Antes de empezar, pensemos bien la cifra, 7.000.000 kilómetros. Una auténtica barbaridad incluso para un Mercedes-Benz W123, el que posiblemente sea el coche más duro jamás fabricado. Sólo hay que recordar que los taxistas alemanes se pusieron en huelga cuando dejaron de fabricarlo en enero de 1986. Y precisamente de taxis va la cosa, pues hablamos de uno que lleva prestando servicio en Maspalomas desde agosto de 1988. La canción de aquel verano fue El Chiringuito de Georgie Dann, para hacernos una idea del tiempo que ha pasado.
Domingo, más conocido como “Dominguito”, compró el coche en 1986, pero no lo matriculó hasta dos años después. Se trata de un 240D Limousina, es decir, equipa el motor diésel de 4 cilindros y 2.399 cm3 que rinde 71 CV, cifra que ahora se antoja escasa, pero correcta para la época. El único extra que montó fue la caja de cambios de cinco velocidades. Al ser la versión alargada, puede transportar a siete pasajeros más el conductor, gracias a los transportines que lleva en el centro.
Cuando Domingo falleció en 2008, su hijo Francisco tomó el relevo, en un momento en el que el Mercedes W123 había recorrido ya 3,7 millones de kilómetros. En este punto, y por iniciativa de uno de los tres conductores, Rafael -mecánico de profesión-, el coche fue desmontado y restaurado hasta el último tornillo, quedando casi como nuevo. La alternativa era el desguace, un destino del que nuestro protagonista escapó para seguir dando vueltas a su odómetro.
SUMA Y SIGUE
El Mercedes W123 siguió cumpliendo su misión, dando servicio las 24 horas del día en turnos de 8 horas. Ha ido sumando unos 700 kilómetros diarios, casi 5.000 a la semana, lo que obliga a un cambio de aceite semanal. Además, cada millón de kilómetros se le repasa el motor a fondo: rectificado, pistones, válvulas… También ha incorporado algunas mejores, como unos discos de freno ventilados de un W126, un puente trasero reforzado, un asiento Recaro para el conductor o una baca procedente de un W123.
Con todo, un único motor no ha podido resistir todo el kilometraje, de manera que el primero dijo basta y, actualmente, circula con una segunda mecánica. Incluso tiene en reserva una mecánica extra para sustituirla en caso de necesidad. El chasis, aunque reforzado, sigue siendo el mismo, así como los asientos, que se retapizan periódicamente. Y es que los más de 7.000.000 millones de kilómetros suponen dar 175 vueltas a la Tierra o ir y volver nueve veces a la Luna. Además, calculando una ocupación media de seis pasajeros, habría transportado a 1,4 millones de personas. En lo que es mejor no pensar es en los litros de gasoil que habrá consumido durante estos 36 años al pie del cañón. Por cierto, que la cifra con el kilometraje se va actualizando en el salpicadero.
En conclusión, es muy posible que estemos ante el automóvil que más kilómetros ha recorrido en la historia, pues cuesta imaginar alguno que supere esta cifra. Lo que es seguro es que este Mercedes W123 taxi es toda una atracción en Maspalomas, y que no son pocos los turistas que lo reservan para montarse en un trocito de historia y sacarse la pertinente foto. Todo en un modelo también de récord, pues el W123 es el Mercede-Benz más producido de la historia, con casi 2,7 millones de unidades despachadas, 13.700 de las cuales corresponden a la limusina.
Fotografías de Dan Morgan, Minicar y Pinterest.