Citroën XM
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Citroën XM, una alfombra voladora problemática

A finales de los 80, Citroën puso en circulación el reemplazo del mítico CX. No era una tarea sencilla, así que fue a por todas y buscó romper moldes con innovaciones y con un diseño de Bertone. Y lo hizo, vaya si lo hizo, aunque metieron la pata hasta el fondo con los dichosos ahorros de costes…

Citroën es, a todas luces, una fabricante que ha tenido momentos muy dispares. Ha sido una marca muy innovadora y atrevida, empleando soluciones llamativas, ideas a veces un tanto locas y diseños que, te gusten o no, siempre han estado cargados de personalidad. Esto ha sido, quizá, uno de sus particulares más polémicos y que ha marcado, en ocasiones, el devenir y el éxito de sus modelos. 

No obstante, esto del diseño también ha tenido sus más y sus menos, habiendo pasado por etapas variopintas. Por ejemplo, se pasó del llamativo Citroën BX, un coche casi de culto a día de hoy, al Citroën ZX, que si bien fue un gran coche, pecaba de un diseño bastante convencional. Luego vino el Xsara, más convencional todavía que el ZX, pero más tarde llegó la primera generación del C4 y se volvió a recuperar la auténtica personalidad de la marca. Atrevida, rompedora, «especial». 

Actualmente, la firma francesa parece aprovechar las tendencias de mercado, con diseños cada vez más recargados y rebuscados, para dejar fluir al máximo su particular personalidad. Los diseñadores se han dejado llevar y han dado forma a una de las generaciones de Citroën menos convencionales de los últimos años. El actual Citroën C4 es uno de los coches más raros que ha sacado la marca a producción, casi tanto como los Citroën AMI 6

Sin embargo, donde la marca siempre ha mantenido su personalidad intacta, ha sido en los modelos más representativos del catálogo, en los más grandes, equipados y potentes. Podríamos decir que todos los descendientes del deseado Citroën DS han mantenido su personalidad y las características básicas de todo Citroën. Ahí está el genial Citroën CX, un modelo que está considerado como uno de los mejores coches de la marca de toda su historia, de hecho, sin ir más lejos, la revista Autopista le otorgó el galardón del Mejor coche de todos los tiempos. 

Mucha expectación dada su condición

Hablamos de Citroën, una marca que en foros y en redes sociales siempre se vapulea, se critica y hasta cierto punto, se menosprecia. ¿Cómo es posible que una marca así tenga en su haber algunos de los coches más deseados y respetados? Puedes preguntar a quien quieras cosas sobre, por ejemplo, el Citroën BX GTi, o sobre el Citroën GS. Incluso puedes preguntar a quien quieras cosas sobre el Citroën XM, uno de los últimos Citroën “de verdad”, según los más fanáticos de la marca. 

El Citroën XM es, precisamente, el sustituto del CX, algo que supuso un enorme peso para este coche que, sin embargo, no desmerecía en nada su antecesor. Todavía es fácil recordar comentarios respecto al XM, siempre negativos hacia su diseño o, simplemente, hacia el hecho de ser un Citroën. Y sin embargo, hoy hablar del XM es hablar de un gran coche, un modelo que parece estar siendo mejor considerado por los aficionados. Pero claro, el coche arrastra una mala imagen que no está totalmente justificada. Sí, hubo unidades que dieron problemas, pero fueron principalmente de la primera serie, algo bastante más común de lo que muchos se piensan y no sólo en Citroën. ¿Nunca has oído hablar de los “problemas de juventud”? 

Con nada menos que 30 años a sus espaldas, el Citroën XM es todo un clásico por derecho propio. Quizá no lo parezca por diseño, pero hay que tener en cuenta que los futuros clásicos serán muy diferentes a lo que estamos acostumbrados. Su diseño corrió a cargo de Giuseppe Bertone, quien supo mezclar a la perfección un estilo personal y, por así decirlo, peculiar, con la modernidad que se requiera allá por 1989. Fue el coche que estrenó el diseño que luego luciría el Citroën Xantia y, hasta cierto punto, el Xsara. Escogió una carrocería berlina, con portón trasero (un “dos volúmenes”, no un sedán de tres cuerpos), con un buen trabajo aerodinámico como venía siendo costumbre en la marca. 

