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Cinco modelos esenciales en Pebble Beach 2022, crónica de las piezas únicas

La 71 edición del Pebble Beach ha sido una muestra de clásicos increíbles. No obstante, nosotros hemos hecho una selección de cinco con la que recorreremos algunas de las páginas más exquisitas del automovilismo mundial. Una pequeña muestra enciclopédica en la que hay deportivos imposibles, restauraciones laboriosas y piezas que nos han arrastrado a una investigación ya en curso

Incluso en el mundo del automovilismo clásico son pocos los eventos con más de cincuenta ediciones. Una cifra que supera ampliamente Pebble Beach, habiéndose celebrado el pasado agosto por vez número 71. Inserto en la Semana del Automóvil de Monterrey, este 2022 ha vuelto a ser uno de los mejores escaparates para los clásicos de altura. Toda una panoplia de piezas únicas, restauraciones exquisitas, grandes deportivos y una amplia representación previa a la Segunda Guerra Mundial. Sin duda, un amplísimo con el que podríamos llenar nuestro calendario de publicaciones durante varias semanas.

No obstante, aunque ya os estamos preparando un artículo específico sobre uno de los automóviles vistos en Pebble Beach 2022, hoy nos quedaremos con una pequeña selección de modelos. Un verdadero reto ya que, ¿por dónde empezar a escoger? No en vano, la última edición del concurso de elegancia californiano tuvo diversas muestras temáticas a cada cual más interesante. Para empezar, en Pebble Beach 2022 se celebró el centenario de la adquisición de Lincoln por parte de Ford. Uno de los momentos clave en la historia de la gama alta estadounidense. Ya que, gracias a esta compra, el gigante de Dearborn inauguró su presencia en el segmento más exclusivo.

Tras esto, la retrospectiva del Talbot-Lago Gran Sport juntó algunas de las piezas más reconocidas en los mejores concursos de elegancia. Y es que, aunque de este modelo lanzado en 1947 sólo existen hoy en día 28 unidades, sus excelentes y atrevidas carrocerías representan algunas de las cimas del diseño posterior a la Segunda Guerra Mundial. Entre ellas la realizada por Figoni y Falaschi en 1948. Aunque también varios ejemplos interesantes firmados por Saoutchik. Bastante más ceremoniales que deportivos para ser así una correcta representación de los tiempos previos a los grandes GT de Ferrari o Aston Martin.

Siguiendo en un tono europeo, Pebble Beach 2022 cobijó una concentración temática del Alfa Romeo 8C 2300. Uno de los coches de carreras más emblemáticos de los años treinta, especialmente gracias a su magnífico motor de ocho cilindros en línea diseñado por Vittorio Jano. No en vano, sólo en el año de su estreno ganó Le Mans, el GP de Italia y la Targa-Florio. Tras esto, aún le quedaban ocho años en la cadena de montaje y los circuitos. Un automóvil tan soberbio como variado, pudiéndose ver carrozado tanto en versiones turismo como competición. Todo un placer escuchar su sonido a la orilla del Pacífico durante la ruta adjunta al concurso de elegancia.

Dicho esto, la verdad es que haríamos un artículo sólo sobre los 8C 2300 allí congregados. Al fin y al cabo, todos eran piezas únicas y más de uno contaba con un interesante historial en carreras. Sin embargo, esto no sería justo para lo que se pudo ver en Pebble Beach 2022. Por ello, tras pensarlo bastante nos hemos inclinado a hacer una breve selección con cinco vehículos. Cinco vehículos donde se alternan los ejercicios de estilo con lo puramente prestacional, ofreciendo una interesante muestra de piezas icónicas. Vamos con ello.

ASOMADOS AL FUTURISMO. SEGRE, EXNER Y EL DUAL-GHIA

A mediados de los años cincuenta se asentó lo que algunos llamaron “la línea de producción más larga del mundo”. No en vano, ésta iba desde los Estados Unidos hasta Italia para volver luego al punto de inicio. Todo ello gracias a la relación establecida entre Virgil Exner -diseñador fichado por Chrysler en 1949- y Luigi Segre -administrador de Ghia a partir de 1953-. Gracias a ella, no pocos ejemplos del futurismo estadounidense del momento se materializaron en Turín. Lugar donde eran carrozados por Ghia los chasis Chrysler provenientes desde Estados Unidos para, finalmente, cruzar de nuevo el Atlántico.

