FOTOGRAFÍAS: DUPONT REGISTRY / FERRARI CLASSICHE
La mecánica automovilística es tributaria de la aeronáutica. Esto no es nada nuevo. En este momento, muchos estaréis pensando en los inmensos motores de preguerra instalados en coches cazarecord. Sin embargo, y más allá de estos vehículos tan impresionantes como aislados, lo cierto es que elementos tan comunes como el turbo o la inyección directa derivan de los cielos. Algo que sigue sorprendiendo a muchos aficionados, tanto como descubrir una lancha Ferrari.
Y es que sí, Ferrari no sólo se ha salido de su típica senda de carretera o circuito con los 308 GTB para los Grupo 4 y B. También hay un ejemplo aislado que apuntó al agua para ser una lancha de carreras. Se trata del Ferrari Arno XI de 1952. Un proyecto bastante desconocido que, lejos de ser la simple idea de un particular, contó con el apoyo decidido de la propia Scuderia, seducida por la idea de ser la más rápida sobre las aguas.
Para ello, esta lancha Ferrari tiene como corazón un motor derivado directamente de la F1. Algo a lo que se suman diversos cambios en la mecánica para hacer de esta lancha de carreras un as acuático que aún sigue conservando el récord mundial de velocidad en su categoría de 800 kilos. Llegado a nuestros días en perfecto estado de conservación, la Ferrari Arno XI está ahora mismo a la venta por un precio sólo declarado bajo consulta.
LANCHA FERRARI ARNO XI. UN V12 SOBRE LAS AGUAS
Achille Castoldi es uno de los nombres clave en la historia de las carreras sobre el agua. Nacido en 1904, este ingeniero comenzó a coleccionar récords mundiales de velocidad desde 1930. Según subía de categoría, su ambición lo hacía al compás, necesitando de motorizaciones cada vez más potentes. Por ello, tras alternar ingenios Maserati y Alfa Romeo aplicados a sus embarcaciones, ser el más rápido en el segmento de los 800 kilos requería algo más: una lancha Ferrari.
Así las cosas, en 1952 Castoldi utilizó sus buenas relaciones con Alberto Ascari y Luigi Villoresi para llegar hasta Enzo Ferrari. Teniendo en cuenta que estos dos pilotos fueron los primeros de la Scuderia en una recién inaugurada F1 en 1950… Sin duda no pudo tener mejores embajadores. Llegados a este punto la idea era clara: conseguir que los de Maranello le entregasen uno de los motores de la última temporada de F1. Ni más ni menos que un V12 de 4’5 litros y 385CV corazón de los 375 F1.
Seducido por la idea de ser también el más rápido sobre el agua, Enzo Ferrari colaboró de buena gana, involucrando a Aurelio Lampredi -diseñador jefe de motores- para trabajar con Castoldi. Con estas facilidades el ritmo de trabajo fue acelerándose, teniendo lista en el mismo 1952 esta lancha Ferrari. Eso sí, la Ferrari Arno XI eleva la potencia del motor original hasta los 550/600CV gracias a dos compresores y una relación de compresión mucho más exigente. Todo para desplazar sus 6,2 metros de largo.
1953. UNA LANCHA FERRARI HACIA EL RECORD MUNDIAL
Tras unas primeras pruebas, el 15 de octubre 1953 llegó la hora decisiva para este barco de carreras. Batir el récord mundial de velocidad en la categoría de 800 kilos. Para ello, Castoldi se trasladó al Lago Iseo -cerca de Bérgamo-. Allí alcanzó los 242’708 kms/h de velocidad punta, logrando un récord que aún no ha sido superado dentro de su categoría. Todo un éxito para esta lancha Ferrari, la cual aún estaría unos años más en competición. Eso sí, tan sólo uno más con Castoldi, ya que éste sufriría en 1954 un duro accidente que ocasionó su retirada.
Guardada en un almacén, fue rescatada para la acción por Nando Dell’Orto, quien compró esta lancha de carreras en 1958. Realizando algunas modificaciones en el motor, este nuevo propietario hizo que la Arno XI ganase el Campeonato de Europa de 1963. Tras esta segunda vida, la lancha Ferrari acabó en unos almacenes hasta finales de los 90, momento en el que se deja ver de nuevo en cesiones temporales al Museo Ferrari. Aquí también experimenta su primera restauración, la cual realmente no tocó demasiado el motor. Algo que se acaba de subsanar hace unos meses con el meticuloso trabajo realizado por Ferrari Classiche.
Ahora esta lancha Ferrari Arno XI de 1952 luce de nuevo como en los primeros días, esperando encontrar un nuevo dueño a través del Dupont Registry. Sin duda, uno de los Ferrari más extraños de todos los tiempos. De hecho, el único concebido para moverse sobre el agua.
La vi en el Museo Ferrari, es espectacular!!