Miguel Sánchez
Antes de nada, decir que aquí estamos hablando de automovilismo histórico; así que por favor, si usted viene con un prejuicio reciente, con menos de treinta años, cuélguelo al entrar. Dicho esto, aunque actualmente no esté viviendo sus momentos más creativos nadie puede dudar sobre lo innovador y disruptivo de Citroën en décadas pasadas.
De hecho, la marca gala logró ser una de las más carismáticas en el panorama europeo y, si centramos nuestra mirada en las de gama popular, posiblemente la más personal y diferenciada gracias a sus avances tecnológicos.
Avances llenos de valentía pues, en repetidas ocasiones, estos abrieron nuevos caminos allá donde el resto de fabricantes siquiera planteaban cuestionar la forma en la que se estaban haciendo las cosas.
Además, gracias a estilistas como Flaminio Bertoni o Robert Opron logró vestir con audacia futurista a sus creaciones, incluso a las más populares. Con todo ello -y sin olvidarnos de la fabulosa evolución técnica interpretada por Lancia-, Citroën logró ser una referencia entre quienes deseaban automóviles con carácter propio y novedades tecnológicas.
Algo que hoy parece haberse diluido en una serie de gamas cada vez más parecidas entre sí; con identidades corporativas en declive y sin matiz. Razón por la cual, sin duda, cada vez podemos encontrar a más y más aficionados relativamente jóvenes interesándose por el pasado de Citroën; un pasado en el que, al menos, existía la valentía necesaria para confiar en ingenieros como Paul Magès o André Lèfebvre de cara a expandir las fronteras de lo posible. Una aventura tecnológica de entre la cual hemos entresacado estos cinco hitos fundamentales. Disfrútenlos.
1) SIN COMPLEJOS, LA APUESTA POR LA TRACCIÓN DELANTERA
A veces, en la historia del automovilismo no cuenta tanto haber sido el primero como el haber sido el primero a la hora de hacerlo masivo. De esta manera, aunque la germana DKW fue la primera en producir en serie un automóvil con tracción delantera en 1931, Citroën fue el primer fabricante de un vehículo en gran serie con esta característica. De hecho, quiso resaltarlo desde su propia denominación comercial al llamarlo Traction Avant desde que saliera al mercado allá por 1934.
Realmente innovador en muchos sentidos, más allá de su carrocería autoportante o las bondades de sus mecánicas con cuatro y seis cilindros este automóvil fue el responsable de popularizar la tracción delantera en Europa. Un hecho meritorio pues, no en vano, de aquellas no se valoraba el manejo más sencillo brindado por este tipo de tracción, confiando así todo al manido esquema motor delantero-propulsión trasera. Un muro en el cual este Citroën logró hacer brecha, estando en producción hasta 1957 para incluso poder convivir dos años con su sucesor el DS.
2) FLOTANDO EN UNA ALFOMBRA, SUSPENSIÓN HIDRONEUMÁTICA
Creada por Paul Magès a comienzos de la década de los cincuenta, la suspensión hidroneumática planteó una nueva forma amortiguación al gestionar el aire y los fluidos por separado. Gracias a ello, no sólo lograba una excelente comodidad en marcha logrando absorber las imperfecciones del firme, sino también autonivelar al vehículo presentando así una estabilidad sin parangón. En suma, un prodigio de la técnica sobre el cual se han vertido ríos de tinta.
Por ello, quizás lo mejor para indicar la importancia de este sistema sea contar una breve anécdota. Y es que, impresionada por el funcionamiento de la suspensión hidroneumática en el DS -aunque realmente se estrenó primero en el eje trasero de los últimos Traction Avant- la mismísima Rolls-Royce quiso hacerse con la patente de la misma. Rechazada por Citroën, la casa británica intentó sin éxito -y a pesar de invertir no pocos esfuerzos- replicar el invento por sus propios medios. En fin, lo de nuestra marca protagonista era alta tecnología fabricada en gran serie. Excelente.
3) SUAVIDAD DE MANEJO, DIRECCIÓN DIRAVI
Al hilo de la tracción delantera, Citroën tuvo que enfrentarse a un serio problema cuando a finales de los años sesenta se encontraba diseñando el DS. Equipado con un V6 firmado por Maserati, este GT contaba con tracción delantera en contra de la recurrente propulsión trasera de sus competidores.
