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A la venta este Lotus Elan S3 con matriculación española de 1967

Unido al asfalto como pocos, el Lotus Elan S3 es uno de los deportivos británicos más interesantes. Esta unidad, además, lleva placa nacional.

En la España de los años sesenta un automóvil de importación tan concreto y específico como el Lotus Elan S3 no era algo fácil de atisbar. Blindado ante las importaciones mediante aranceles realmente costosos, el mercado local apenas contaba con unidades extranjeras. Menos aún en un sentido deportivo, siendo las así caracterizadas protagonistas de unos impuestos encuadrados en la categoría “productos de lujo”.

Asimismo, a todo esto hay que sumarle el propio coste en libras de un Lotus. Realizado a partir de piezas procedentes de fabricantes masivos, sí; pero no precisamente económico debido a la exquisita ingeniería desplegada en la factoría de Colin Chapman.

Con todo ello, no es difícil entender lo llamativo que para gran parte de la afición -seguidora o no de la casa británica- puede ser el encontrar un Lotus Elan S3 con matriculación española de 1967. Caracterizado por la placa M-595290, este pequeño y ligero deportivo no sólo ha estado en España desde su llegada hace cincuenta y cinco años, sino que también luce un perfecto estado tanto en carrocería y habitáculo como en todo lo relacionado con la mecánica.

Es más, esta última se reconstruyó hace unos ocho o nueve años, habiendo rodado desde entonces tan sólo unos 9.000 kilómetros. Pero vayamos por partes. Así las cosas, lo mejor será situarnos a comienzos de los años sesenta.

LOTUS ELAN S3, SENSACIONES PEGADAS AL ASFALTO

Consciente de no contar con los medios inherentes a fabricantes deportivos como Jaguar, Ferrari o Aston Martin, Colin Chapman se enfocó en crear soluciones de ingeniería realmente ingeniosas con el menor coste posible. Una vía de trabajo que, además, supo sintetizar muy bien en su máxima “simplifica y, tras ello, hazlo aún más ligero”.

Gracias a esta visión sus diseños de carreras presentaban una excelente aerodinámica afinada junto a especialistas como Frank Costin; pero, sobre todo, lucían una excelente relación peso/potencia así como un eficaz comportamiento gracias a sus chasis y suspensiones.

Con esta experiencia a sus espaldas, Lotus decidió crecer en volumen de negocio atreviéndose a lanzar una gama de calle a finales de los años cincuenta. Fruto de ello fue el Elite. Primer intento y, aunque en lo técnico fuera realmente interesante gracias a elementos tan atrevidos como su chasis en fibra de vidrio, bastante desastroso en lo financiero debido a sus constantes problemas de fiabilidad. Una pesadilla para el departamento a cargo de las garantías.

De todos modos, aquello se puede considerar un fallo absolutamente comprensible. No en vano, pasar de la fabricación artesanal de piezas únicas al ensamblaje industrial en serie no es fácil; menos aún para una empresa caracterizada por sus diseños a cada cual más arriesgado que el anterior. Llegados a este punto, el sustituto natural del Elite fue el Elan de 1962. Basado en componentes de gran serie -su bloque motor es uno de los populares Ford Kent de la época- aunque, claro está, caracterizado por un diseño lo más eficaz y deportivo posible.

Para empezar, al motor se le añadió una nueva culata en aluminio junto a válvulas más generosas y un doble árbol de levas. Todo ello alimentado por dos carburadores Weber de doble cuerpo. Piezas que, en conjunto, hacían del Lotus Elan S3 -serie correspondiente al periodo 1966-1968- un deportivo capaz de entregar hasta 125 CV para tan sólo 688 kilos de peso. Además, la acción combinada de su chasis de acero en aspa, el innovador diseño de sus suspensiones y el refinado planteamiento de su dirección hacían del modelo uno de los más directos a la hora de relacionarse con el asfalto.

Debido a ello, la experiencia de conducción en un Lotus Elan S3 resulta especialmente vibrante, sintiendo no sólo un contacto pleno con el firme, sino también una clara compenetración entre piloto y máquina. En fin, por algo este pequeño británico fue la inspiración directa para el Mazda Miata, el cual rescató para nuestros días la filosofía de diseño plasmada por Colin Chapman bajo los criterios de ligereza y manejo.

En el caso de esta unidad con historial nacional, ahora se encuentra a la venta en la empresa valenciana Autos Classic Cars tras haber pasado por tan sólo tres propietarios. Una pieza significativa que, quizás, pueda quedarse en España sin seguir la estela de expatriación vista en multitud de vehículos semejantes. Si usted encuentra interés, no tiene más que informarse.

Imágenes: Autos Classic Cars

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Escrito por Miguel Sánchez

A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.

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