Todos los que sentimos pasión por los coches clásicos apreciamos el valor de sus historias. Al fin y al cabo, la pura acción de los años va equipando a cada vehículo con un intangible valor emocional. Ponerlo en valor es uno de los atractivos de nuestra afición, algo para lo cual no dudamos en revivir tiempos pasados. De hecho, algunos llevan eso incluso un poco más allá.
Ése es el caso del salmantino Gustavo Boyero, quien junto al fotógrafo Jaime Sánchez y la modelo Leticia Cardoso ha recreado un reportaje de marcado sabor retro para homenajear al periodista Jose Antonio Aldasoro. Retirado prematuramente por una enfermedad, este redactor y fotógrafo es una de las firmas más representativas en la historia reciente de nuestro sector.
Aunque Jose Antonio es geógrafo de formación y ciclista de vocación, su pericia a la hora de crear reportajes lo llevó a debutar en la revista ‘Motor Clásico’ allá por 1994. Un estreno protagonizado por el artículo sobre la historia del Auto-Mapa Martín Santos. Un curioso “abuelo” del GPS desarrollado, precisamente, por su propio abuelo materno.
Por lo que se ve, su pasión hacia casi cualquier máquina provista de ruedas le viene de familia. Al igual que este SEAT 127, regalo de su padre tras obtener su permiso de conducción en 1989. ¡Quién diría entonces que este pequeño atraería la atención de aficionados españoles, belgas, italianos e incluso americanos! En fin, como en cualquier buena historia lo mejor será que empecemos por el principio.
LA CONEXIÓN ENTRE UN SEAT 127 Y UN RENAULT FUEGO
Normalmente el primer coche que uno tiene no suele sobrevivir. Menos aún si es de segunda mano, pensado para ir soltándose en esos primeros años de conducción. Sin embargo, Jose Antonio tomó un cariño especial por su 127 yendo de reportaje en reportaje y carrera ciclista en carrera ciclista. Gracias a ello, lo conservó a pesar de no ser su coche del día a día desde 1995.
Pero situémonos en marzo del 2007, momento en el cual Jose Antonio Aldasoro se dirigía a realizar un reportaje sobre el Renault Fuego de Gustavo Boyero. Un joven aficionado a los deportivos ochenteros que, por los azares del destino, se convertiría en el restaurador del 127 protagonista de esta historia. Tras una repentina crisis muscular mientras realizaban las fotos, Gustavo y su tío ayudaron a Jose Antonio a regresar a su casa. En este momento nació su amistad, la cual fue cimentándose en las numerosas concentraciones a las que asistían juntos.
Llegado el verano, Jose Antonio agradeció a Gustavo el gesto de meses atrás regalándole su preciado SEAT 127. Gesto que éste recibió con las palabras “acepto, pero con la condición de que lo voy a restaurar”. Algo que sin duda suponía un reto ya que, aunque el coche tenía la ITV en regla, su estado distaba de ser el ideal. Eso sí, en materia de repuestos no habría ningún problema gracias a que “dentro del coche había otro 127 despiezado”.
LA RESTAURACIÓN COMO EL MEJOR HOMENAJE
Durante 9 años Gustavo conservó el SEAT en un cobertizo. Llegando 2016 la promesa de restauración cobraba un nuevo sentido: había que hacer un homenaje a Jose Antonio tras su retirada profesional. Y bueno, ¿qué mejor manera de llevarlo a cabo que dejando en perfecto estado el clásico al que tanto aprecio tuvo?
Fue entonces cuando Gustavo se lanzó a la aventura de dejar impoluto al SEAT 127, atrayendo incluso la atención de medios y aficionados de lugares como Estados Unidos, Argentina, Italia o Bélgica. En fin, está claro que cuando una buena restauración es la culminación a una historia llena de emotividad… Los aficionados saben apreciarlo.
De hecho el interés por esta historia se renueva cada año, ya que desde hace dos se viene lanzando un calendario de homenaje a Jose Antonio Aldasoro. Algo que se complementó con esta recreación del reportaje en el que la revista Cuatro Ruedas presentaba en 1974 la versión cuatro puertas del popular SEAT 127.
Como véis, un cuidado “remake” realizado en el Hotel Don Fadrique de Alba de Tormes para poner el broche perfecto no sólo a esta restauración a capricho, sino también al homenaje a una de las firmas más conocidas en el periodismo de clásicos de nuestro país.
Una restauración de 10,enhorabuena, y una mención especial a la modelo que ha posado con mucha naturalidad.