Javillac
La historia de Crosley fue breve cuando se compara con la de otras marcas de Estados Unidos. La empresa nació en 1939 en Cincinnati, Ohio con el nombre de Crosley Corporation. El mundo salía lentamente de la Gran Depresión que había sumido en la pobreza a gran parte de la población desde hacía ya más de una década.
Previo al surgimiento de Crosley como fabricante de coches -más bien microcoches-, el hombre que dio nombre a esta empresa, Powel Crosley Junior, había hecho una fortuna en el sector del automóvil. Fabricaba piezas y accesorios para coches, de hecho, ya en la década de 1920, su compañía se había convertido en el mayor fabricante de radios para coches a nivel mundial. Por este motivo se le apodó como “el Henry Ford de las radios”.
Crosley ya había experimentado en el pasado con la idea de fabricar un coche de pequeñas dimensiones y un precio asequible para las clases más populares, pero no sería hasta 1939 cuando dicha idea se haría realidad en forma de un primer coche lanzado al mercado.
EL MICROCOCHE CROSLEY 1A
El primer coche, el Crosley 1A, un pequeño descapotable de dos puertas, se presentó en abril de 1939 en el Circuito de Indianápolis. Contaba con un peso inferior a 500 kilogramos y un precio de 325 dólares para el coupé y 350 para una versión llamada sedán de cuatro pasajeros. Esto los convertía en los coches compactos más baratos de América, un segmento en el que sólo competía con el American Bantam, que era 62 dólares más caro.
En lo referente a la mecánica el Crosley, era bastante inusual para ser un coche americano. El 1A montaba un pequeño motor de 2 cilindros tipo bóxer refrigerado por aire de origen Waukesha. Todo esto años antes del lanzamiento del Citroën 2CV, que popularizó este tipo de mecánicas a nivel mundial.
Como curiosidad, y debido al pequeño tamaño de los coches de Crosley, los automóviles se vendieron en las más de 25.000 tiendas de accesorios de coche que la marca tenía distribuidas por todo el país. Estos hacían también de concesionario, siendo posible comprar radios, neveras o coches en un mismo local.
LA GAMA CRECE
En 1940 aumenta la gama con un nuevo modelo, el 2A, que se ofrece en dos versiones “deluxe sedan” y una ranchera con la parte trasera fabricada en madera de arce. Para promocionar el nuevo coche, y en una época en la que no se contaba con el poder de la televisión, Crosley decide mandar al piloto de carreras Canonball Baker en un viaje de ida y vuelta recorriendo Estados Unidos de punta a punta. Todo con menos de 500 litros de combustible, aunque se desconoce cuánto tiempo se necesitó para completar esta odisea con una potencia de tan sólo 12 caballos.
Para la temporada de 1942, aparece el primer modelo cerrado de Crosley con techo metálico, llamado el “Liberty sedan”. Pero, tras el ataque de Pearl Harbour y la entrada de Estados Unidos en la II Guerra Mundial en diciembre de 1941, el gobierno americano obliga a cesar la producción de automóviles para uso civil. Se priorizara el abastecimiento de materias primas para la industria militar y el racionamiento de combustibles. 
Hasta ahora, los microcoches de Crosley contaban con una demanda bastante limitada de una facturación que, en su mejor año, 1941, vendió algo menos de 2.300 vehículos. Por eso, los nuevos tiempos de escasez de materiales y gasolina creaban el marco perfecto para aumentar el interés por parte del público estadounidense por estos cochecitos, que tenían un ajustado consumo promedio de 4,7 litros a los 100 kilómetros.
Por desgracia para la compañía, el gobierno de Estados Unidos estableció unas cuotas de producción para Crosley que limitó a 5.757 vehículos los que podrían fabricar antes de detener la fabricación civil. 
Curiosamente Crosley fue la última compañía de automóviles en cesar su producción civil en 1942. Aparentemente, los motivos principales fueron que la Junta de Producción de Guerra aún no había establecido un uso para las pequeñas factorías de la empresa y, en parte, por intentar aumentar las ventas de estos cochecitos que ayudarían a ahorrar combustible durante los años que durase la Guerra.
