El fabuloso Lamborghini Countach fue lanzado en 1974. Tan sólo un año antes, Valentino Balboni, histórico probador de la marca, se convertía en lo que ha sido durante 40 años y que ha culminado en leyenda.
Tal y como cuenta en este Vídeo en el que comparte protagonismo con un Countach 5000 QV de 1986, empezó en Sant’ Agata Bolognese en 1968, tras terminar el colegio. Un día, al pasar por la fábrica, presenció la descarga de varias carrocerías de Miura procedentes de Bertone y, sencillamente, se enamoró. Fue un flechazo.
Valentino entró como aprendiz de mecánico, fregando suelos y herramientas. Entre sus atribuciones estaba la de sacar al patio y volver a meter en los talleres los Miuras cuándo tocase, y eso fue precisamente lo que le perdió…
El joven Valentino se extralimitaba en su trabajo y daba vueltas a las instalaciones de Lamborghini antes de aparcar o guardar los coches.
Aquello no estaba permitido pero tuvo suerte: A la altura de 1972 la marca necesitaba un probador y el director general, quien conocía de sobra el pecado de Balboni, le invitó a subir a su oficina. Allí se le propuso convertirse en el hombre que, con el tiempo, desarrollaría algunos de los bólidos más legendarios de la Historia del Automovilismo.
Obviamente aceptó (¡imagine el lector que sueño!), y durante un año se preparó a conciencia para, en septiembre de 1973, ponerse oficialmente al volante de uno de los últimos Miura fabricados. Tal y como afirma en el Vídeo, jamás lo olvidará, ¡y desde luego no es para menos!
Lamborghini Countach, un automóvil de ensueño
Hoy en día puede parecer una frase manida, pero hagamos el ejercicio mental de remontarnos a 1974. El Miura había levantado la veda de los motores centrales y tenía una estética asombrosa; el Countach era otra cosa, un diseño absolutamente rompedor. Se trataba de la definición definitiva, valga la redundancia, de lo que hoy conocemos como superdeportivo: Un automóvil con una pinta bestial, una potencia desmesurada y una arquitectura altamente efectiva y desdeñosa de la más mínima funcionalidad.
Balboni nos presenta el modelo con un ejemplar 5000 QV de 1986 y nos cuenta como el Lamborghini Countach habla en un lenguaje que hay que saber comprender. Escuchar, escuchar para conducir una máquina que representa una lucha constante entre su chásis y la potencia disponible; bailar con ella para que dé lo mejor que sí. Es la magia del compromiso. Sin más preambulos os dejamos con el Vídeo, atentos a la cara de Balboni y al 5 litros V12 del Countach…