Iván Vicario Martín
¿Os imagináis cómo sería un SEAT 850 Familiar? No hace falta que lo hagáis, porque hoy os traemos dicha versión realizada en Italia por el carrocero Caprera. Una propuesta que hubiese completado el ya de por sí amplio abanico de carrocerías de un modelo que tuvo casi una gama propia en nuestro país.
Recordemos que el SEAT 850 llegó al mercado español en 1966 como complemento del 600 D, aunque técnicamente era muy similar a éste. Incorporaba ya el motor de 843 cm3 que servía para nombrar al coche, además de un termostato que solucionaba los problemas de refrigeración del “Pelotilla”. Los 37 CV del modelo original ya suponían un gran paso adelante, pero fue el Especial de 47 CV el que marcó la diferencia.
Si hablamos de versiones, recordemos que, inicialmente, se lanzó con carrocería de dos puertas, aunque rápidamente se propusieron dos variantes de cuatro puertas. Hubo una corta creada por Lombardi y fabricada por MARSA, pero únicamente se fabricaron 419 ejemplares. Con toda la lógica, se acabó imponiendo la propuesta Carrocerías Costa de mayor tamaño.
Además, a mediados de 1967 apareció la versión Coupé y, en la primavera de 1969, el Sport, más conocido como Spider. El remate de la gama fue el Sport Coupé, con la mecánica de 903 cm3 y 52 CV estrenada por el descapotable y una estética mejorada. SEAT incluso valoró la fabricación de un 850 furgoneta que, como ya contamos, quedó en ejemplar único.
ASÍ PUDO SER EL SEAT 850 FAMILIAR
Como ya hemos visto, la gama en torno al 850 fue realmente extensa, pero sorprendentemente, pudo haberlo sido aun más. Y es que, en su país de origen, Italia, el coche contó con todo tipo de interpretaciones, desde deportivas a, como en el caso que vamos a tratar, enfocadas a un aspecto meramente práctico.
En una época en la que los carroceros estaban en gran auge, estos no se cortaban en presentar cualquier propuesta para ver si lograban que entrara en producción junto a la propia marca o incluso para vender una pequeña serie construida de forma semi artesanal. Ese fue el caso de Caprera, un pequeño carrocero ubicado en Turín que ofreció diferentes propuestas de modelos Fiat. Entre ellos, destacan el 600 Spider Capri o el 850 Berlinetta.
El 31 de octubre de 1964, en el Turin Motor Show celebrado en el Palazzo Esposizioni mostraron una curiosa interpretación familiar del 850. Lo denominaron Fiat 850 Belvedere y adaptaba una carrocería ranchera sobre el modelo de dos puertas. La intención era buena, pero al disposición mecánica “todo atrás” del coche, lastraba la capacidad de carga real.
La integración de la parte trasera estaba realmente conseguida y el aspecto final era sin duda atractivo. Caprera anunció que los haría por encargo y que se tardaba entre 40 y 45 días en fabricarlo. El precio de la transformación era de 850.000 liras de la época, unas 73.041 pesetas. Por hacernos una idea, el precio en España del 850 en 1966 era de unas 80.000 pesetas.
¿LLEGÓ A FABRICARSE?
La duda que subsiste es si de verdad llegó a fabricarse alguna unidad más del Fiat 850 Belvedere de Caprera, pues únicamente hay constancia gráfica de la existencia del modelo exhibido en el Salón de Turín. Desde luego, se hicieron incluso catálogos con el fin de comercializarlo, pero es posible que no llegara a transformarse ningún otro ejemplar.
Respecto a la posibilidad de que hubiera podido hacerse un SEAT 850 Familiar, lo cierto es que, en aquel momento, ese tipo de carrocerías no tenían gran predicamento en nuestro país. Pese a todo, la marca española ha tenido casi siempre un modelo ranchera en su catálogo, pero normalmente en segmentos más altos. Con todo, la lógica dicta que no llegaría ni saber de su existencia.
