Villamuriel es Dakariano, la gran concentración en torno a los Panda y los Marbella, ha vuelto a convertirse en todo un éxito. Han bastado apenas dos ediciones, para que se consagre como la gran cita anual para los amantes de un modelo que va ganando adeptos conforme pasan los años. Celebrada nuevamente el último fin de semana de enero, volvió a sobrepasar todas la expectativas.
Promovida por la Asociación de Coches Panda España y organizada por el Ayuntamiento de Villamuriel de Cerrato, un pequeño pueblo de Palencia, logró reunir más de un centenar de unidades, concretamente 103 coches. Además, con gran variedad de versiones, pues hubo Fiat y SEAT Panda, a los que se sumaron los SEAT Marbella y las furgonetas Trans y Terra.
El tiempo se sumó a la fiesta, pues el día amaneció soleado, lo que sin duda permitió a los “pandistas” disfrutar al máximo del menú que Iván Tejido, alma mater del evento, había preparado. Su tesón ha recibido un justo reconocimiento, pues antes de empezar el encuentro se descubrió una placa que reza “Villamuriel Municipio de los Coches Panda”. Se trata de una iniciativa del Consistorio, que además estuvo secundada en su inauguración por diputados provinciales y autoridades del propio ayuntamiento.
LA GRAN FIESTA DE LOS PANDA
Los participantes arrancaron la jornada desfilando por el espectacular arco de presentación de la prueba, en un ambiente totalmente festivo. Todos los “pandistas” miraban los coches admirando modificaciones que tenían unos y otros. Antes de iniciar la ruta, la Asociación de Coches Panda España mostró su solidaridad con la recogida de pienso para la protectora de animales Scooby. En total se donaron 617 kilos de ayuda.
A las 13:00 horas, todos los Panda abandonaron el aparcamiento del Adolfo Nicolás para iniciar la ruta turística por el municipio. El recorrido tuvo un atractivo añadido para los amantes de los raids, debido a que una parte de ella transcurrió por caminos. Dadas las lloviznas y humedad de los días previos, muchos de los participantes pudieron manchar de barro sus monturas.
Después, los coches aparcaron en la era y los participantes fueron al pabellón municipal para comer todos juntos. Una vez finalizado el ágape, llegó el momento de ir al auditorio, donde los “pandistas” pudieron ser testigos de la Mesa Dakariana. Es uno de los puntos álgidos del encuentro, la tertulia entre pilotos y copilotos que participaron el mítico Rally Dakar.
LOS PREMIOS DE LA II VILLAMURIEL ES DAKARIANO
Seguidamente, se entregaron los premios “Panda España”, como marca la tradición en este tipo de eventos. El galardón al Panda más lejano lo recibió Imanol, llegado nada menos que desde Melilla. El Panda más antiguo fue el de Víctor, ya que se matriculó en el año 1980, mientras que la simpática Leti obtuvo el premio al Panda mejor conservado. El Panda más molón fue el de Nano, mientras que el Pandista más mayor fue Pedro Botto. Este apasionado portugués del modelo nació en 1946.
Después, uno de los propietarios de SPM (SEAT Panda Marbella) y patrocinador del equipo quiso tener un detalle con Iván Tejido (presidente de la Asociación de Coches Panda España) y Cristina Nestar (pareja de Iván y también organizadora del evento). En agradecimiento a sus esfuerzos, recibieron un trofeo donde constaba el hito de ser la concentración de Pandas más grande de España.
La II Villamuriel es Dakariano finalizó con una rifa de material donado por los patrocinadores del evento, sin los cuales no hubiera sido posible. Además, se tomó un piscolabis de despedida en el que la familia Panda, incluida la simpática mascota de la concentración, pudo despedirse de una jornada inolvidable. Ya esperamos la edición de 2025.