Miguel Sánchez
Sin querer entrar en debates, lo cierto es que Citroën es una de las marcas con mayor carácter en la historia del automovilismo europeo. Algo que comparte con Lancia, ya que ambas empresas siempre estuvieron a la vanguardia de la técnica en sus momentos de esplendor. Desde las suspensiones hidroneumáticas que Rolls-Royce no pudo replicar hasta la carrocería autoportante instalada por primera vez en un automóvil de gran serie, Citroën cuenta con muchos ejemplos para evidenciar esta singularidad. Además, la gran virtud de la marca gala es que ha sabido ser original al tiempo que masiva.
Es por ello que sus utilitarios y turismos se han vendido por millones, mientras que el mercado de vehículos industriales ha sido atendido con modelos tan icónicos como la Type H o la C15. Furgonetas tan populares como robustas, las cuales agrandan la lista de vehículos profesionales inaugurada por Citroën cuando en los años treinta se lanzó a la producción masiva de camiones. Tanto así que en 1931 fundó la Compagnie de Transports Citroën, la cual estuvo funcionando hasta 1978 como una empresa de autobuses de línea con trayectos desde Varsovia hasta Montecarlo.
Una línea de negocio en la que Citroën aprovechó las bondades de sus modelos industriales, los cuales conocieron dos etapas bien distintas gracias al Type 45. Comercializado a partir de 1934, este camión no sólo contaba con una versión de gran distancia entre ejes ideal para montar autobuses. Sino que también tuvo un motor pensado para él en vez de contar con algún derivado de los ingenios montados en la gama de turismos del momento. Una gama en la que ya existían modelos de seis cilindros, pero con intenciones más exclusivas que las del popular Citroën Type 45.
CITROËN TYPE 45. SEIS CILINDROS EN LÍNEA PARA UN VEHÍCULO VERSÁTIL
Hasta la llegada en 1934 del Citroën Type 45 los vehículos industriales de la marca basaban sus motores en los ya montados en la gama de turismos. Así las cosas, camiones tan populares como los T23, T29 y T32 partían de los bloque motor de cuatro cilindros en línea típicos de los turismos Rosalie -1932- y Traction Avant -1934-. Dos modelos complemente burgueses que prestaban sus mecánicas a la gama de industriales, la cual vivió un gran impulso con la aparición del Type 45.
Type 23 en el Aeropuerto de París
Y no es para menos, ya que tanto el motor como las dimensiones hacen de nuestro protagonista un modelo con mayor entidad que sus precedentes. En lo primero, su motor de seis cilindros en línea rendía unos 74CV con una cilindrada de 4580cc. Algo nada desdeñable para aquellos tiempos, con un diseño muy similar al que montaría a partir de 1938 el Traction 15 Six. Evolución potenciada del Traction Avant añadiendo dos cilindros más con una cilindrada total de 2867cc. Bastante menos que la presentada por la adaptación de ese esquema mecánico al Citroën Type 45.
En lo segundo, el Type 45 ofreció dos chasis. Uno de batalla más corta perfecto para camionetas o vehículos de carga de tamaño medio y otro alargado pensado para autobuses. La base los Type 45 S de 33 plazas tan comunes en Francia, pero que también lo fue para los camiones de caja larga 45 U. Justo la serie a la que pertenece el vehículo que ves en las fotos. Protagonista al mismo tiempo de una gran cantidad de camiones de bomberos, complementada por una tercera serie con motorización diésel llamada Type 45 D.
A SUBASTA UNA UNIDAD DE 1948 EN ESTADO ORIGINAL
A pesar de que los vehículos industriales suelen fabricarse en series largas -del Citroën Type 45 se llegaron a ensamblar más de 70.000 unidades-, sus vidas sufridas hacen que la mayor parte de ellos acaben como chatarra. Es por ello que resulta muy complicado encontrar unidades en estado original de ciertos vehículos tan comunes como poco valorados en su época. En este sentido, la unidad que ilustra esta artículo es una verdadera rareza, más aún si tenemos en cuenta el relativo buen estado de la mecánica, la chapa y la cabina.
Necesitado de arreglos evidentes pero no imposibles, este Citroën Type 45 U de 1948 almacenado en la localidad toledana de Yuncos es una buena base para cualquier aficionado interesado en emprender un proyecto de restauración. Además, este camión cuenta con el atractivo de conservar la rotulación de la empresa leonesa para la cual trabajó realizando viajes por el norte de España. En ellos, la carga se depositaba en la caja de madera que estás viendo: la original. Deformada especialmente en la zaga, ésta necesita de arreglos en carpintería.
Sin embargo, cuenta con todo el atractivo de una pieza poco vista dentro del panorama de clásicos. Algo a lo que sumar los curiosos motivos Art-Decó que puedes encontrar en el interior de la cabina. En suma, un interesante proyecto de restauración para cualquier amante de los vehículos industriales, el cual está a subasta en el portal de Catawiki.
Fotografías: Catawiki / Citroën