Así las cosas, los acabados de aquellos modelos sin duda eran superiores a los presentados por los vehículos ensamblados en América. Pero también su precio. De hecho, éste era bastante superior dados los problemas logísticos. Por ello, hablar de modelos Chrysler carrozados por Ghia es hablar del automovilismo norteamericano más exquisito. Además, dada la sintonía entre Exner y Segre la estética futurista del primero se mezcló con el dominio de los volúmenes ejercido por el segundo. Con todo ello, sus diseños mutuamente influenciados lograron un punto de equilibrio que, aún hoy en día, representa una de las mayores cimas para el diseño automovilístico. Una saga en la que se encuentra el Chrysler-Ghia Special Coupé o las cuatro versiones del Dogde Firearrow.

Además, en lo que se refiere a lo visto en Pebble Beach 2022 fue muy interesante contemplar en movimiento un Dual-Ghia 400 como muestra de aquella línea de producción. Producido entre 1956 y 1958, de las algo menos de 120 unidades ensambladas hoy en día sólo se conservan poco más de treinta. Con un motor Dodge Poly V8 bajo el capó, sus aletas claramente tributarias a los diseños de Exner sólo estuvieron al alcance del espectáculo o las finanzas del momento. De hecho, tanto Frank Sinatra como Richard Nixon tuvieron un Dual-Ghia 400.

TRES VIDA TIENE UN FIAT. EL 8V CHASIS 000005 EN PEBBLE BEACH 2022

Quienes tengáis más pasión por la historia de FIAT sabréis la imposibilidad que ésta siempre ha tenido de cara a entrar en la gama alta. Algo especialmente ilustrado en la historia del 130. El modelo lanzado en 1969 para medirse con las berlinas alemanas del momento gracias a su motor V6 firmado por Aurelio Lampredi. Recibido fríamente por el mercado, éste nunca consiguió el prestigio de las máquinas ofertadas por BMW o Mercedes a pesar de ser, objetivamente, un buen coche. Eso sí, con el emblema de una marca popular sobre la parrilla. Motivo más que suficiente para que muchos modelos excelentes hayan caído en desgracia comercial. Véase recientemente lo ocurrido con el Volkswagen Phaeton.

Así las cosas, a comienzos de los años cincuenta FIAT ya había coqueteado con la idea de una gran berlina. Y atención, porque querían hacerlo a lo grande. Por ello, Gianni Agnelli le encargó a Dante Giacosa un nuevo propulsor V8. Algo que hizo en un plazo más que razonable. De hecho, lo hizo antes de que el consejo directivo de FIAT decidiera dar carpetazo al proyecto de la hipotética berlina. De esta manera, la popular marca se encontró de repente con un brioso V8 entre las manos. ¿Qué hacer con ello entonces? Bueno, pues justo aquí nació la idea del FIAT 8V.

Decididos a darle salida, los ingenieros de FIAT crearon este pequeño GT a modo de imagen de marca. Una idea estupenda. Ya que, aunque los de Lingotto nunca perdieron el norte respecto a ser una marca íntegramente popular, con el 8V ganaron varias veces el campeonato de turismos italiano en la clase de dos litros. Además, muchas de las algo menos de 120 unidades fabricadas fueron la base para ejercicios de diseño realizados por Ghia, Vignale o Zagato. El carrocero que, a la tercera, acabó dando forma definitiva al chasis 000005 visto en Pebble Beach 2022.

Carrozado en primera instancia por la propia FIAT bajo el interesante diseño de Luigi Rapi, corrió la Mille Miglia de 1952 quedando quinto en su clase. Tras esto, fue enviado a Zagato de cara a ser recarrozado en forma de una pura barchetta de competición. Forma bajo la cual estuvo hasta que sufrió un accidente en carrera, teniendo que ser devuelto a Zagato para vestirlo de nuevo. Finalmente, en 1954 o 1955 adquirió la forma con la que lo pudimos ver en el Pebble Beach 2022. Representando una de las unidades más interesantes de entre todos los FIAT 8V construidos. Entre otras cosas, por ser uno de sus escasos descapotables. Una pieza única con formas limpias y proporcionadas.

UN CADILLAC EN LE MANS

De primeras, lo cierto es que Cadillac y Le Mans no son términos muy unidos. De hecho, tampoco lo son de segundas. Pues, al fin y al cabo, la forma en la que entiende Cadillac el automovilismo está en las antípodas de lo que se requería en los tiempos clásicos de esta carrera. Por ello, en este Pebble Beach 2022 sorprendió ver a los dos Cadillac que coparon no pocos objetivos en Le Mans 1950. Pertenecientes al mismo equipo, realmente asombra comprobar cómo en verdad parten del mismo modelo: el Serie 61. No obstante, mientras una unidad es básicamente la de serie con algunos retoques mecánicos, la otra es una transformación radical.

