En el Palacio de los Deportes de la capital asturiana, tuvo lugar durante el 20 y 21 de septiembre el 17º Salón Internacional del Vehículo Clásico “Ciudad de Oviedo”.
Organizado por la Asociación Ovetense del Motor Clásico, a la cita acudieron miles de aficionados, que en esta edición se beneficiaron de un precio en la entrada rebajado a 6 euros, mientras que los menores de 16 años y mayores de 75 pasaban gratis.
Un total de 76 stands ocupaban su espacio dentro del pabellón. En ellos, además de recambios para clásicos y para motos veteranas, también se podían encontrar otros múltiples objetos relacionados con nuestra afición.
Asimismo, era curioso comprobar que entre el público había personas de todas las edades, algo que favorecerá que los niños del presente se conviertan el futuros fans de este tipo de vehículos.
Tanto en los clásicos de exposición como en venta, los coches americanos siempre tienen importancia en el certamen astur.
Así, en esta edición el visitante tenía la oportunidad de contemplar unidades difíciles de ver, como un impecable Edsel Pacer de 1958 o varios Buick de la década de los ’50.
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Los 600 de Pedro Serra
En el apartado expositivo, destacaban dos ejemplares derivados del Seat 600 y carrozados por Pedro Serra. El coupé prototipo Sport Pullman y un roadster Corver fabricado en muy escasas unidades.
Al lado de ambos ejemplares, una de las escasas furgonetas Siata 400 CH que sobreviven. Otro prototipo exhibido era un Matra Murena 4×4 de 1981, ejemplar único y actualmente en restauración.
Todo ello junto a los stands de los profesionales. Entre ellos, los que mayor aglomeración registraban estaban los de venta de repuestos de clásicos populares, con preponderancia de Seat.
Por otra parte, el especialista francés Serge Gonthier acudía con accesorios y recambios de modelos galos. Por tanto, el lugar ideal para comprar un faro de Peugeot 203, el cuadro de instrumentación de un Renault Frégate o un piloto trasero de Simca Huit.
En cualquier caso, la mayoría de los profesionales del repuesto tenían material para los clásicos españoles más difundidos.
Es decir, de aquellos fabricados en los años ’60 y ’70. Y pertenecientes a las marcas Austin-Morris-Mini, Citroën, Renault, Seat y Simca.
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Populares y más
De igual manera, durante el recorrido a través del recinto, cualquiera se podía topar con diferentes coches expuestos.
Era el caso de un Citroën Traction Avant matriculado en 1958, o el de un BMW 3.0 CSL Alpina de 1976 en excelente estado, que sin estar en venta eran interesantes de ver al detalle.
Además, la megafonía avisaba de la llegada de las distintas concentraciones, dedicadas respectivamente a los Ford Mustang, Citroën Traction Avant, A.U.T.H.I., Renault Supercinco GT Turbo y Volkswagen Golf II, más el tradicional Revoltijo de Clásicos Populares del domingo.
Abundaban las miniaturas a escala 1:43 de todo tipo de vehículos de colección. O revistas antiguas, contando incluso en el stand de Daniel con la posibilidad de que te ofreciese -tras un tecleo a su ordenador potátil- la revista antigua con la prueba de tu modelo favorito.
Ya entre los clásicos en venta exhibidos dentro, había por ejemplo un Ferrari 308 GTB4 de 1976, cuyo dueño pedía 35.000 €.
O un Porsche 911 S Targa de 1976 en 36.500 €, un coupé Cadillac LaSalle de 1938 en 25.500 € y un Ford Thunderbird de 1957 a cambio de 33.500 €.
Sin olvidarnos de los incipientes “youngtimers”, como un Peugeot 205 GTI, un Volkswagen Golf II y un Alfa Romeo Spider 2.0 Quadrifoglio Verde. Este último, de 1987 y con 43.000 km, tuvo nuevo propietario con el abono de 10.000 €.
Espacio de venta
A su vez, en la zona externa también se exponían una treintena de clásicos dispuestos cambiar de dueño. Desde algunos Seat 600 a precios pre-crisis hasta un BMW 635.
Y esos modelos populares que cuesta ver originales y en buen estado, como un Seat 1200 Sport de 1977 por 5.500 €. Y un Renault Siete en condiciones excepcionales, con 42.000 km y cuyo dueño pedía 1.990 €.
Finalmente, señalar el esfuerzo realizado por la Organización, formada por aficionados como nosotros. Gracias a ellos y a los profesionales que prepararon sus stands, fue posible que los entusiastas y el público en general disfrutásemos en la cita astur.
*Información elaborada mediante nota de prensa
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