidad de motes. Más allá del “mirabragas”, el 600 también fue bautizado por su forma y pequeño tamaño como “pelotilla” o “seílla”.
Otro apodo también muy frecuente y que hacía referencia a la popularidad del coche fue el de “ombligo” en referencia a que todo el mundo tenía uno. Cierto es que esto es una exageración, pero hay estimaciones que dicen que a principios de los años setenta tres de cada cuatro coches que circulaban por España era un 600, por lo que toda una generación ha tenido alguna vivencia con uno de estos vehículos.
UN ICONO DE LA CULTURA POPULAR
Al igual que con el Citroën 2CV en Francia o el Mini en Reino Unido, el SEAT 600 es sinónimo de coche clásico en España. Por esta razón ha sido el protagonista de películas, como “Ya tenemos coche” de 1958, ha aparecido en innumerables ocasiones en las viñetas del querido Francisco Ibáñez e incluso contó con una canción que se ha convertido en un himno de aquella España de los domingueros y los atascos a la salida de las ciudades “Adelante hombre del 600” de Moncho Alpuente.
UN 60 ANIVERSARIO POR TODO LO ALTO
Para celebrar los sesenta años del SEAT 600, el departamento de Coches Históricos de la marca decidió organizar un evento en el que se daba el homenaje que se merecía a tan icónico modelo. El evento tuvo lugar en el Circuito de Montmeló, y se batió el récord Guinness de mayor número de 600 reunidos, con unidades llegadas desde toda España e incluso algún Fiat y Zastava se unió a la fiesta desde el extranjero. El 9 de septiembre de 2017 batieron el récord 787 de estos coches, aunque al evento asistieron muchos más.
