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A vueltas con el estaño en Argentina, FIAT 770

Durante los años sesenta FIAT creció de forma notable en Argentina. De hecho, con el FIAT 770 al fin tuvo una opción deportiva en aquel mercado. Eso sí, plantearía serios problemas de fabricación.

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Sin duda, Italia ha sido durante décadas el país más importante en todo lo referido a la industria carrocera. Dotado de diversos talleres históricos, desde Pininfarina hasta Zagato sus diseñadores son los que más y mejor han entendido la importancia relativa al impacto visual que todo automóvil deportivo ha de presentar.

En este sentido, existen multitud de razones de cara a entender la aparición de semejante concentración estilística. Eso si, muchas veces pasa inadvertida la que, a la postre, bien podría ser una de las más importantes.

Hablamos del peso de FIAT. Algo que a priori puede sorprender pues, al fin y al cabo, si por algo es conocida esta marca es por su gran cantidad de modelos populares creados en gran serie. Sin embargo, analizando el comportamiento empresarial de la misma vemos, al menos, dos cuestiones muy importantes en relación con los carroceros. Para empezar, FIAT nunca presentó inconvenientes a la hora de aportar chasis y mecánicas a cualquier tipo de taller externo.

Gracias a ello, desde Moretti hasta Vignale multitud de carroceros independientes pudieron acceder a la producción de automóviles en serie corta sobre bases populares. Además, este hecho dio una interesante respuesta. Y es que, en no pocas ocasiones, eran los propios diseñadores quienes ofrecían a FIAT creaciones deportivas o exclusivas para que ésta las incorporase a su oferta en los concesionarios. Así las cosas, entre el gigante turinés y múltiples talleres independientes se estableció una interesante sinergia.

Especialmente antes de llegar los años setenta. Cuando el carácter masivo de FIAT se intensificó aún más, dejando cada vez menos espacio a la personalización interpretada por las pequeñas series. Así las cosas, desde que viera la luz en los años cincuenta el 600 fue una de las bases preferidas por multitud de carroceros italianos. Algo muy bien ejemplificado por Vignale. El cual presentó a FIAT varios estudios donde transformaba al popular utilitario en un modelo desenfadado tanto en abierto como en cerrado.

No obstante, en el caso de Europa ninguno de aquellos diseños llegó a la fabricación en gran serie. Es más, hasta 1965 FIAT no presentó opciones deportivas en su gama más básica y, además, éstas no llegaron sobre el 600 sino sobre el 850. De hecho, mientras el Spyder se dejó en manos de Bertone el Coupé fue ideado por el propio Centro Stile FIAT. Así las cosas, todo el esfuerzo invertido por Vignale parecía haber caído en saco roto. Sin embargo, su filial turinesa aún tenía algo que decir.

FIAT 770 / 800, UN DISEÑO DESENFADADO PARA EL MERCADO ARGENTINO

Durante los años sesenta el parque móvil argentino estaba viviendo una época dorada. Caracterizado por el aumento de sus unidades turismo, en él se presentaban múltiples posibilidades de negocio para quien las supiera aprovechar. Es más, desde IKA hasta Ford diversas empresas radicadas en el país se lanzaron a la creación de modelos propios creados a partir de piezas con patente extranjera.

Gracias a ello, poco a poco la industria automotriz argentina ganaba tanto en facturación como en personalidad yendo más allá de la simple réplica bajo licencia. Además, en este contexto FIAT se movía como pez en el agua, llegando a ser la empresa líder en el país hacia 1967 con una cuota de mercado situada en el 23%. Todo ello gracias a sus más de 40.000 unidades fabricadas aquel año en suelo argento empleando hasta 22.000 trabajadores.

Asimismo, en este contexto al alza se presentó una nueva versión del popular 600 antes de acabar 1966. Dotada con un motor más potente -subiendo hasta los 767 centímetros cúbicos-, ésta se presentaba como la base perfecta para lanzar al mercado nacional una opción deportiva y desenfadada. Eso sí, de cara a desarrollar el modelo se necesitaba una carrocería capaz de seducir en lo visual. No en vano, el futuro vehículo habría de ser casi un capricho. Un segundo coche enfocado al recreo o, en el caso de ser el único, especialmente dirigido a la juventud.

Y sí, justo aquí es cuando entra en escena el trabajo realizado por Vignale en Italia. No en vano, FIAT decidió comprar los derechos del mismo al carrocero, asignando su diseño a la filial argentina. Con todo ello, ese mismo año veía la luz el FIAT 770. La primera creación recreativa -dadas sus prestaciones sería excesivo calificar a este modelo como un verdadero deportivo- presentada por la marca en el país sudamericano.

Creado sobre la base del 600, el FIAT 770 incorporaba una mecánica con 36CV capaz de propulsar el conjunto hasta los 115 kilómetros por hora. Además, obviamente la carrocería firmada por Vignale daba al vehículo un aspecto exclusivo y estiloso. Ahora, esa misma virtud habría de ser su perdición. Y es que el ensamblaje de los paneles se convirtió en un verdadero martirio. Para empezar, debemos entender cómo, cuando este tipo de modelos se producían en Italia, era el propio carrocero quien armaba la pieza en sus talleres.

De esta manera, años de experiencia acumulada a través de la fabricación artesanal aseguraban una calidad sin igual. Sin embargo, en el caso del FIAT 770 la cadena de montaje argentina era la encargada de producir el modelo. Debido a ello, lejos de recibir se las tuvo que apañar con la unión de los paneles enviados por Vignale desde Italia sin ningún tipo de experiencia previa en este sentido. Claro está, así las cosas la fabricación de cada unidad del FIAT 770 se convirtió en una aventura.

El proceso se eternizaba en tiempo, los obreros desesperaban y, además, las uniones tenían que hacerse a base de usar kilos y kilos de estaño. Resultado de esto fue que cada unidad del nuevo modelo podía ser distinta en sus cotas de carrocería a la anterior. Y, claro está, un importante sobrecoste que hacía escasamente rentable la comercialización de este FIAT argentino. No obstante, lejos de abandonar la fábrica persistió. Mejorando el trabajo sobre los 770 para hacer así del modelo una operación comercial positiva.

Debido a ello, en 1967 presentó el 800. Una versión mejorada en la mecánica gracias a incorporar el motor 100 D 045. Con 797 centímetros cúbicos y unos 40CV. Entregados con suavidad y constancia gracias a un perfecto ajuste de la carburación para, de esta manera, incidir en la comodidad de manejo que habría de ofrecer este modelo exclusivo. Gracias a ello, la producción se extendió hasta 1970 para, con mayor o menor fortuna comercial, ser sin duda uno de los mejores hitos de FIAT en la Argentina.

Fotografías: FIAT

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Escrito por Miguel Sánchez

A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.

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