Las persecuciones policiales están a la orden del día en Estados Unidos, y no es para nada inusual que un canal de televisión corte su emisión para transmitir en directo desde un helicóptero a un criminal intentando escapar de las autoridades.
Este contenido atrae grandes cifras de audiencia, debido al impredecible resultado que mantiene a los espectadores pegados al televisor. Lo mismo ocurre cuando estos vídeos se suben a internet, aunque aquí el coche protagonista de la huida tiene un papel más importante a la hora de incrementar las visualizaciones; cuanto más sorprendente sea, más opciones de viralizarse.
Lo mismo ha ocurrido este mes cuando se ha subido a la web el vídeo grabado desde un coche de policía en el que tratan de dar caza a un antiguo Mercedes W126, con el veterano modelo alemán poniendo las cosas difíciles a los agentes, llegando a alcanzar 125 millas por hora, o lo que es lo mismo, 201 kilómetros por hora.
EL COCHE EN CUESTIÓN: MERCEDES W126 300 SE
La unidad empleada en el intento de fuga fue fabricada en 1990, contaba con un motor de seis cilindros en línea y 2.962 centímetros cúbicos que desarrollaba 178 CV de potencia.
Según el fabricante la velocidad máxima de esta versión del W126 es de 205 kilómetros por hora, por lo que el coche condujo prácticamente a su límite, aunque casi resulta más sorprendente que para los modernos y potentes Dodge Charger que fueron tras él no fue una persecución para nada fácil.
LA PERSECUCIÓN POLICIAL AL MERCEDES W126
La persecución comenzó por la noche, cuando un varón de 36 años, que al parecer conducía bajo los efectos del alcohol, se dio a la fuga después de negarse a detener su coche en un control rutinario de la policía. Comienzan así diez minutos de huida que para ambas partes debieron ser eternos, aunque el metraje obtenido de uno de los coches patrulla dura solo cinco minutos.
En el impactante vídeo se puede ver al Mercedes avanzar a velocidades de vértigo por la autopista, con los policías realizando con éxito dos embestidas, o “pit maneuver”, pero que no detuvieron al coche, y que sorprenden especialmente porque el W126 apenas se ve dañado tras los fuertes impactos contra la policía.
Fue el propio conductor quien puso fin inconscientemente a sus posibilidades de escapar, pues en varias ocasiones se puede ver como saltan chispas debajo del coche al pasar por cambios de rasante, algo que seguramente dañó el cárter del Mercedes, pues a medida que avanza el vídeo se puede ver como el parabrisas del coche patrulla es salpicado por cada vez más gotas de aceite a medida que una mayor cantidad de humo sale del vehículo a la fuga.
Finalmente, con el W126 perdiendo potencia progresivamente, dos golpes en cada rueda del eje trasero terminaron por inutilizar el robusto coche. Por fortuna el conductor fue detenido y no hubo que lamentar pérdidas materiales más allá del Mercedes que supo aguantar diez minutos de tortura y los dos coches de policía que también sufrieron bastantes daños.