FOTOS LANCIA DELTA EVO2: NM/2255 CAR VIDEOS / SARTORI RACING
Que el Lancia Delta es una leyenda del rendimiento deportivo no es nada nuevo. Una leyenda con multitud de variantes diferentes entre sí. Y es que, aunque todas tienen un mismo punto agresivo y radical, hay diferencias bastante significativas entre por ejemplo el HF 4WD y el brutal S4. De hecho, quizás este amplio panorama de preparaciones fue lo que hizo del Lancia Delta un coche presente en todo tipo de rallyes, ya que dentro de una misma gama se ofrecían variantes muy diferentes. Hoy nos vamos con la última de todas ellas. Y no, no hablamos del S4.
No hablamos de ella por la sencilla razón de que, aunque en teoría se fabricaron las 200 unidades necesarias para su homologación en el GrupoB, esta versión tiene poco que ver con los Lancia Delta de calle. Quitando de la ecuación la bestia con la que Henri Toivonen sufrió el accidente mortal que puso fin a la historia de esta categoría, la última versión del Lancia Delta es la EVO2. Un rabioso devorapistas con cuatro cilindros, 16 válvulas, 215CV y un turbo Garrett ajustado a 1 bar.
Producido tan sólo de 1993 a 1994, hoy en día los Lancia Delta EVO2 son un unicornio de lo más disputado. Partiendo de ahí, Sartori Racing ha rizado el rizo desarrollando una preparación que, vaya, suena de una manera pavorosa. Y no, para nada queremos decir que hayan obtenido un mal resultado. Todo lo contrario. De hecho, su comportamiento es tan bestial que emite un sonido… Pues eso, pavoroso. Antes de seguir leyendo te recomendamos subir los altavoces y escuchar. Produce tanta atracción como miedo. Impone.
SARTORI RACING. EL PARAÍSO DE LOS LANCIA DELTA
Si los Lancia Delta EVO2 ya son radicales de por sí, lo de esta unidad preparada por Sartori Racing es caso aparte. No obstante, tampoco puede sorprendernos demasiado viniendo de este auténtico especialista en rallyes. Echemos un vistazo rápido a sus credenciales: más de treinta años a sus espaldas, unos 650 rallyes disputados, 40 de ellos del campeonato mundial, ganador del campeonato italiano, 150 victorias en diversas categorías… Y todo ello siendo un taller especializado en los Lancia Delta. En suma, el paraíso para cualquier apasionado del modelo.
En esta ocasión han optado por explotar al máximo las cualidades del Lancia Delta EVO2, creando una máquina radical por los cuatro costados. Desgraciadamente, no podemos decirte demasiado sobre las especificaciones mecánicas de esta unidad, aunque lo cierto es que, a juzgar por el sonido y los apliques aerodinámicos, tienen que potenciar bastante al modelo original. Un modelo que, lanzado en 1993, suponía la sexta y última evolución deportiva del Lancia Delta.
Derivado del HF Integrale EVO1 “Deltona”, el EVO2 vino a revalidar los éxitos de sus precedentes. Y ojo, porque éstos no eran menores. De hecho el EVO1 ganó el campeonato mundial de 1991 con Juha Kankkunen a los mandos. El canto de cisne del equipo oficial, ya que a partir de este momento Lancia ya no estaría como tal en los rallyes. Algo que se unió a la venta por parte de FIAT de la factoría de Chivasso, en la durante décadas se ensamblaron modelos como el Fulvia o el mismo Delta.
LANCIA DELTA EVO2. EL PUNTO DE PARTIDA
Obviamente los Lancia Delta EVO2 de serie no son como la bestia que Sartori Racing ha desarrollado. Básicamente porque han de cumplir con homologaciones de calle que esta unidad, carente de matrícula, seguramente no tenga que respetar. De ahí su brutal sonido saliendo de un escape sin control. Pero ojo, porque la versión de fábrica de la cual deriva tampoco es que sea un sencillo utilitario. De hecho, ya con el lanzamiento de la versión EVO1 en 1991 el talante del Lancia Delta se hacía más agresivo con unos vistosos pasos de rueda ensanchados.
Bajo la nueva carrocería, la mecánica del EVO2 mejoró 5CV respecto a la de su antecesor. Una mejora que puede parecer insignificante, pero que redondeaba el conjunto hasta los 215CV a 5.750 rpm. Un verdadero mérito esto de ganar potencia, aunque sea poca, si tenemos en cuenta que el EVO2 ya incluía catalizador en todas las unidades. Esta cuestión exigió la puesta a punto del motor. El encargo se hizo a Magneti Marelli, incluyendo una centralita que mejoraba las prestaciones. Pero, ¿cómo? Pues alterando la inyección para que se adaptase a cada cilindro.
Analizando la temperatura del aire con el que se realizaba la admisión, la centralita toma decisiones sobre la detonación y la presión del turbo. Algo que, a los que aún siguen apegados a las mecánicas sin informática de por medio, les puede parecer de ciencia ficción. Eso sí, todo ello puesto al servicio de una forma radical y exigente de entender la conducción. Porque eso es la última evolución de serie del Lancia Delta (sacando del listado la S4): un canto a lo más bruto del automovilismo. Aunque, cuidado, porque en esta unidad de Sartori Racing creemos que se ha escalado un peldaño más.