Javillac
Aunque Japón es actualmente uno de los países que cuenta con una industria del automóvil más potente también fue uno de los lugares en los que más tardó en asentarse. Los primeros coches japoneses se fabricaron a principios del siglo XX en pequeñas cantidades.
En los primeros años de la centuria surgieron compañías pionera que terminarían convirtiéndose en Mitsubishi o Nissan, y poco tiempo después, en 1937 nació Toyota, fundada por Kiichiro Toyoda y que ya trabaja en sus prototipos para su primer automóvil de producción en 1935.
El modelo recibió el nombre de Toyota A1 y su primera unidad se fabricó en 1936, y estaba claramente inspirado en el diseño aerodinámico del Chrysler Airflow. El coche montaba un motor de seis cilindros en línea de 3,4 litros y 62 CV de potencia que había sido copiado de un motor coetáneo de origen Chevrolet, a la vez que el chasis y esquema eléctrico era un plagio a Ford.
LA BÚSQUEDA SIN ÉXITO DEL PRIMER TOYOTA
Tuvieron que pasar los años y una guerra mundial para que Toyota y la economía japonesa en general despegasen, logrando esta compañía en convertirse en el fabricante de automóviles de mayor producción en la actualidad. Con la empresa ya consolidada a nivel internacional comienza la búsqueda de uno de estos coches con el fin de preservar los inicios de su historia.
Pero todo esto resulta inútil. Del coche se fabricaron dos versiones iniciales entre 1936 y 1943; la primera de ellas era el Toyota AA con carrocería de cuatro puertas cerrada y de la que se hicieron 1.404 unidades, mientras que el Toyota AB, también de cuatro puertas y descapotable se produjeron 353 unidades, incluyendo una versión militar.
En 1987 Toyota celebraba su 50 aniversario, y querían celebrarlo con la presencia de su primer coche; un Toyota AA. Dada la baja producción sumado al contexto histórico en el que se fabricó encontrar una unidad superviviente fue imposible, y tuvieron que conformarse con fabricar una réplica lo más exacta posible, aunque empleaba el mismo tipo de motor de seis cilindros del Toyota Crown y 2000 GT. Como curiosidad en 1996 Toyota ofreció un modelo llamado Classic que se inspiraba en el diseño del AA original.
UNA SORPRESA DESDE RUSIA Y SIN AMOR
Cuando en Toyota ya habían tirado la toalla ante la esperanza de encontrar un coche superviviente apareció una unidad en el lugar más inesperado posible. Un chico de 25 años lo encontró en 2008 en un granero en cerca de la localidad rusa de Vladivostok en un estado de conservación nefasto.
Aparentemente el coche lo tenía una familia que era ajena al valor y la rareza que tenía este automóvil al que en algún momento se le adaptó el chasis y mecánica de un camión soviético GAZ-51. El Toyota estuvo dando servicio en la granja familiar hasta los años noventa, cuando una avería lo relegó a un granero donde durmió el sueño de los justos.
Todavía es un misterio cómo este coche que nunca se comercializó fuera de Japón terminó en una remota granja de Rusia, aunque llegó ahí durante la II Guerra Mundial. El veinteañero que hizo el descubrimiento contactó con el museo del automóvil Louwman, que trasladaron el coche a sus instalaciones en Holanda y donde se puede visitar actualmente en el mismo estado en el que se encontró.
Imágenes de Toyota y Louwnan Museum.
