El éxito sin precedentes del Ford Mustang presentado en 1964 hizo que la división europea de Ford optase por desarrollar su propio deportivo asequible para cautivar en especial al público más joven. El coupé de carrocería fastback diseñado por Philip T. Clark fue presentado en el salón del automóvil de Bruselas de 1968 y se fabricaría inicialmente en Reino Unido y Alemania y heredaría muchos componentes mecánicos del Ford Cortina.
El nombre Capri venía de una isla italiana y ya había sido usado en el pasado por varios coches de la Ford Motor Company. Existió el Lincoln Capri, presentado en 1952, el Ford Consul Capri vendido para el mercado británico entre 1962 y 1964 y el Mercury Comet tuvo un acabado llamado Capri entre 1966 y 1967.
Al igual que había ocurrido con el Mustang unos años antes el Ford Capri se había convertido en una auténtica sensación entre el público europeo, logrando vender más de 400.000 unidades en tan solo sus dos primeros años. Esta buena recepción hizo que comenzase a venderse también en Australia en 1969, y Estados Unidos comenzaría a comercializarlo a partir de 1970.
UN FORD EUROPEO PARA LUCHAR CONTRA LAS IMPORTACIONES
Con el inicio de la década de los setenta la mayor preocupación para los fabricantes estadounidenses era la proliferación de marcas extranjeras en su territorio. Esto incluía coches deportivos como los Datsun 240 Z o los MG B, por lo que decidieron actuar. El fuego se combate con fuego, así que General Motors optó por importar el Opel GT, que se vendería en los concesionarios Buick, mientras que Ford encontró su respuesta en el Capri.
Las ventas comenzaron a partir de abril de 1970 y se realizarían a través de la red de concesionarios Lincoln-Mercury, pero el coche se comercializaría como Capri a secas, llevando estas letras en el capó en lugar de las de Ford que tenían los modelos europeos. En su primer año solo se ofreció con un motor de cuatro cilindros de 1.600 centímetros cúbicos de 75 CV equipado con una caja de cambios manual de cuatro velocidades, una configuración un tanto extraña para los gustos americanos pero que aun así logró vender más de 15.000 coches en 1970.
Estéticamente el Capri americano se podía distinguir fácilmente por unas ópticas delanteras redondas que se instalaron para cumplir la normativa americana del momento, al igual que los intermitentes en la parrilla y aletas frontales. La producción de los Capri americanos se llevó a cabo en la planta Ford en Alemania.
CAPRI: EL EUROPEO SEXY QUE CONQUISTÓ AMÉRICA
La prensa del motor de la época se enamoró del coche, llamándolo Mini Mustang y alabando su calidad de construcción, bajo consumo y económico precio. El equipo de marketing de la marca decidió anunciarlo con el curioso eslogan de “Sexy European” y mostraba su lucha con otros modelos de importación a los que logró batir en popularidad, con la excepción del Volkswagen Escarabajo al que nunca consiguió superar en ventas.
Para 1971 se incorporó un nuevo motor a la gama de cuatro cilindros de 2 litros que desarrollaba 100 CV que compartía con los Ford Pinto y se ofreció la opción de una caja de cambios automática de tres velocidades. Otros extras disponibles era el techo solar o el aire acondicionado que se instalaba en los concesionarios. En 1972 aparece el motor V6 de origen alemán de 2,6 litros y 107 CV de potencia.
Con la crisis del petróleo y la desaparición en el mercado de muchos muscle car el Capri vio un aumento considerable en sus ventas, a la vez que se le instalaban nuevos paragolpes para cumplir con la normativa de seguridad de Estados Unidos. Con las nuevas medidas antipolución la potencia del coche mermó, con un nuevo V6 de 2,8 litros produciendo 105 CV, aunque el par aumentó. A su vez el motor de acceso de 1,6 litros dejó de ofrecerse.
Entre 1974 y 1975 hubo un parón en las ventas del modelo en Estados Unidos mientras que la fábrica europea se preparaba para la producción del Ford Capri de segunda generación, que en América se vendió como Capri II. El coche de origen alemán, ahora con portón trasero, logró comercializarse en Estados Unidos hasta 1978, con más de 513.000 unidades vendidas.
OTRAS DOS GENERACIONES AMERICANAS COMO MERCURY CAPRI
Si bien el Ford Capri en Europa contó con una tercera generación que se mantuvo en producción hasta 1986, Mercury continuó vendiendo un Capri a partir de 1979 aunque ahora era un coche muy distinto y que era el sucesor de los Cougar como Pony Car. El Mercury Capri se basaba directamente en el Ford Mustang de tercera generación, también conocido como Foxbody, con el que compartía mecánicas y que se fabricó hasta 1986.
Unos años después, en 1991, aparece un nuevo Mercury Capri, ahora en forma de descapotable biplaza que compartía su ADN con el Mazda 323 y cuya comercialización duró hasta 1994. Pero por rizar aún más el rizo de esta peculiar historia este Mercury también se vendió en Australia como Ford Capri Barchetta.
Fotografías: Ford