FOTOS FERRARI 512S: 19BOZZY92
Estos días todo suena más silencioso. Las calles están vacías y, de repente, lo único que rompe el sonido de un lunes por la tarde es la familia de al lado jugando al parchís. Unos días extraños en los que el confinamiento da un toque realmente irreal. Pero tranquilo. Aunque ahora no puedas hacer rugir a tu clásico, desde La Escudería te traemos material para romper el silencio con el aullido de los motores. Si hace unos días te hablábamos sobre películas… Hoy te sugerimos subir los altavoces con el sonido de un V12 Ferrari de altos vuelos grabado el estupendo canal de Youtube especializado en sonido 19Bozzy92.
No obstante, si nos hiciste caso con las recomendaciones de cine ya habrás escuchado este mismo motor. Y es que hoy vamos a hablarte del Ferrari 512S con número de chasis 1016. Una de las tan sólo 25 unidades fabricadas para la temporada de 1970, conocida habitualmente por el apodo de “Coda Lunga” debido a su peculiar remate aerodinámico. Más allá de ser uno de los V12 más excitantes de todos los tiempos, esta unidad es conocida por haberse usado en la película Le Mans.
Si eres un rastreador de números de chasis, ya sabrás que el más usado en la misma es el 1036. Nacido como vehículo de pruebas para la Scuderia Ferrari, en 1970 fue vendido a Solar Productions de cara a protagonizar las más de las escenas en los históricos piques con el Porsche 917. No obstante, esta unidad también apareció en las escenas, justo después de haber competido en Targa Florio y Le Mans 1970. Un ensayo interpretativo de primera el de este Ferrari 512S, al que acompaña con un sonido adictivo.
FERRARI 512S: SONIDO BRONCO PARA UNA APUESTA ARRIESGADA
El dominio de Ferrari en las carreras de resistencia fue completo hasta mediados de los 60. Hasta la llegada del triplete de Ford en Le Mans, los cavallinos se enseñorearon de los circuitos, siendo frenados en seco cuando a finales de la década una serie de acontecimientos hizo que los de Maranello se centrasen únicamente en la F1. Uno de esos acontecimientos fue el cambio de normativa aprobado en 1968, mediante el cual los prototipos no podían exceder una cilindrada de 3 litros.
Y vaya, ¿con qué solía competir Ferrari? Pues sí, justamente con prototipos. Así las cosas, los de la Scuderia tuvieron que replantearse sus diseños. Lo primero era rebajar la cilindrada para cumplir las nuevas normas del Grupo6. Esto lo consiguieron gracias al lanzamiento en 1969 del Ferrari 312P. No obstante, sus resultados no fueron espectaculares.
¡Y eso que Mario Andretti y Pedro Rodriguez pilotaron algunas unidades! Toda una sorpresa, más aún teniendo en cuenta que el segundo venía en estado de gracia tras ganar las 24 Horas de Le Mans en 1968.
En suma, así las cosas los ingenieros de Ferrari sólo veían posible volver a los primeros puestos burlando de alguna manera el límite de los tres litros. Con una cilindrada de cinco litros en mente, los italianos decidieron hacer lo mismo que había hecho Porsche con su 917. Ni más ni menos que construir al menos 25 unidades para lograr la homologación del Grupo5. Una apuesta muy arriesgada, ya que desde el punto de vista financiero carece de lógica. Sin embargo, Ferrari contó con el apoyo de la FIAT de Agnelli.
FERRARI 512, MUCHA POTENCIA PERO POCA EXPERIENCIA
Tras el empeño de L’Avvocato Agnelli y el Commendatore Ferrari, la temporada 1970 contempló el lanzamiento del 512S. Su motor de nueva creación desarrollaba 560CV gracias a sus 12 cilindros. Toda una bomba de potencia que, sin embargo, estuvo lastrada por 3 factores frente a su principal rival: el Porsche 917. El primero fue el peso. Lejos de usar componentes como el magnesio (que hacían del alemán una pira con ruedas), el Ferrari 512 contaba con un chasis de acero. ¿Resultado? Un comportamiento más lastrado.
Algo a lo que se sumó el hecho de que Porsche ya había ensayado con el 917 durante la temporada anterior, mientras que Ferrari partía de nuevas. Llegados a este punto, lo cierto es que el tercer factor no fue tanto mecánico como comercial. Nos explicamos: de las 25 unidades del 512, sólo unas pocas quedaron en manos de la Scuderia. Las demás acabaron en manos de equipos privados (uno de ellos Escudería Montjuich), no recibiendo el suficiente apoyo por parte de la casa de Maranello. Algo que no ocurría con Porsche, la cual respaldaba con firmeza a los equipos con un 917 en sus filas.
Así las cosas, sólo faltó un golpe de gracia para acabar con la historia del Ferrari 512. Un golpe que llegó el mismo año de su estreno, cuando una modificación en el reglamento lo dejó fuera de competición. Así acabó la breve historia de este cavallino, dotado de muy poca fortuna como para alcanzar el que era su objetivo: reconquistar los laureles en Le Mans. Un circuito en el que Ferrari no ha vuelto a reinar aunque… Aún a día de hoy, el sonido del 12 cilindros del Ferrari 512S sigue imponiendo respeto.