FOTOS CORVETTE C3 VIN#00002: MBP MOTORCARS / FOTOS CORVETTE C3 «WATERFIND»: ADVENTURES WITH PURPOSE
A Fignon lo apodaron “El Profesor”. Al fin y al cabo no era normal ver a un ciclista con gafas y coleta. Una pose intelectual con la que se alzó a lo más alto del cajón en los Tour de Francia de 1983 y 1984. 5 años más tarde, en 1989, estuvo a punto de revalidar el maillot amarillo. Sin embargo, perdió el Tour ante Greg LeMond por tan sólo ocho segundos. Algo con un sabor amargo extra, ya que fue durante el último día de competición.
Pero lo de Ullrich fue aún peor. El alemán sabía sufrir, subiendo a golpe de riñón con la potencia de unas contundentes piernas capaces también de imponer su ley contra el crono. Eso sí, tuvo la mala fortuna de encontrarse con un norteamericano famoso por su exceso de técnica: Armstrong. Ante él quedó segundo en los Tour del 2000, 2001 y 2003. Y también en los de 1996 y 1998, aunque estas veces ante Bjarne Riss y Marco Pantani respectivamente.
Tanto en el caso de Fignon como en el de Ullrich se atisba la misma tragedia. La tragedia del segundo. La de aquel que casi gana, que es como si lo hubiera ganado, que sólo se ha quedado a unos segundos pero… Que no, que no se ha vestido de amarillo en París.
Algo parecido es lo que le ocurre a este Corvette C3 con número de chasis VIN#00002. Y es que está perfectamente conservado, cuenta con un gran encanto, lo tiene todo pero… Por los pelos no es el primero de todos los salidos de la cadena de montaje. No obstante, sí es el más antiguo del que se tenga constancia. Y eso ya tiene bastante mérito. Ahora está disponible en un concesionario de Ohio.
CORVETTE C3 VIN#00002: EL PRIMERO, O CASI
Inspirado por las líneas musculosas del prototipo Mako Shark II de 1965, el Corvette C3 supuso el salto al futuro del deportivo americano por excelencia. Y es que, aunque muchos estéis pensando en el Mustang… Lo cierto es que el Corvette apareció unos 11 años antes, llevándose este honor por puros méritos cronológicos. Una cronología que sonrió especialmente al C3, ya que esta tercera evolución del Corvette estuvo en cadena de montaje desde 1967 hasta 1982.
La mayor parte de las motorizaciones se basaron en el mítico Small Block de Chevrolet, aunque las más potentes lo hicieron sobre la base de los Big Block o el ZL1 de aluminio montado en algunos Camaro durante 1969. En el caso de este Corvette VIN#00002 el motor es un L79 de 5’4 litros capaz de rendir 350CV de potencia. Una fuerza bruta mandada al eje trasero a través de una transmisión manual de cuatro velocidades.
Viendo las fotos, la verdad es que el motor está de un limpio que dan ganas de calentarse la comida sobre la toma de aire de la carburación. Algo que se complementa con un interior perfectamente conservado, al igual que una carrocería original a excepción de su reciente repintado. Todo ello verificado por el Classic Car Affirmation Service, así como por un buen conjunto de documentos que avalan la historia del Corvette desde el día de su venta.
UN CORVETTE RESCATADO DE LAS AGUAS
Lo cierto es que el Corvette C3 VIN#00002 no sólo tiene el fetiche de ser uno de los primeros ensamblados, sino también un estado de conservación tan excelente que es mirarlo y transportarse directo a cinco décadas atrás. Del recuperado este pasado verano en el fondo de un río de los Estados Unidos… No puede decirse lo mismo.
Aún con lo deformado de la carrocería hay detalles que apuntan a que se trata de un Corvette C3 fabricado en 1982. Justamente el año de la última versión del C3, reconocible por tener la misma luneta trasera que las series fabricadas desde 1978 pero recuperando el remate trasero en alerón propio de las primeras. Una unidad que, de poder llegar a recuperarse, necesitará de una labor descomunal para volver a poner sobre el asfalto una mecánica olvidada en lo profundo de las aguas desde finales de los 80. Seguramente como víctima de algún tipo de fraude al seguro.
Para sacarlo hubo que colocar flotadores que alzasen al Corvette C3 desde el fondo, donde cúmulos de cieno lo tenían prácticamente sepultado. Lo curioso es que junto a él yacían varios coches más, entre ellos Jaguar y un Escarabajo. Debe ser que el lugar era el preferido por los denunciantes de robos falsos… En fin, todo un cementerio submarino que haría las delicias de los restauradores adictos a los retos más duros.