El fin de semana del 13 al 15 de este mes y coincidiendo con los Carnavales se celebró en Turín la 32 edicion de Automotoretro. Este evento toma importancia año tras año, convirtiéndose junto con el de Padova en una de las dos ferias de clásicos de referencia internacional de Italia. Este año ha sufrido un fuerte incremento de visitantes, subiendo un 18% respecto de la edición anterior, todo un exito para la organización.
La feria está ubicada en la antigua fábrica de Fiat, la de Lingotto. Mucha gente no lo sabe, pero allí se ensamblaron los Fiat durante décadas; en este enorme edificio se fabricaba en diferentes plantas, teniendo en la azotea una gran pista de prueba con dos grandísimos peraltes al final de las rectas. Así que es un lugar con una historia increíble y que sin duda merece acomodar año tras año un gran evento de clásicos. En esta ocasión se alojó en nada más y nada menos que 5 pabellones, con una superficie aproximada del doble que nuestras ferias más grandes, las de Madrid y Barcelona.
[su_note note_color=»#f4f4f4″]
Las grandes marcas italianas
Sin duda pensar en automóviles deportivos es hacerlo en Italia, y en este sentido el certamen no podía defraudar: una pléyade de vedettes de 2 y 4 ruedas de corte mas o menos sportivo se daban cita, con al menos 5 Testarossa en venta, Mondial, Ferrari 355, 208 GT4, 348… Se echaba en falta, aunque solo fuese como exposición, algún cavallino realmente clásico, tan solo encontré un Dino blanco algo escondido.
La marca del tridente en cambio sí daba el do de pecho en lo que a vehículos en exposición se refiere, con varios bólidos de Gran Premio en zonas destacadas del pabellón central. En cuanto a las motos, la oferta no era la de Manheim pero algo había: Ducatti, Benelli, Gilera, Vespa… etc.
Alfa y Lancia eran otras de las grandes firmas italianas sobradamente representadas, con modelos de culto como Giulietta SZ, Montreal, o dos clásicos Aurelia Spider América. Tampoco podemos olvidar los sempiternos Delta HF Integrale en todas sus versiones, este año incluso estaba expuesta la unidad especial del que fue «capo del grupo Fiat», Gianni Agnelli.
[/su_note]
[su_note note_color=»#f4f4f4″]
En casa de la Fiat, esta no podía faltar, excepcional el Fiat Zero 12-15 Cv de la primera década del siglo pasado, desde allí hasta nuestros días muchísimos modelos expuestos, Balillas, 131 abarth, 124 spider, 850 spider, 500, etc… Hicieron las delicias de los apasionados.
[/su_note]
.
» «» «url:https%3A%2F%2Fwww.escuderia.com%2Fcontacta-con-la-escuderia%2F||target:%20_blank» «» =»» «0» =»» =»no-border» _width=»1″ =»#1e73be» =»#222222″ =»#ffffff» =»2″ =»50″ =»#333333″ =»»]
Buenos precios, pocos recambios
En cuanto a precios, eran bastante buenos para tratarse de una feria, desde los menos de 20.000 euros en que se vendió el primer día una fantástica unidad de Ferrari Mondial Qv, (el coche estaba realmente bueno, casi perfecto, y el propietario me dijo por la mañana que el precio era «negociable»). Los apetecibles 22-25 que pedían por varias unidades de Delta Evo, pasando por cifras inconfesables para Mercedes 300 SL “Gullwing”, Lancia Aurelia Spider América o Ferrari Dino…
Y como no los mas populares y economicos Fiat 500, o Autobianchi Abarth, a precios increíblemente bajos comparado por lo que se pide por ellos en España. Entre tanto italiano destacaba un modelo a la entrada del primer pabellón: un magnifico Citroen SM cabrio para restaurar; el precio no estaba expuesto, solo el número de teléfono para que llamasen los interesados.
[pro_ad_display_adzone id=»41633″]
Respecto a preguerras en venta, una oferta casi exclusivamente italiana, centrada en los populares Balilla en el entorno de 5-9.000 euros y los exclusivos Lancias ó Alfas de los 30, estos últimos a precios en general solo aptos para bolsillos poderosos.
En recambios me esperaba mas, ya que solo los mas populares tenían su hueco. Me extraño el no encontrar especialistas en Maserati o Ferrari; eso sí, bastante documentación de moto y coche Italiano.
La feria tenía también una parte exclusivamente expositiva, directamente representada por marcas como Fiat ó Maserati. Numerosos eran también los clubes Italianos que mostraban al público sus monturas. El RACI (como RACE pero a la italiana) mostraba triciclos motorizados de finales del siglo XIX y principios del XX. Luego estaban l0s clubes, como el club Delta HF Integraleo el Club 850 Spider, entre otros muchos.
[su_note note_color=»#e9e9e9″]
¿Tunning y clásicos?
Como anexo a la feria se montó un pabellón de Tunning y competición, algunas piezas magnificas de lo último junto con auténticas aberraciones de lo primero. Un servidor no logra entender porque se empeñan en algunas ferias y concentraciones en juntarnos; si hay algo que me molesta como amante de los clásicos es ver esas transformaciones tan radicales en un vehículo antiguo. Una cosa es potenciar un motor de un Fiat 127, como ya se hacía en la época, y otra dotarle de “alas de gaviota” o de un subwoofer del tamaño de una paella para 10 personas.
En síntesis una feria interesante, recomendable si anhelas algún modelo italiano o si quieres pasar un fin de semana “clasiqueando”. Turín además es la sede del museo nacional del automóvil, y por ello os recomiendo que conjuguéis ambas visitas. Yo lo hice y salí encantado de ambas. Además, para las donas el centro de la ciudad ofrece una cantidad increíble de tiendas de moda italiana, que pueden hacer las delicias de ellas en caso de que no profesen un gran interés por los vehículos clásicos. Incluso en la misma feria, el piso superior está ocupado por un centro comercial donde pueden pasar una tarde de compras.
[/su_note]