Era un auténtico Citroën un diseño con personalidad, un habitáculo donde también se podían ver rasgos de la marca (como su volante de un solo brazo en las unidades sin airbag) y en su conducción, gracias a la suspensión hidroneumática de nuevo diseño y más avanzada que nunca. El Citroën XM llevó el confort de marcha un paso más allá, al introducir un control electrónico en las famosas suspensiones de la marca. Fue el primer Citroën en montar unas suspensiones de control electrónico. 

Un desastre que supuso el despido de un equipo de ingenieros al completo

Cuando el Citroën XM salió al mercado, era pionero en muchos apartados, como la mencionada suspensión de control electrónico. Comparado con otros sistemas, incluso modernos, la solución empleada por Citroën era una verdadera suspensión adaptativa. Además del sistema de gestión electrónica, se añadía una tercera esfera para cada eje, que se podía “unir” a las otras dos o desconectarse, modificando tanto el tarado como la constante elástica. ¿Os acordáis del Xantia Activa? Pues es una evolución de este sistema del Citroën XM. 

Podía ser una alfombra voladora, con un confort superlativo o un coche super eficaz, difícil de seguir en una carretera de curvas. Uno de los mejores equipos de suspensión que se han desarrollado nunca, que también permitía que el ABS funcionara de forma excepcional logrando unas distancias de frenado espectaculares. También equipaba, aunque fue el último modelo de Citroën en hacerlo, la dirección Diravi, una dirección asistida muy especial, que además de autocentrado, modificaba la asistencia en función de la velocidad y podía funcionar sin conexión directa entre el volante y la cremallera, aunque esa conexión existía por temas de seguridad. 

Era un compendio tecnológico para su época, incluso montaba el primer volante multifunción del mercado o el arranque codificado, pero eso le llevó a ganarse una fama bastante poco agraciada. El Citroën XM fue el primer automóvil de producción mundial en usar una instalación eléctrica multiplexada, exactamente igual que cualquier automóvil moderno. El problema no vino por usar esta instalación eléctrica, sino por los recortes en costes que se llevó a cabo en el sistema eléctrico y que afectó mucho a los conectores. 

Muchos ya saben como acaba esta historia. Los talleres de la época no estaban preparados para un coche tan complejo, no disponían de los conocimientos ni tampoco de las herramientas, mientras en paralelo los XM que circulaban por las calles no paraban de dar problemas. La marca intentó salvar la situación con el restyling de 1995, pero el Citroën XM estaba herido de muerte y las ventas, comparadas con sus antecesores, fueron testimoniales. No obstante, se alcanzaron casi 300.000 matriculaciones, mientras que el equipo encargado del desarrollo del sistema eléctrico fue despedido en bloque. 

Curiosamente, un coche muy apreciado actualmente

A veces, innovar sale muy caro y el Citroën XM es una muestra de ello. No se puede intentar sorprender con soluciones super novedosas, si luego no se cuidan detalles como las conexiones eléctricas. El caso es que muchos propietarios solucionan este problema y se encuentran con un coche que puede durar muchísimos años, pues la calidad, para la época, era bastante buena en otros apartados como el ajuste del habitáculo o los motores. 

Una de las cosas que se menciona  en foros y que también parece ser una leyenda negra, tiene que ver con las copelas de la suspensión delantera, que acaban reventadas y con la torreta asomando por el capó. Pero también los propios foros dan los motivos de dichos fallos y se centran, principalmente, en un mal mantenimiento de las esferas, racaneando en la sustitución de las mismas y su montaje. 

Indistintamente, el Citroën XM es uno de los últimos Citroën de su categoría. Posteriormente llegó el Citroën C6, otro modelo que conservaba la esencia de la marca en todos sus apartados.  Después del C6, lo más parecido a estos coches es el DS 9, al menos en Europa. Y no, Citroën no volverá a ofrecer un modelo como estos, al menos a corto o medio plazo, pues ya tiene listo el Citroën C5 X, un coche que resulta un poco complicado definir. 

Escrito por Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo.

Me gusta mucho la historia del automóvil y actualmente estoy creando una biblioteca personal dedicada, en exclusiva, a la historia del motor en España. También cuento con una enorme colección de material escaneado y he escrito el libro "El 600, un sueño sobre ruedas" (editorial Larousse).

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