TEXTO: JAVIER ROMAGOSA / FOTOS: RETROMOVIL, MANAGE MOTOR Y UNAI ONA
El salón del vehículo clásico Retromóvil celebró su primera edición entre los días 17 y 19 en IFEMA, recinto ferial de Madrid. Se trataba de la nueva apuesta de la empresa Eventos del Motor, responsable de buena parte de las ferias regionales españolas -como es el caso de la de Málaga, Vigo o Bilbao, entre otras- y de eventos internacionales como AutoClassico Oporto, en Portugal.
Un gran envite por el que ha querido posicionarse a la altura de ClassicAuto Madrid, salón de carácter internacional que durante los últimos ocho años ha sido el único celebrado en la capital. Casi todos los aficionados vemos esta competencia como algo positivo que redundará en una mayor calidad de ambas iniciativas, pero tenemos nuestras dudas acerca de que, dada la cercanía de fechas -ClassicAuto se celebra a finales de febrero-, puedan coexistir. Se trata de una incógnita que el tiempo y la conveniencia sin duda se encargarán de resolver.
Antes de seguir leyendo esta crónica, el lector debe tener en cuenta que Eventos del Motor, al igual que ERMevents -empresa organizadora de ClassicAuto y AutoRetro Barcelona, entre otros eventos- son anunciantes de ‘La Escudería’; además, que tanto Manage Motor como esta revista acudieron a Retromóvil en calidad de expositores y también como cobertura informativa oficial de la feria. El decir esto es importante para una correcta ética periodística, más cuando es el editor del medio el que escribe estas líneas.
Morgan carrozado por Serra. Raro y bonito, ¿verdad? Dale al play!
Retromóvil Madrid 2017, entremos en faena
Hechas las presentación y la contextualización pertinente, vamos a entrar en faena. En primer lugar, hemos de reflejar que Retromóvil se celebró en el Pabellón 12 de IFEMA, cuyos 16.000 metros cuadrados fueron ocupados por alrededor de 200 expositores; es decir, que es un salón algo más pequeño que su competidor, que anuncia 20.000 m2 y aproximadamente 300 stands. Por otro lado, hay quien crítica a IFEMA por su frialdad, y quién lo ensalza por su cercanía al aeropuerto de Madrid-Barajas; y hay quién cuestiona al Pabellón de Cristal de la Casa de Campo -donde se celebra ClassicAuto- por su antigüedad o quien lo adora precisamente por lo mismo. No voy a mojarme sobre qué emplazamiento me parece mejor porque ambos tienen sus ventajas y desventajas y, al fin y al cabo, cumplen con su función de envoltorio.
Porque lo que de verdad importa es el material de exposición que se encuentra en su interior. Retromóvil ha sabido compensar su menor espacio con algunos coches que por si solos justificaban la entrada general de 12 euros. En mi opinión, poder contemplar un Hispano-Suiza Alfonso XIII, un Bugatti Brescia o un Ferrari Daytona correctamente iluminados -que son los coches que me gustan- ya valió el paseo; pero es que además había dos Pegasos Z-102, dos Porsche 911 2.7 RS Carrera, un Citroën 2CV Sahara, un Ford RS200, un Ferrari 308 Vetroresina, un Bizzarrini 5300 GT Corsa, un Lamborghini Countach, un Porsche 356 A Speedster, dos Ferrari 512BB, un F40, un 330 GT, un BMW 327 o dos Aston Martin, DB2/4 y DB4, entre otros…
Homenajes para todos los gustos
Para aquellos enamorados de las rareras Retromóvil ofrecía un homenaje a Pedro Serra, nuestro mejor carrocero, con alrededor de 10 unidades: Tres descapotables sobre base Seat 1400 en diferentes estados de conservación, un convertible Corver sobre base 600, un majestuoso Rolls-Royce procedente del museo de Salamanca o un deportivo Dodge Bulevar, los cuales brillaban junto a las estrellas de esta exposición monográfica, un Morgan y un Pegaso sport. Algunos los habíamos visto antes, otros resultaban inéditos; juntos representaban un buen ejemplo del trabajo del maestro catalán.
Otras exposiciones temáticas, como podéis ver en las fotos, celebraron el 70 aniversario de Ferrari y del Porsche 356, el 90 aniversario de Volvo o el 50 aniversario del Alpine A110. Para los amantes del clásico popular se celebró el 60 aniversario del 600 y, sobre todo, del Seat 124, cuyo stand era absolutamente delicioso y que contaba con tres unidades de excepción entre las que destaco aquí el coupé ex-Zanini. Ambas efemérides contaron con su reunión de apoyo correspondiente en el aparcamiento reservado para concentraciones.
Zona de Clubes, Car Corral y Motos
Otros cacharros que en mi opinión representaban un must eran el Gilbern GT o el Hillman Imp de carreras que teníamos en nuestro stand ;), y también el Lancia Ardea, el Citroën SM, el Jaguar XK 140 Coupé o el Alfa Romeo todo terreno que había en la zona de clubes y car corral, este último una pieza rarísima y que se encontraba en un irresistible estado de oxidación. Por su parte, el aparcamiento para clásicos me dió alguna que otra alegría gracias a un Facel Vega Facelia que me encantó, inmerso en un ambiente de populares en cantidad, al menos la vez que pude salir.
Respecto a las motos, la verdad es que siento dejarlas para el final del menú. No sé mucho de estas preciosas máquinas; tengo una Montesa Enduro y pasé algunos años de mi infancia entre Royal Enfield, BSA, Dunelt, Norton o Triumphs bien añejas, pero la verdad es que ya no me acuerdo de nada. Tan sólo puedo decir, sin ánimo de ser exhaustivo, que, de lo expuesto en Retromóvil, me parecieron francamente especiales un par de Harleys de primera hora, una Indian, una Rudge o una extrañísima Sanglas de campo.
Recambios, revistas, miniaturas, conferencias…
En cuanto a los recambistas me pasa lo mismo que con las motos, ya que no buscaba piezas y no sé a ciencia cierta qué tal de oferta; pero tengo la sensación de que había bastante puesto de mercancías, así como también stands relacionados con libros, revistas y miniaturas. Así, en general, y de nuevo sin ánimo de ser riguroso, me pareció que había suficiente piecerío y muy pocos puestos de los que habitualmente decribimos como ‘de relleno’.
Durante el salón se presentaron cuatro libros, a saber ‘Seat, el poder de la comunicación’, ‘Ángel Nieto, las curvas de la vida’, ‘El Automóvil en la Historia de España’ y ‘Travesía africana en Seat 600’. Todos ellos dieron lugar a conferencias entre la que destacamos, por su amenidad, la de Ramón Roca, autor del tercer volumen reseñado. Asimismo, se presentó el Spain Classic Rally, nueva alternativa de asfalto al polvoriento Spain Classic Raid.
Para terminar, un tirón de orejas con cariño para el organizador: La expo de Volvo tendría que haber sido mejor, sobre todo si tenía un lugar central en la feria; y, por favor, queremos ver más clásicos industriales y agrarios aparte de un tractor Porsche. Y también una pregunta abierta a visitantes y expositores: ¿Qué os pareció a vosotros el salón? La sección de comentarios de debajo queda a vuestra disposición…