Internet ofrece un sinfín de posibilidades a la hora de elegir entretenimiento, con propuestas insólitas para los medios convencionales. Eso sí, en ocasiones hay que ser bendecidos por los dioses de los algoritmos, que te conocen casi mejor que uno mismo y saben de sobra qué recomendarte. De esta manera me topé con un Reel en Instagram de una cuenta que desconocía y que se hace llamar @javirides, y por si su dispositivo de confianza no se lo ha recomendado aún, con él hay vídeos para rato.
Con la premisa de preparar un Vespino para cruzar media España hasta llegar al desierto de Merzouga en Marruecos comenzó sus vídeos Javi Rides. Aunque en Instagram hace vídeos muy cortos en duración, que la aplicación recompensa muchísimo, estos sirven como un pequeño tráiler que resume lo ocurrido en cada uno de los capítulos que Javi sube a Youtube y que tienen una duración aproximada de diez minutos.
Gracias a la edición y la cantidad de acontecimientos que ocurren por episodio los vídeos se hacen muy amenos y entretenidos, y son la compañía perfecta para desayunar o comer, sustituyendo a lo mismo de siempre que hay en la “tele”. Lo cierto es que Javi Rides está creciendo de manera exponencial en número de seguidores, algo que demuestra que está haciendo las cosas bien.
UN HOMBRE Y UN VESPINO
Hasta hace relativamente poco tiempo se podían ver ciclomotores como el Vespino, y otros muchos ejemplos más fabricados por otras compañías, que circulaban por toda España. Si bien lo habitual era verlos rodas por núcleos urbanos y pequeñas carreteras comarcales, lo cierto es que estas motillos poco a poco han ido desapareciendo de la circulación, y ver uno a día de hoy es casi un acontecimiento.
Por esta razón sorprende todavía más el viaje de Javi Rides, pues un viaje de estas características a los mandos del ciclomotor más emblemático de producción nacional es algo insólito, y más si se tienen en cuenta los casi 1.500 kilómetros que separan Madrid del desierto de Merzouga en Marruecos. Según Google, para realizar este viaje en coche se tarda algo más de 19 horas, pero a ritmo de Vespino con sus incansables 49 centímetros cúbicos está claro que la marcha no es tan ligera.
Con paradas cada cuarenta kilómetros para repostar, además de echar aceite de dos tiempos, y con los medios justos que se pueden llevar a bordo de un Vespino, esta aventura resulta de lo más interesante que se ha planteado en el panorama nacional en Youtube en lo que llevamos de año. Poco más se puede añadir de este curioso viaje, así que juzguen ustedes mismos y evitando hacer spoiler de nada adjuntamos el capítulo 1 a continuación.