Organizada por la Federación Española de Vehículos Antiguos (FEVA) se acaba de celebrar los pasados 8, 9 y 10 de junio la segunda edición del Rally de Centenarios. Una cita bianual que, con las carreteras de la provincia de Soria como escenario, va adquiriendo peso a fin de dar más visibilidad a los automóviles más veteranos.
Aquellos que, habiéndose fabricado antes del 31 de diciembre de 1924, acumulan en sus chasis más de un siglo de historia para ser así auténticas piezas históricas que, no por ello, han de renunciar a surcar el asfalto tal y como lo acaban de hacer nuevamente.
Cadillac Thirty con motor de cuatro litros y cuatro cilindros; aquellas mecánicas no contemplaban el «downsizing».
Brush, una marca que acabó sus días en 1913.
Encantador el sidecar con mimbrera de esta BSA.
Este Model T sigue prestando el servicio eficiente que prestó a millones de usuarios en su momento.
Chevrolet H.4 de 1914 con motor de 2.8 litros.
Abre la marcha un Citroën 5HP con 850 cc.
Es más, teniendo de referencia a la localidad de Burgo de Osma los 34 automóviles inscritos -más cinco motocicletas y un curioso R10 de la Guardia Civil- pudieron recorrer diferentes carreteras comarcales pasando por Catalañazor, Gormaz o el Monasterio de la Vid, ya en terrenos adscritos a la provincia de Burgos.
PARTICIPANTES EN EL RALLY DE CENTENARIOS
Respecto al plantel sólo podemos decir que, realmente, cada uno de ellos bien daría para un artículo en solitario. De hecho la gran afluencia de unidades Hispano-Suiza ejerció a modo de museo rodante sobre lo más exclusivo del automovilismo en España. Asimismo, varios Model T -dotados de una versatilidad incuestionable- ejercían de contrapunto a modelos tan rotundos como el Rolls-Royce 20HP Barker Tourer de 1923 con una fantástica carrocería en aluminio.
En fin, una amplia gama de modelos entre los cuales uno no sabe dónde posar la vista en primer lugar. Por ello les invitamos a recorrer la galería de imágenes a cargo de Unai Ona, donde al tiempo les hemos preparado pies de foto explicativos con los datos básicos a tener en cuenta para saber identificar y comprender a estos auténticos supervivientes al tiempo.
Delahaye Tipo 87 de 1916 con habitáculo segregado para el chaufer.
Rotunda la presencia de este Hispano-Suiza H6B.
Caravana por las calles de Burgo de Osma.
Parada en el Monasterio de la Vid.
FIAT 501 de 1924, un modelo muy práctico para la época.
La rueda descubierta de este Hispano-Suiza «Alfonso XIII» nos habla sobre la necesaria ligereza en las carreras.
Ford Model T de 1911 en estado impecable.
Mucha clase y desenfado la de este Hispano-Suiza HP 16T-30
Los modelos de La Hispano-Suiza demostraron porqué ésta fue una de las mejores marcas del momento.
Este R10 de la Guardia Civil no es centenario, pero fue una excusa simpática para el control de tráfico.
Impresiona ver a estos Hispano sobre el asfalto.
Este H6B ya estuvo en la anterior edición y es que, con su motor de 8 litros, no es fácil de olvidar.
Un Alfonso XIII a pleno pulmón.
Este Mercedes Knight 16/45 de 1914 cuenta con una presencia magnífica gracias a su amplia distancia entre ejes.
Muy cuidada la conservación de este Model T en negro.
Model T del Burgalés Vehículos Históricos.
el público respondió.
Overland 85 con tres litros.
No es normal ver una selección así.
Las motocicletas también tuvieron su protagonismo.
¡En ruta!
Atención al delicioso detalle de este Renault: su paragüero.
En segundo plano un Sunbeam de competición.
El Rolls-Royce con carrocería de aluminio fue de lo más espectacular en todo el evento.
La ruta estuvo convenientemente organizada.
Algunos de aquellos Model T bien podrían haber entrado a pistas de tierra sin problemas.
Model T, sencillo y efectivo.
El Sunbeam nos traía el recuerdo de las competiciones históricas con su motor de 3 litros.
Este Model T contaba con un llamativo carrozado en «coupe».
Fotografías de Unai Ona.