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A subasta en Mónaco, Citroën 2CV Sahara Guardia Civil de España

En los últimos años de la colonia francesa en Argelia, Citroën presentó al 2CV Sahara como un modelo perfecto para que las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado pudieran acceder a los terrenos más segregados por la acción de las dunas. Algo que llamó la atención de otros países, encargando la Guardia Civil española 85 unidades del modelo que fueron ensambladas en la recién inaugurada factoría de Hispania-Citroën S.A en Vigo.

A pesar de la escalada militar y el afán del colonialismo francés por conservar sus posesiones en África, en 1962 Charles De Gaulle reconoció la independencia de Argelia. Así acabaron años de guerra entre la insurgencia del FLN y las tropas francesas, estableciendo un nuevo referente para el Movimiento de los Países No Alineados en plena rebelión del Tercer Mundo. No obstante, los esfuerzos hechos por parte del gobierno galo para perpetuar su presencia en la zona fueron tan intensos que incluso se llegó a un crear un nuevo automóvil. El Citroën 2CV Sahara. Presentado en 1958, su misión era la de facilitar la presencia de la policía colonial en zonas de dunas y difícil acceso.

Y así lo hizo. Eso sí, tan sólo durante los dos años en los que pudo desarrollar su misión en Argelia antes de que ésta accediera a la independencia. Hecho que motivó el cambio de nombre del modelo a 2CV 4×4 en un ejercicio de tacto diplomático y saber perder. No obstante, a pesar de haber perdido el fin para el cual fue fabricado, este pequeño Citroën había llamado la atención de otros cuerpos y fuerzas de seguridad. Punto en el que conectamos con la historia de la factoría de la marca en Vigo, pues precisamente había sido inaugurada durante el mismo año en el que fuera presentado el 2CV Sahara.

De esta manera, la Guardia Civil aprovechó la posibilidad de fabricar en España este vehículo para encargar 85 unidades. Las únicas construidas aquí. Siendo parte de un pedido especial que no se tradujo en la producción en serie del modelo para los concesionarios españoles. De hecho, el 2CV Sahara siquiera llegó a venderse demasiado fuera de pedidos oficiales. Hecho que se verifica al comprobar cómo sólo se ensamblaron unas 800 unidades de las cuales se conservan poco más de treinta. Algo que hace de este sencillo todoterreno un clásico especialmente valorado, superando fácilmente los 50.000 euros en las subastas donde se ha dejado ver en los últimos años.

CITROËN 2CV SAHARA, DE LA NECESIDAD VIRTUD

Viendo al 2CV uno podría pensar que no está ante un todoterreno. Y, de hecho, no lo está. Sin embargo, este modelo presentado en 1948 con el público rural francés como público potencial sí es una buena base para pensar en terrenos dificultosos. Veamos. Para empezar tiene un peso bastante reducido ya que en su diseño se eliminó casi todo lo que fuera mínimamente accesorio. Además, las suspensiones de brazos longitudinales corriendo por los costados del chasis eran perfectas para salvar obstáculos gracias a sus amplios ángulos de ataque y salida.

A todo esto, el Citroën 2CV Sahara sumaba mayor altura al suelo que en el modelo base. Una importante característica complementada por el recorte de los voladizos, mejorando así la capacidad de salvar obstáculos. Así las cosas, lo único que lastraba al 2CV en su camino a convertirse en un todoterreno era su motor. Un bicilíndrico con tan sólo 425cc y 14CV con 26Nm de par. Realmente insuficiente para generar a bajas vueltas la fuerza requerida al negociar pendientes escabrosas.

Llegados a este punto, es donde los ingenieros de Citroën idean la solución que más y mejor define al 2CV Sahara. Ni más ni menos que poner dos motores. Uno por eje. Algo a priori sencillo, pero que en verdad esconde una enorme complejidad al requerir la sincronización de los mismos. De esta forma, tanto el arranque como la caja de cambios y el depósito de combustible se duplicaron. Todo ello con un dispositivo capaz de coordinar los dos motores y los dos cambios cuando se quería pasar de la tracción delantera a la tracción total.

DE LA GUARDIA CIVIL A LAS SUBASTAS

Gracias a su ingenioso diseño, el 2CV Sahara era una alternativa sencilla, económica y fácil de reparar frente a los 4×4 del momento. Más aún si se contaba con la posibilidad de ser fabricado en el territorio nacional, evitando así las costosas tasas impuestas a la importación. Con este contexto, huelga decir que la Guardia Civil se interesó por el modelo como una opción perfecta frente a los más costosos Land Rover. Fabricados bajo licencia en Linares desde finales de los cincuenta. Finalmente muy populares en el parque móvil de la Guardia Civil, aunque en un primer momento más bien destinados al ejército y la actividad agrícola.

Por todo ello, se encargaron las 85 unidades que mencionamos previamente. Ideales para actuar en terrenos más o menos escarpados con la ligereza que, al tiempo, tiene un 2CV sobre el asfalto. Resistentes y fiables, algunas llegaron a estar en activo casi dos décadas antes de ser sustituidas por modelos 4×4 más modernos y efectivos. De esta manera, casi la práctica totalidad de aquellos 2CV Sahara de la Guardia Civil fueron yendo a parar a despieces y desguaces. Al fin y al cabo, en aquel momento no se veía como un futuro clásico sino, simplemente, como un coche viejo que ya había cumplido su deber.

Sin embargo, algunos coleccionistas sí supieron ver el valor de esta escasa variante del popular modelo. Lanzándose a rescatar unidades como ésta, la cual fue registrada en 1983 por un empleado de Citroën Reino Unido. A partir de aquí comenzó un proceso de restauración donde se mantuvieron diversas referencias visuales a su pasado en España. Todo un acierto. Ya que este otrora sencillo automóvil será subastado el próximo 14 de mayo en Mónaco por RM Sotheby’s compartiendo espacio con un Lamborghini Miura o un Ferrari 340 MM Vignale. Cosas del coleccionismo, donde se valora al alza la escasez del modelo.

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Escrito por Miguel Sánchez

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