Opel Kadett Mattig Extreme
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Opel Kadett GSi kit Mattig Extreme, la interpretación más salvaje del compacto alemán

Gracias a sus aletas ensanchadas, los paragolpes específicos o el alerón tipo Escort Cosworth, el Kadett de Mattig parecía sacado directamente de la competición o más bien destinado a ella.

En los años 80, el fenómeno del tuning salió de los Estados Unidos y comenzó a contagiarse al resto del mundo, y el Opel Kaddet de Mattig es un perfecto ejemplo. En aquella época, los preparadores más potentes estaban en Alemania, y ofrecían los propuestas en forma de kits para los más diversos modelos. Por ejemplo, quién no recuerda los Ferrari Testarossa de Koenig, que llegaron a rozar los 1.000 CV de potencia.

No todos los preparadores se dedicaron a los superdeportivos, sino que muchos de ellos comenzaron a ofrecer kits para modelos más accesibles, como Irmscher, Schneider o nuestro protagonista, Mattig. Hablamos de un preparador alemán que, aunque empezó centrándose en modelos de Opel, rápidamente extendió su catálogo hasta ofrecer piezas para casi numerosas marcas del mercado.

Opel Kadett Mattig Extreme
El alerón posterior del Opel Kadett Mattig Extreme se adelantó al RS Cosworth.

En todo caso, en los 80 su catálogo era más reducido y tenía al Opel Kadett como principal cliente. Mattig ofrecía en aquellos años diferentes propuestas para personalizar al compacto alemán, que se había convertido en un éxito de ventas desde el momento de su aparición. Y si había una versión que conquistaba el corazón de los compradores ése era el Kadett GSi, que en su momento rivalizaba de tú a tú con el Volkswagen Golf GTI. Aquí es cuando llegamos a nuestro protagonista.

EL ESPECTACULAR OPEL KADETT MATTIG EXTREME

Como decimos, eran varias las opciones de personalización del Kadett que la empresa de Peter Mattig ofrecía en su catálogo, coronadas por el denominado kit Extreme para el GSi. Una propuesta absolutamente desproporcionada en la línea del Opel Calibra Catano que únicamente estaba disponible para la carrocería de tres puertas.

Gracias al kit Extreme, nuestro protagonista tenía en su momento el récord de ser el Kadett más ancho del mundo, con nada menos que dos metros de lado a lado. Para hacernos una ideal, la anchura del modelo de serie era de 1.662 milímetros. Además de los pasos de rueda ensanchados, el kit incluía paragolpes delantero y trasero sobredimensionados, un capó tipo competición y unas taloneras de locura uniendo las gigantescas aletas.

Opel Kadett Mattig Extreme

Otro detalle distintivo eran las ópticas delanteras dobles que imitaban a las que se usaban en competición. Por supuesto, el chasis también se rebajaba, reduciendo la altura al suelo en 6 centímetros, al tiempo que las ruedas también ganaban anchura. Delante calzada unos neumáticos en medidas 245/45 11, mientras que detrás se iban hasta 345/35 13. Como vemos, la moda de las llantas de gran tamaño aún no había llegado.

UN ALERÓN CON MUCHA MIGA

Quizá el elemento más sorprendente lo encontremos en la parte trasera del Opel Kadett Mattig, pues el kit Extreme incluía un alerón sobreelevado que nacía casi de la parte trasera del techo. Era tan grande que necesitaba un soporte para apoyarse en la parte inferior de la tapa del maletero, es decir, exactamente igual que el del Ford Escort RS Cosworth, pero unos años antes. Lo que no nos consta es que se tocara la mecánica del Kadett que, al tratarse del GSi 16V, ofrecía unos buenos 150 CV de potencia.

Curiosamente, esta preparación estuvo disponible tanto para el tres puertas como para el cabrio, aunque en este último en un formato menos extremo, nunca mejor dicho. El ensanchamiento era un poco menor y, lógicamente, perdía el descomunal alerón posterior para incorporar uno convencional. Por otro lado, conservaba el aspecto frontal, con las ópticas dobles y o el capó de carreras.

Pasados más de 30 años de la aparición del espectacular Opel Kadett Mattig Extreme, aún quedan algunas unidades en marcha. De hecho, cotizan en torno a los 30.000 euros cuando algún ejemplar se pone a la venta. La propia Mattig sigue ofreciendo en su web accesorios para el Kadett, aunque nada remotamente tan excesivo.

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Escrito por Iván Vicario Martín

Tengo la suerte de haber convertido mi pasión en mi forma de ganarme la vida. Desde que salí de la Facultad de Ciencias de la Información en 2004 me dedico profesionalmente al periodismo del motor. Arranqué en la revista Coches Clásicos en sus inicios, pasando a dirigirla en 2012, año en el que también me puse al frente de Clásicos Populares. A lo largo de estas casi dos décadas de carrera profesional he trabajado en todo tipo de medios, incluyendo revistas, radio, web y televisión, siempre en formatos y programas relacionados con el motor. Me vuelven loco los clásicos, la Fórmula 1 y las 24 Horas de Le Mans.

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