Entre los días 11 y 14 de agosto se celebró en tierras gallegas el rallye Teresa Herrera, uno de los rallyes turísticos con mayor solera de España. Y es que un evento de estas características que cumple ya 25 años celebrándose en nuestro país es sin duda sinónimo de éxito y dedicación.
Pero además en este caso se da otro factor necesario para su continuidad: el relevo generacional, tanto de organizadores como de participantes. El nuevo equipo del Coruña Veteran Car tomó el relevo hace unos años y ha sabido aportar la frescura necesaria a este tipo de excursiones, incluyendo actividades para todos los gustos… y públicos.
Al Teresa Herrera no se va a pasar interminables horas montados en los coches; se va a disfrutar del entorno y la compañía de aficionados llegados desde todos los puntos de España. Esto además se complementa con variadas actividades culturales relacionadas (o no) con el automovilismo.
Es ya tradicional el concurso de trajes de época que normalmente se celebra en la coruñesa plaza de María Pita ante la atenta mirada de cientos de viandantes, o las charlas/conferencias impartidas por el historiador del automóvil Don Ramón Roca. Además este año se presentó un nuevo libro sobre La Hispano-Suiza de la mano de Manuel Lage.
Para que los copilotos o acompañantes no adeptos a nuestro mundillo también se sientan entretenidos suele haber actividades como visitas a centros comerciales, museos, o el ya tradicional slalom celebrado en Los Cantones de La Coruña donde se pone a prueba la pericia de los pilotos y el estado de las mecánicas.
Como habrán podido comprobar, todo esto ya supone un esfuerzo organizativo digno de mención. En esta XXV edición la base ha estado en Coruña capital –como suele ser- y se ha visitado Oleiros, Santiago de Compostela y Cerceda, aunque como decíamos antes se pasa más tiempo visitando diferentes cosas que propiamente en carretera y circulando con los coches.
Variedad y calidad anterior a 1963
En cuanto a los vehículos participantes, han sido de la variedad y calidad que ya viene siendo habitual desde hace varios años, con más de 30 vehículos de todos los estilos y marcas sujetos al requisito indispensable de estar construidos con anterioridad a 1963. Como curiosidad, la organización se preocupa siempre de que en la caravana y parque cerrado se siga un estricto orden de más antiguo a más moderno, dentro de lo posible.
El vehículo de más edad este año era un Opel 4/14 PS de 1926, seguido de cerca por todo un Rolls-Royce Silver Ghost venido desde Cataluña. Dada la calidad del parque reunido es difícil destacar alguno, pero entre los “preguerras” nos despertó especial interés el Hispano-Suiza Junior prototipo con su elegante carrocería VanVooren y el otro H-S presente, un impresionante T-56 Bis carrocería phaeton descapotable procedente del Museo Jové.
De los coches fabricados en la postguerra destacaban en número los Mercedes de diferentes modelos y épocas, así como la cantidad de roadster ingleses, con la práctica totalidad de posibilidades allí presentes.
Ya solo nos queda recomendarles asistir como participante o mero espectador. Les aseguramos que eventos así nunca defraudan, ni siquiera bajo las exigencias del caprichoso clima gallego.