Carlos Castillo (Historacing)
El 26 y 27 de julio de 2003 se celebró el XXXVII Premio Ciudad de Alcañiz, la que sería la última prueba que se disputó en el trazado urbano de la ciudad aragonesa. Una carrera histórica que marcó el final de una era para el automovilismo español de la que se han cumplido 20 años.
No pidáis a este juntaletras imparcialidad en este aspecto. Puede haber discusión si tal o cual piloto es el mejor de todos los tiempos, si tal o cual coche ha marcado una época. Pero de lo que no hay duda es que el mejor circuito que hubo y habrá en España fue el Circuito de Guadalope, de eso no cabe ninguna duda. Esto es así por muchas razones, pero la principal era que las gentes de Alcañiz se volcaron durante casi 40 años en la organización de la carrera que haría universal a esta pequeña población de Teruel. No sólo montando infraestructura, sino también dando cobijo a pilotos que venían de todas partes de España y Europa a correr.
En el podcast de Historacing, ya hablamos de lo que era y significaba Alcañiz. Ahora que se han cumplido los 20 años de la última carrera disputada en el Circuito de Guadalope, vamos a rememorar lo que perdimos aquellos 26 y 27 de julio de 2003.
UN POCO DE HISTORIA
El Circuito de Guadalope nació en 1965 por iniciativa del doctor Joaquín Repollés, un aficionado al motor que quiso organizar una carrera dentro de las fiestas patronales de la localidad. Lo que empezó como una aventura modesta se convirtió pronto en un referente nacional e internacional. Por allí pasaron pilotos de la talla de Alex Soler-Roig, Emilio de Villota, Luis Pérez-Sala, Carlos Sainz o el “Correcaminos”. Hablamos de nombres míticos del automovilismo mundial y de marcas como Porsche, BMW o Alfa Romeo.
El circuito tenía un trazado exigente y variado, con subidas y bajadas, curvas cerradas y técnicas, combinado con rectas largas, que ponía a prueba la pericia y el valor de los pilotos. El récord de vuelta lo ostenta Juan Fernández, que en 1984 hizo un tiempo de 1:33:67 que quedará para la eternidad, a bordo de una barqueta Danone Lola-BMW. Fue una vuelta en carrera de ensueño para dar caza al que iba líder de la prueba, su compañero de equipo Fermín Vélez que había logrado la pole.
EL FIN DE LAS CARRERAS EN ALCAÑIZ
La edición de 2003 fue la última oportunidad para disfrutar del espectáculo del motor en Alcañiz. El vencedor fue Xavier Riera, que se impuso con un BMW 320i al resto de competidores en la categoría Superprestigio. De esta forma, se convertía en el piloto que más veces había ganado el Premio Ciudad De Alcañiz, pues sumaba este triunfo a los logrados en 1999, 200 y 2001.
Además, se celebró el Trofeo FADA, en el que se impuso Luis Carlos Maurel con SEAT León, la Challenge CM, que ganó Gutiérrez, y una prueba de clásicos en la que venció José María Segimón con un Lola. La prueba sirvió de homenaje a todos los que habían hecho posible la historia del circuito, desde los organizadores hasta los pilotos, pasando por los patrocinadores y los aficionados ya que cada vez había más dificultades para la celebración de la prueba.
Con el cierre del circuito urbano de Guadalope se perdió una parte importante del patrimonio cultural del motor de nuestro país. Sin embargo, el espíritu deportivo y la pasión por las carreras no se extinguieron en Alcañiz. En 2009, se inauguró el complejo MotorLand Aragón, un moderno circuito permanente diseñado por Hermann Tilke. Desde entonces, ha acogido pruebas del Mundial de MotoGP, el Mundial de Superbikes o las World Series Fórmula V8 3.5. MotorLand Aragón es el legado del circuito de Guadalope, un lugar donde seguir vibrando con el motor, aunque sin la magia que tenía el circuito urbano.
EL MÁS RÁPIDO DE ESPAÑA
No quiero pasar la ocasión de dar las gracias al Real Automóvil Club de Guadalope que lucha sin prácticamente medios por conservar el legado de lo que fue el circuito más rápido de España. Recordarles a nuestros lectores que lo hacen sin ayuda institucional, para que no se pierda el recuerdo del que fue el circuito más rápido de España. En ningún circuito se hacían medias tan altas como la que marcó Fermín Vélez de 142,299 km/h en 1984.
Ahora que se cumplen 20 años de aquel XXXVII Premio Ciudad de Alcañiz, hay seguir luchando más que nunca para que no se pierda el legado de un patrimonio que no deberíamos perder.
NOTA: El autor desea agradecer su ayuda tanto al Real Automovil club de Guadalope por las fotografías como al historiador del motor Joan Setoan.
