FOTOS ZAZ 965: AUTORES DEL REBORN Y ZAZ
Si le preguntamos a cualquier aficionado al motor sobre cuáles son sus coches preferidos éstos casi siempre se van a mover en una horquilla donde aparecen mitos inalcanzables como el Countach e iconos populares como el Beetle, el 2CV o el 600. Tendemos a recordar los extremos: aquello que siempre nos pareció especial junto a los ingenios que fueron parte del decorado cotidiano de nuestras vidas. Quizá por ello las actualizaciones de aquellos clásicos populares han supuesto un rotundo éxito de ventas durante estos últimos años.
Desde el Mini hecho bajo la tutela de BMW hasta el rejuvenecido FIAT 500 -pasando por el New Beetle- tirar de nostalgia y encanto “oldie” hace las delicias de los departamentos contables de las principales marcas. Sin embargo… Rusia es un mundo aparte. Con sus proporciones continentales, su clima invernal extremo y lo accidentado de su geografía, amén de su pasado comunista, este país ha impreso en sus coches la rudeza y simplicidad necesarias para sobrevivir en semejante ambiente.
Es por ello que en la historia del automóvil ruso hay pocas ocasiones para la belleza de las carrocerías o lo sofisticado de las mecánicas. Allá el lema “menos es más” que caracteriza a la practicidad extrema se convierte en canon haciendo que lo bonito y avanzado sea lo fiable y, en caso de estropearse, lo fácil de arreglar.
Por todo esto -y al contrario que con los modelos antes mencionados- no ha sido una empresa la encargada de resucitar al popular ZAZ 965, sino unos particulares entusiastas capaces de crear su particular reinterpretación del clásico ruso sobre el chasis de un New Beetle. La misma no es enteramente fiel al original, pero hay que reconocer que tiene su encanto, y además nos sirve para contaros la historia de los ZAZ 😉
ZAZ 965: EL COCHE DEL PUEBLO EN EL PAÍS DE LOS SOVIETS
Todos los países tienen un coche que es el símbolo de la motorización de sus clases populares; en Francia tienen el 2CV, en Alemania el Beetle, en Inglaterra el Mini, en España el 600 y en Rusia… En la Unión Soviética tuvieron el ZAZ 965. Un pequeño ulitilitario urbano que estuvo inspirado en el FIAT 600. Sin embargo, el ZAZ adquirió personalidad propia al crearse con las necesidades rusas en mente.
Tras varios ensayos con diferentes motores entre los cuales aparecieron un bicilíndrico Ural que sólo aguantó en las pruebas 30.000 kilómetros y un bóxer finalmente desechado inspirado en la mecánica del VW Escarabajo… 1960 fue el año en que se presentó la popular montura para el pueblo soviético.
Producido en Ucrania, el ZAZ 965 montaba un propulsor V4 de 746cc y 23 CV refrigerado por aire, suficiente para motorizar los poco más de 600 kilos que el coche entregaba en báscula. Además, equipaba suspensión independiente con barras de torsión, lo cual no evitaba que un alto centro de gravedad causase estragos en las curvas.
Con todo esto el 965 se alzó como un coche sencillo, fácil de reparar, muy barato, duradero y adaptado a unas zonas rurales donde su conducción por asfalto se alternaría con trayectos por tierra en los cuales se agradecieron unas suspensiones y ruedas con mayor envergadura que las montadas por los mediterráneos 600.
Gracias a su coste tan barato -se llegó a decir que era el “coche de los jubilados” porque hasta con una sencilla pensión del estado uno se lo podía permitir- el ZAZ 965 se vendió como rosquillas. También se se decía que su pequeño motor era el starter de los tanques del Ejército Rojo. Fue el coche preferido por los soviéticos hasta que… 1969 vio el final de su producción en favor de sus sucesores, algo más grandes pero igualmente básicos.
49 AÑOS DESPUÉS LLEGARON UNOS ENTUSIASTAS DE LA FIBRA DE VIDRIO
Como has visto el ZAZ 965 cumplió con creces la misión para la que fue creado y por ello quedó grabado en el subconsciente colectivo de los rusos. Era cuestión de tiempo que en un momento u otro alguien le rindiera un homenaje en forma de interpretación contemporánea. Y no, no estamos hablando de hacer modificaciones extremas sobre algunos 965, sino de diseñar un coche actual con un claro guiño al pasado.
Pues bien, más o menos es lo que podemos ver en este modelo único con el que varios entusiastas del ZAZ -y de la fibra de vidrio- han tomado como base un VW New Beetle para montar sobre él una carrocería que, aún cambiando completamente las proporciones y volúmenes originales, toma sus líneas maestras para portarlas sobre el actual alemán.
Y la pena es esa: que se queda en la carrocería en vez de haber replanteado todo el coche con una mecánica y suspensiones que rindan tributo a aquel pionero «todocamino” soviético.
De todos modos ya es un paso de gigante teniendo en cuenta que lo que vemos es el fruto de unos pequeños carroceros, el cual esperamos sea inspiración para que alguno de los actuales fabricantes rusos se anime a rescatar el espíritu de aquel ZAZ 965. Y bueno, si de paso alguien se anima a resucitar el curioso Trabant de la Alemania Oriental, o los Zastava serbios, o los Skoda 110 checos, o los Gaz Volga… Nosotros encantados.