Este SEAT 127 de Autocross lleva guardado acumulando polvo unos 32 años, momento en el que dejó de emplearse en competición. Es una lástima, pues cada vez son más complicados de ver, dado el maltrato que sufrieron en las carreras. Y es que el Autocross se convirtió en una disciplina muy popular en nuestro país desde mediados de la década de los 70. De hecho, el primer Campeonato de España se celebró en 1978 con victoria de Luis Sellabona.
Los orígenes de esta especialidad hay que buscarlos en Francia, en los años 50, aunque a España llegó más tarde, con los Citroën 2CV de “pop cross”. Por supuesto, además del popular 2CV, inmediatamente se empezaron a modificar coches nacionales para participar, como el SEAT 127 de segunda generación que protagoniza este artículo.
EL SEAT 127 DE AUTOCROSS
La unidad que vemos en las fotos y en el vídeo se conserva en una cuadra y nos sirve para ver las modificaciones que se llevaban a cabo sobre el vehículo de serie para competir. El primero y más evidente es la supresión de los paragolpes, pues hay que eliminar todo el peso superfluo. También se llevan a cabo cambios en las copelas de la suspensión y vemos como se ha conectado el radiador de la calefacción en serie con el radiador del motor.
El interior se vaciaba al completo, salvo el asiento del piloto, claro está, y se instalaban unas barras antivuelco que, en este caso ya han sido desmontadas. Precisamente, en el exterior, vemos unas chapas que sirven para sujetar el parabrisas en caso de vuelco. Tampoco faltan las típicas faldillas tras los pasos de rueda. Además, descubrimos otros elementos típicos de las carreras como el cortacorrientes, el cubre cárter reforzado o los cristales de metacrilato.
Un detalle curioso de este 127 es que, con unos cinturones de seguridad convencionales anclados al suelo del maletero, se podía sujetar una rueda de repuesto. Evidentemente, no se usaba en competición, pero sí se llevaba cuando se iba a entrenar en caminos de tierra… Eran otros tiempos, desde luego. El dueño es un ex piloto de la época que corrió también en las Copas Renault, de ahí algunas de la pegatinas que luce nuestro protagonista.
DONANTE
Lamentablemente, este SEAT 127 de Autocross no tendrá una segunda vida, pues está ejerciendo de donante para otro 127 que tiene el dueño, un ex piloto de la época. De hecho, ya no tiene ruedas, ni motor y el interior se ha vaciado al completo. Incluso se le ha cortado el techo, así que al menos hará un último servició para que otro coche vuelva a la vida.
Sin duda, estamos ante un ejemplar que nos traslada a una época en la que competir no era ni tan caro ni tan complicado. Unos años en los que no había que arruinarse para lanzarse a correr. En el vídeo que publicamos a continuación, del canal de YouTube de Alfredo Yugo, podréis disfrutar de esta unidad al completo.