Iván Vicario Martín
Cuando estamos conduciendo un vehículo, queremos tener la garantía de que los frenos funcionan adecuadamente. Éstos llevan a cabo un papel imprescindible durante la conducción, además de ser los encargados de frenar el coche en cualquier caso de emergencia. Debido a esta razón, resulta de gran importancia que todos los componentes que forman el sistema de frenado se encuentren en perfecto estado en todo momento con tal de que todo el sistema funcione con garantías. Unas de las piezas más importantes en este sistema son las pastillas de freno, las cuales necesitan un mantenimiento regular para asegurar su buen estado.
Cuando el pedal de freno es presionado se activa un mecanismo que finalmente provoca que las pastillas de freno ejerzan presión contra el disco de freno del coche. Debido a esta presión, se crea una fricción entre las pastillas y los discos que hace que las ruedas del vehículo frenen. Tanto las pastillas como los discos están sometidos a un desgaste a causa de su funcionamiento, es por ello que es necesario sustituir estas piezas cada cierto tiempo para que sigan funcionando bien.
Imagen de pastillas de freno de recambioscoches.es
La frecuencia con la que es necesario llevar a cabo la sustitución de las pastillas de freno puede variar dependiendo de diversos factores que pueden afectar de manera distinta al desgaste de estas piezas. El estilo de conducción, el terreno y el nivel de tráfico de la zona por la que se conduce habitualmente, son algunos de los factores que pueden hacer que la vida útil de las pastillas de freno resulte más larga o más corta. Sin embargo, los expertos coinciden en que es recomendable realizar una revisión de estas piezas cada 20.000 o 30.000 kilómetros para comprobar su estado y su grosor. Además, como norma general se puede decir que las pastillas delanteras suelen ser sustituidas al cabo de 60.000 kilómetros, mientras que las traseras duran el doble, 120.000 kilómetros.
Debido a la importancia del sistema de frenado en la conducción de un coche, lo más aconsejable es dejar que un taller profesional sustituya dichas piezas. Para realizar la sustitución de las pastillas de freno es necesario seguir los siguientes pasos:
- Girar la dirección del coche hacia la rueda en la que se va a cambiar la pastilla y aflojar sus tornillos.
- Elevar el coche y retirar la rueda.
- Retirar las sujeciones de la pastilla usando una llave Allen. A continuación, extraer las pastillas haciendo palanca con un destornillador.
- Instalar las pastillas nuevas. Para ello es necesario introducirlas y engancharlas a la chapa superior metálica. Una vez estén colocadas, hay que comprimir y ajustar el pistón de freno para encajarlas y atornillar las sujeciones de nuevo.
- Volver a montar la rueda.
- Repetir el proceso con la otra rueda del eje. Las pastillas de freno deben ser sustituidas a pares, en ambas ruedas del mismo eje.
- Bombear el freno de manera progresiva hasta el fondo para que las pastillas acaben de encajar de manera exacta.