Tanto así que el público francés le apodó Le Monstre. Es más, los inspectores de la carrera pasaron no pocas horas comprobando que sí, que ahí debajo hay un Cadillac Serie 61. Y es que el planteamiento aerodinámico de este modelo forzó un recarrozado completo que, curiosamente, acaba siendo más extenso que el del modelo base. Con todo ello, lo cierto es que resulta imposible no mirar a este Le Monstre con cara de incredulidad y poca esperanza. Sin embargo, en Le Mans 1950 logró acabar undécimo en su clase. Y porque le faltó una pala.

No en vano, si el piloto hubiera contando con aquella sencilla herramienta podría haber sacado al Cadillac más rápido del arenal donde se metió tras salirse de pista. Una precaución que, por insólito que parezca, tenían no pocos competidores en el Le Mans de la época. De todos modos, ya que los de este equipo no la tuvieron el piloto tuvo que sacar el coche excavando a mano. Un esfuerzo prolongado donde se le fue un tiempo precioso para quedar mejor posicionado en la general. Llegados a este punto, tanto la prensa como el público quedaron admirados por la osadía y la originalidad de aquellos norteamericanos. Nosotros, tras el Pebble Beach 2022, lo suscribimos.

EL GANADOR. ÚNICO ENTRE LOS ÚNICOS

Alrededor del ganador en Pebble Beach 2022 tenemos un cierto debate. ¿Qué es lo más interesante de él? ¿Su propia concepción? ¿O su increíble proceso de restauración? Respecto a lo primero, cabe decir que éste es el único Duesenberg J carrozado por Figoni. Una afirmación que equivale a decir “esto es lo mejor de lo mejor”. Al fin y al cabo, el Model J es uno de los mejores automóviles no sólo de la preguerra, sino de toda la historia. Y Figoni es el diseñador que mejor entendió a la forma “en gota de agua” como se puede ver en los Talbot-Lago que antes comentábamos. Un artesano obsesivo que podía emplear más de 2.000 horas de trabajo hasta conseguir el resultado perfecto.

Entregado en 1932 a su primer dueño -un azucarero peruano-, este Duesenberg J Figoni Sports Torpedo fue trasladado a los Estados Unidos desde Francia al año siguiente. Momento en el que empieza una rocambolesca historia donde acaba perdiendo su carrocería alrededor de 1960. No obstante, décadas después su actual propietario la localiza instalada en otro chasis Model J. ¿Solución? Comprarlo para volver a juntar el bastidor y la carrocería correspondientes. Además, dado lo difícil que es encontrar repuestos para estos coches muchos actuaron como abnegados donantes.

De esta manera, el propietario se empeñó en seguir el rastro de las piezas que habían ido a parar a otros números de chasis a lo largo de décadas. Un trabajo detectivesco que acabó con este Duesenberg Model J luciendo exactamente la misma disposición con la que salió del taller de Figoni tras recibir el chasis desnudo por parte de Duesenberg. En suma, obviamente este coche merecía un premio como ganar el Pebble Beach 2022. Sin lugar a dudas.

UNA BARCHETTA DE LA CUAL HAY QUE INVESTIGAR

Más allá del ganador del Pebble Beach 2022, resulta imposible no escoger un favorito personal de entre todos los vistos aquí. Evidentemente, resulta tan difícil escoger alguno que incluso la propia idea de hacerlo suena absurda. No obstante, ya que gran parte de la existencia se basa en hilvanar un absurdo tras otro vamos a lanzarnos con el Talbot-Maserati Reggiani-Campana Barchetta de 1956. Sinceramente, lo tiene todo. Para empezar, se trata de una pieza tan desconocida como sorprendente. Tras esto, juntar un chasis Talbot deportivo con un motor Maserati de los años cincuenta es igual de potente que lo hecho en nuestro admirado Líster-Maserati.

Además, antes hemos hablado de Virgil Exner y sus proyectos con Ghia. Y al hilo de ello, ¿has visto esas aletas traseras? Parecen sacadas de un hipotético Alfa BAT Barchetta. ¡Pero es que este diseño no es de Ghia o Bertone! Sino de la pequeña e histórica casa modenesa Campana. Nacida en 1947 y cuyo logotipo luce en el lateral de este interesante deportivo. Así las cosas, ¿recordáis cómo al comienzo os decíamos que ya estamos preparando un artículo sobre un modelo de esta selección? Pues sí, es justo de éste. En fin, eventos como Pebble Beach son una enciclopedia capaz de llevarnos a otros libros. Ya estamos esperando la siguiente edición.

Fotografías: Unai Ona

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Escrito por Miguel Sánchez

A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.

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