Brasil siempre tuvo una industria del automóvil de lo más particular, con decenas de modelos exclusivos desconocidos fuera del país. Uno de ellos fue el Ford Corcel, un modelo presentado en 1968 y que se basaba en el Renault 12, berlina francesa que se presentaría un año después.
La razón para esta inusual colaboración entre Ford y Renault se debe a Willys-Overland, marca estadounidense extinta pero que prolongó sus operaciones en Brasil hasta los años sesenta. Esta compañía se encargó de traer diversos modelos de Renault al mercado brasileño, y cuando estaban desarrollando un sustituto para el Dapuhine, Ford do Brasil adquirió Willys-Overland en 1967, heredando así el proyecto.
UNA BERLINA POPULAR EN BRASIL
Por aquella época el fabricante americano solo ofrecía en Brasil el enorme y prohibitivo modelo Galaxie 500, y estaban buscando un modelo económico y popular. De esta forma nació el Ford Corcel en 1968, tomando el chasis y mecánica de ,13 litros y 68 CV del R12 que llegaría un año más tarde. La condición de Ford era que el diseño de la carrocería fuese propio e inicialmente solo se ofreció como berlina de cuatro puertas.
A partir de 1969 hubo disponible una variante coupé de dos puertas, que, pese a ser menos práctica, se convirtió en el Ford Corcel más vendido. Posteriormente, en 1970, se añadió a la gama una variante familiar de tres puertas similar a algunas versiones comerciales del R12 para el mercado francés.
Aunque muy exitosas en un inicio, las primeras series del modelo tenían una calidad más que cuestionable, algo que se solucionó con la primera llamada a revisión de un coche en Brasil, afectando a 65.000 propietarios. A partir de 1971 se añadió a la gama una versión deportiva; el Corcel GT, equipado con carburador de doble cuerpo y 80 CV de potencia.
El Ford Corcel recibió dos rediseños en 1973 y 1975, y en cada uno de ellos se distanciaba más de los rasgos del R12, optando por un aspecto más propio de las divisiones europea y americana de Ford. También desde 1973 se incorporaba un nuevo bloque de 1.372 centímetros cúbicos desarrollado por Ford pero que derivaba directamente del Cléon-Fonte de origen Renault de 75 CV y 85 CV para el GT.
NUEVAS VERSIONES BASADAS EN EL LUJO Y LA UTILIDAD
Para finales de 1977 y con la mirada puesta en la temporada de 1978 se lanza la segunda y última generación del Ford Corcel. Pese a contar con un diseño más grande y similar al de los Ford Granada y Taunus europeos, la base seguía siendo la del R12, y ahora solo se ofrecía en carrocerías de dos puertas estilo fastback y familiar de tres puertas, ya que la falta de demanda por la berlina tradicional hizo que fuese descontinuada.
En 1981 aparece el Ford Del Rey, disponible como un coupé más tradicional, además de ranchera de tres puertas y marca el regreso del sedán de cuatro puertas a la gama. En lugar de ser un sustituto al Ford Corcel el nuevo Del Rey era el buque insignia de la compañía en gran parte de América del Sur durante los años ochenta. También aparece una nueva variante del Cléon-Fonte desarrollada por Ford de 1.555 centímetros cúbicos y se incorpora un bloque de 1,8 litros de origen Volkswagen.
Un año después aparece una nueva variante llamada Ford Pampa, que dejaba de lado el lujo y ofrecía por primera vez una pickup en la gama, algo que logró ser todo un éxito dada la popularidad de este tipo de carrocerías en todo el continente. Debido a si alta demanda el Pampa logró sobrevivir al resto de estos Ford pues estuvo en producción hasta 1997, mientras que el Corcel y Del Rey dejaron de fabricarse en 1986 y 1991 respectivamente.
Imágenes: Ford