TIEMPOS DE GUERRA
Aprovechando los otros productos que hacía Crosley, las factorías fabricaron radio transistores y cocinas para el ejército, pero también material puramente bélico como explosivos y torretas.
En cuanto al automóvil se refiere, la marca tenía 5.000 motores de 2 cilindros en su haber cuando comenzó el conflicto, por lo que esperaban montar estas mecánicas en vehículos militares. Por esta razón, Crosley presentó todo tipo de proyectos, desde motocicletas y triciclos, hasta pequeños todoterrenos con tracción 4×4 y vehículos con orugas, algunos de estos anfibios.
También, al igual que otros tantos fabricantes americanos, también ofertaron sus coches orientados al público civil para uso militar.
Una novedad desarrollada por Crosley durante la guerra fue un nuevo motor de 4 cilindros en línea refrigerado por agua elaborado en chapa soldada con cobre, recursos baratos y accesibles en este contexto de escasez de materiales. Este motor, apodado como CO-BRA como abreviatura de “copper-brazed sheet metal”, se probó en diversidad de aplicaciones, siendo extremadamente fiable en situaciones de combate. Sorprende que este motor de materiales económicos contaba con árbol de levas en cabeza, una gran novedad para la época.
INNOVACIONES DE POSGUERRA
Terminada la guerra, Estados Unidos entró en una época de bonanza económica que provocó un boom en la industria general del país, pero especialmente en la del automóvil. En este periodo, los coches americanos empezaron a aumentar en tamaño, cubicaje, prestaciones y su diseño se renovaba prácticamente todos los años.
Mientras tanto Crosley, que ya antes de la guerra era un fabricante de automóviles completamente distinto a lo que Estados Unidos acostumbraba, seguiría produciendo coches económicos de concepción a los que había fabricado siempre. Aun así, la marca sorprendería en esos primeros años de inmediata posguerra con sus múltiples innovaciones que sentaron cátedra en el sector. Esto se consiguió al dividirse los sectores de radio y electrodomésticos de Crosley de la división de automóviles, vendiendo la primera y usándose dicho dinero para financiar el desarrollo de sus coches.
Como otros tantos fabricantes, Crosley anunció un nuevo modelo de automóvil en 1946, concretamente en enero de ese año, aunque no se presentaría hasta mayo. El coche se denominó como CC Four, iba equipado con el motor CO-BRA de 26,5 caballos y se ofrecería inicialmente como “Sedan Fastback” y “Convertible Coupe”, ambos de dos puertas. A estos se añadirían, en los años siguientes carrocerías pick-up, furgoneta y un “Sports Utility”, que era un pick-up descapotable vendida con un techo de lona.
Una de las innovaciones introducidas por Crosley es acuñar el término “Sports Utility”, que con los años derivaría en “Sports Utility Vehicle” o SUV, que tan populares son a día de hoy. A nivel estético los primeros Crosley de postguerra pasarían a la historia por ser los pioneros en el uso de las carrocerías de estilo “pontón” con los laterales planos, superando al Frazer Manhattan por poco tiempo.
NOVEDADES QUE NO CESAN
En 1948 presentaron otra novedad en el sector, la primera ranchera fabricada íntegramente en metal, adelantándose a las fabricadas por Plymouth por más de un año. Esto convirtió a la compañía en el mayor fabricante de rancheras del país, con 23.489 producidas en aquel 1948.
Otra genialidad, y una ventaja que permitía su pequeño tamaño era el poder transportar dos de sus coches a bordo de un avión DC3. Era algo que permitía reducir los plazos de entrega entre 30 y 60 días, una gran diferencia con los más de 365 días que había que esperar para recibir un Pontiac en la misma época.
Crosley volvió a hacer historia en 1949, cuando decidió reemplazar su antiguo sistema de frenos mecánicos por los tradicionales frenos hidráulicos. Más importante aún fue la monta de frenos de disco a las cuatro ruedas, convirtiéndose en pioneros en esta tecnología. Por desgracia, tendían a fallar en climas fríos y daban problemas en carreteras cubiertas de sal, por lo que, tras apenas un año, Crosley volvió a los frenos de tambor.