Sin embargo, esto no debía de ser un problema debido al carácter más cómodo que deportivo con el cual se quería ultimar al modelo.
Ahora, cuando un automóvil con tan sólo el eje delantero como eje motriz monta un motor de gran potencia aparece el llamado par de dirección. Basado en la relación existente entre el par motor y el manejo de la dirección, éste puede hacer del todo ingobernable al vehículo cuando, de repente, la mecánica envía un gran empuje a las ruedas direccionales.
Algo que demandaría grandes esfuerzos a quien conduzca a fin de gobernar el sentido de la marcha. Obviamente, aunque esto pueda resultar emocionante en un espartano coche de raid a lo “vieja escuela”, semejante posibilidad no es nada agradable entre quien busca un lujoso y agradable GT con el cual devorar autovías.
Debido a ello, Citroën confió a Paul Magès el diseño del sistema Diravi. Basado en una lógica hidráulica, éste incorporaba una serie de válvulas capaces de contrarrestar cualquier empuje proveniente desde el suelo.
Es decir, estamos hablado de una dirección asistida variable, capaz de ser dura a ritmos altos mientras que gana en suavidad según aminoramos la marcha. Con todo ello, un elemento de lo más cómodo y seguro; tanto así que tras su estreno en el SM allá por 1970 Citroën lo siguió montando en sus berlinas de gama superior hasta 1999.
4) MOTORES ROTATIVOS, AL HILO DE LOS JAPONESES
Desde que en 1929 el alemán Felix Wankel patentase su motor rotativo esta mecánica no ha dejado de estar presente, de una u otra manera, en la evolución técnica del automovilismo. Así las cosas, durante los años sesenta vivió su época más prometedora gracias a Mazda; responsable de disponer un equipo con hasta 180 técnicos dedicados a poner en los concesionarios modelos con este tipo de motor. Resultado de aquello fue el Cosmo, pero también la serie RX con vida hasta nuestros días.
No obstante, algunos fabricantes occidentales también se interesaron por la patente del ingeniero alemán. Gracias a ello tenemos historias interesantes tanto en Chrysler como en Alfa Romeo, aunque quien llevó esta idea más lejos en Europa fue el consorcio Comotor formado por NSU y Citroën. Llegados a este punto, en 1967 lanzó de forma experimental una preserie probada por usuarios de la marca: la conocida como M35.
Desgraciadamente, el resultado no fue el previsto así que -atención- la propia Citroën se lanzó a una carrera en pos de destruir todas y cada una de las unidades fabricadas a fin de ocultar el fracaso. Afortunadamente, más de una logró librarse del desguace para ser, hoy en día, piezas muy valiosas a la hora de estudiar la audacia tecnológica en Citroën.
Asimismo, cuando NSU fue absorbida por Volkswagen la casa francesa siguió en solitario sus experimentos con los motores rotativos, llegando a poner en los concesionarios un modelo rotativo con la presentación en 1973 del GS Birotor. Un automóvil de lo más interesante aunque, en su momento, el ser coetáneo a la Crisis del Petróleo no le sentó nada bien; finalmente, aquello fue un fracaso en ventas aunque, a día de hoy, sea una delicia para coleccionistas.
5) EJE TRASERO AUTODIRECCIONAL, SEGURIDAD PARA LAS MASAS
Una de las cuestiones más interesantes en esta lista es ver cómo todos y cada uno de sus elementos llegaron a modelos populares o, al menos, de gran serie. Algo muy loable para Citroën, la cual supo poner al alcance de las masas innovaciones tecnológicas a priori destinadas a gamas exclusivas.
De hecho, el estreno del ZX en 1991 llevó aparejado la puesta en escena de un eje trasero autodireccional capaz de moverse al compás del delantero; todo ello para lograr un excelente comportamiento en curvas.
Dicho sea de paso, en un modelo tan popular y masivo como el que hemos indicado y, que, por cuestión de tiempos, justo ahora empieza a ingresar al mundo de los “históricos”.
En fin, aquellos tiempos en los que Citroën se atrevía a ir más allá no están tan lejanos. Ójala los recuerde y estudie sorprendiéndonos con nuevos diseños en esta era de cambios tecnológicos. Sería algo perfecto en relación a lo ocurrido durante décadas en sus mesas de trabajo.
Imágenes de PSA.
