Siempre es una buena noticia la recuperación de una firma histórica, y más aún si ésta es de origen patrio. Ebro, nacida como versión española de la británica Thames (por el río Támesis) fue creada en 1954 por Motor Ibérica, y bajo su marca se fabricaron furgonetas, camiones, autobuses o tractores. Nissan se incorporó al accionariado de Motor Ibérica en 1979, haciéndose con el control total de la compañía en 1987, cuando pasó a ser Nissan Motor Ibérica.
Recordemos que los orígenes de Motor Ibérica S.A. se hallaban en Ford Motor Ibérica, marca que se instaló en Cádiz (1920), para trasladarse después a Barcelona en 1923. En la capital catalana, la producción de coches, camiones y tractores funcionó a buen ritmo, al menos hasta la Guerra Civil. Tras el conflicto, la factoría quedó casi parada antes la ausencia de piezas y componentes, puesto que había grandes limitaciones para la importación.
Las quejas de Ford lograron desbloquear la situación, aunque, hubo que esperar a 1953. La autorización que recibió la marca del óvalo era muy generosa para los parámetros del régimen, pues permitía fabricar un camión de 3 a 4 toneladas de capacidad y tractor diésel. Además, sólo exigía un 50 % de componentes nacionalizados, cuando siempre se pedía un 100 % tras un periodo de adaptación inicial. En todo caso, el acuerdo llegó tarde para Ford, quien abandonó España, llegando nuevos accionistas a una sociedad que pasó a llamarse Motor Ibérica S.A.
Éste fue el inicio de una prolífica historia que arrancó fabricando productos con licencia Ford. Como ya hemos dicho, los primero fueron los Thames Trader, ensamblados aquí como Ebro Serie B, con los B-15C, B-25C, B-35C, B-35 y B-45, denominaciones que correspondían a las diferentes capacidades. A partir de aquí, la marca Ebro se empleó en todo tipo de productos, desde furgonetas a tractores.
EBRO VUELVE AL MERCADO
El salón Automobile Barcelona ha sido el inmejorable marco elegido para la presentación de la nueva Ebro. Además, su resurrección se producirá en 2024, justo cuando se cumplen los 70 años del nacimiento de la marca. De esta manera, en 2024 y la fábrica D-Hub de Zona Franca (Barcelona), comenzará a ensamblarse una Pick-up 100 % eléctrica. Su puesta a la venta está prevista para el último trimestre del próximo año.
La idea de Ebro es contribuir a la reindustrialización de la antigua planta de Zona Franca, donde se crearían hasta 150 empleo directos, a los que se sumarían otros 1.200 indirectos. Pedro Calef, CEO de Ebro, manifestaba su entusiasmo por devolver a la marca a la que durante décadas fue su casa.
LA EBRO PICK-UP 100 % ELÉCTRICA
Durante la presentación, se pudo conocer, además, el prototipo de una pick-up eléctrica que será el primer vehículo de serie de la nueva Ebro. Ésta cuenta con dos propulsores eléctricos que desarrollan una potencia conjunta de 299 CV. Están alimentados por una batería de iones de litio de 100 kWh que promete una autonomía de hasta 440 kilómetros. Además, puede circular en tracción 4×2 y 4×4.
Destinada principalmente al sector profesional, mide 5.218 mm de largo, 1.848 mm de ancho y 1.785 mm de alto, lo que le permite ofrecer una enorme plataforma de carga. Además, también cuenta con un espacio interior muy interesante, que permite acoger hasta cinco pasajeros. Además de la Ebro Pick-Up, en el estand de la marca también podrá verse el SxS Dakar, que hizo de coche 0 en el Dakar 2022.
Ha sido ésta una semana ajetreada en lo que a nombres míticos se refiere, pues también conocimos el nuevo Fiat 600. Bienvenidas sean estas resurrecciones, pues no dejan de reflejar la enorme importancia que la historia tiene en el mundo de la automoción.