CROSLEY HOTSHOT: EL PRIMER DEPORTIVO DE POSTGUERRA AMERICANO
Presentado en mayo de 1949, el Hotshot se adelantó por varios años a coches como el Chevrolet Corvette o el Nash Healey. Inspirado en los pequeños deportivos descapotables ingleses que empezaban a ganar gran popularidad en América, el Crosley Hotshot fue el primer coche del país en equipar frenos de disco, además de un nuevo motor llamado CIBA, esta vez fabricado en acero y también con árbol de levas en cabeza y 26,5 caballos, pero, al parecer, mucho más fiable.
El coche era toda una revolución al ser un deportivo ligero con frenos de disco y con un motor con árbol de levas en cabeza. En todo caso, no logró cautivar al público, con tan solo 742 unidades vendidas en ese primer año de 1949. En 1950 presentaría el Super Sport, una variante del Hotshot mejorada en varios aspectos, como los 30 CV de potencia que desarrollaba su motor, algo que se consiguió gracias a una relación de compresión más elevada.
Como hecho anecdótico, un Hotshot participó en 1950 en la primera carrera internacional celebrada en Sebring, en la que el Crosley alcanzó máximas de 106 kilómetros hora, manteniéndolas durante las casi 6 horas de duración de la competición. Crosley participó también en las 24 Horas de Le Mans de 1951, esta vez con un Super Sport. Aparentemente, el coche rindió bastante bien -rodó mejor que los Renault 4CV 1063, por ejemplo-, hasta que una avería en el alternador hizo que tuviese que retirarse tras completar apenas 40 vueltas.
EL DECLIVE DEL MICROCOCHE AMERICANO CROSLEY
Si bien los años 40 fueron los mejores tiempos para la marca, también resultaron ser el principio del fin. En 1948, su producción fue la mejor, con 27.707 coches fabricados. Pero esta época ya no requería coches baratos. Mientras Oldsmobile ofertaba sus primeros V8 económicos que emocionaban al público, las ventas de Crosley mermaban año a año. Los tiempos de penuria económica habían terminado. La filosofía que en Estados Unidos empezaba a imperar era la del “Bigger is better”, coches cada vez más grandes, ostentosos y potentes, sin importar su consumo.
Además, los precios de un Crosley ya no distaban tanto de un Chevrolet, uno de los coches más baratos del país, pero el consumidor recibía mucho más coche por una pequeña diferencia económica. Por comparar, un Crosley de dos puertas valía 853,58 dólares y un Chevy similar 1.072 $.
La marca presentaría un último modelo, el Farm-O-Road, como un pequeño todoterreno ligero a mediados de 1950. Este diminuto vehículo resultaría especialmente útil en labores de mantenimiento en fincas y clubes de campo, con la enorme ventaja de poder circular con él por todo tipo de vías al contar con una matrícula de turismo.
Pese a todas las innovaciones, 1952 sería el último año de producción de Crosley. Con unas cuantiosas pérdidas económicas costeadas por el director de la empresa y tan sólo 1.522 coches producidos, Crosley cesaría su actividad en julio de ese mismo año. Aún seguiría produciendo motores durante un tiempo más para cumplir con un contrato establecido con el gobierno estadounidense.
EPÍLOGO
Como curiosidad, la versatilidad del Farm-O-Road haría que otra compañía lo produjese en cantidades muy limitadas en torno a 1960 bajo el nombre de Crofton Bug.
Esta sería la última novedad relacionada con Crosley. Tal vez si el fabricante hubiese aguantado unos años más hubiese sido el rival perfecto para coches como el Volkswagen «Escarabajo» que empezó a contar con gran popularidad en América en la década de los 50. Incluso quizá podría haber sido la alternativa estadounidense de mayor éxito para afrontar otro momento de escasez de combustible como fue la Crisis del Petróleo de 1973. Quién sabe con qué hubiese podido sorprender esta pequeña compañía con grandes ideas.
Fotografías: Crosley Auto Club.
