La mayoría de vosotros seguro que conocéis de sobra al Pegaso Z-102, pero es porque sois lectores especializados que, de haber dedicado al bricolaje el mismo tiempo que habéis invertido en leer sobre coches clásicos… ¡Seguro que al menos ya tendríais una bonita mansión! Sin embargo quizá algunos aún no lo conozcáis, principalmente porque no podéis concebir el sello de Pegaso más que en el frontal de algún imponente camión.
Hubo un periodo entre 1951 y 1958 que esto no fue así. Un período en el que el propio estado español -a través de la empresa pública ENASA– fue el fabricante de un superdeportivo a la manera de los grandes GT de la época, con una tecnología a la última, un diseño cautivador y una agenda de compradores repleta de aristócratas y adinerados en una España que aún luchaba por salir de la devastación resultante de la Guerra Civil.
Como ves el Pegaso Z-102 es toda una rareza, una de esas que es capaz de emocionar como pocos automóviles al aficionado que sea capaz de valorar y entender todo lo original, escaso y avanzado que esconde su carrocería. Si ya lo conocías, este vídeo te va encantar, y si no es el caso… Prepárate para conocerlo a lo grande: gracias a uno de los fantásticos montajes de Petrolicious.
PEGASO Z-102: UNA RAREZA DEPORTIVA EN MEDIO DE CAMIONES INDUSTRIALES
Aunque pueda parecer delirante, aquel proyecto salió adelante gracias a la obstinación y buen hacer de Wifredo Ricart; el excelente ingeniero que, tras haberse fogueado en Alfa Romeo durante los años 40 colaborando con el mismísimo Enzo Ferrari, regresó a España en 1945 para trabajar en el Instituto Nacional de Industria y posteriormente fundar ENASA. Sí, ¡en la misma ENASA fundada para la creación de vehículos industriales!
Pero… Veamos, porque tampoco es tan raro. Tiene su explicación. Al fin y al cabo se viene diciendo desde hace años que Volkswagen pierde dinero por cada Bugatti producido y eso que algunas unidades salen de fábrica con un precio de 1.830.000 euros. Más allá del propio valor de marca que puedan generar, estos proyectos sirven como banco de pruebas para el desarrollo de tecnologías que, posteriormente, son aplicadas incluso en los modelos más modestos.
Como ves, entendiendo al Bugatti Veyron y al Pegaso Z-102 desde el punto de vista de la investigación tecnológica y el aprendizaje… Hasta tienen sentido financiero. Sin embargo esto fue un equilibrismo demasiado peligroso en la España de la postguerra, más aún si tenemos en cuenta que el fruto del desarrollo de cada Pegaso Z-102 costaba mucho más que un Ferrari homologable y varias veces lo que un Jaguar XK-120.
Por ello la producción del Z-102 se saldó con 86 unidades -de las cuales se conservan unas 68- muy diferentes entre sí y basicamente con cuatro tipo de carrocerías: ENASA, Touring, Saoutchik y Serra. Todo un reto para los historiadores del motor que, a la hora de seguir la pista a cada uno de los modelos, tienen ante sí todo enjambre de nombres de carroceros, propietarios, especificaciones… Razones que incrementan aún más las leyendas y debates entorno a este ya de por sí ‘automóvil para entendidos’.
PEGASO Z-102 EN PETROLICIOUS: LAS CARRETERAS DE ROBLEDO DE CHAVELA
Muchos de los Pegaso Z-102 han terminado en lugares tan lejanos como los Estados Unidos, aunque la unidad que se nos muestra en el vídeo se encuentra en nuestro país. Concretamente, dentro del stock de los Pueche, el cual cuenta en las cercanías de Madrid con éste y dos ejemplares más que recientemente fueron expuestos de forma conjunta en el último Classic Auto de la capital.
Para mayor grado de hispanidad, esta unidad fue modificada por Pedro Serra, ya que originalmente su forma era la de un coupé Touring. Finalmente, su 8 cilindros con doble árbol de levas en cabeza y cárter seco ha acabado empujando con brío la carrocería descapotable híbrida que aquí ves.
Toda una joya conservada en nuestro país y probablemente en venta que aquí ves en plena forma por las sinuosas carreteras del madrileño Guadarrama; en fin, el que posiblemente sea el coche más especial de nuestra historia automovilística rodado por las cámaras del que quizás sea el canal que con mayor gusto produce vídeos sobre motor clásico. Si no conocías al Pegazo Z-102… No vas a encontrar mejor tarjeta de presentación audiovisual.