FOTOS AC 3000 ME MkII PROTOTYPE: H&H AUCTIONS
De buenas a primeras esta unidad parece un deportivo italiano. El color rojo intenso, un motor V6 Busso, unas líneas a lo Bertone parecidas al pequeño deportivo FIAT X1/9… Todo apunta a que se trata de un ensayo con el que, por ejemplo, Alfa Romeo pudiera haber jugado a integrarse en la estirpe de biplazas con motor central trasero inaugurada por el Porsche 914. Sin embargo, todo son simples apariencias.
Realmente estamos ante el AC 3000 ME MkII Prototype de 1982. Uno de los últimos AC ensamblados en su factoría londinense de Thames Ditton, justo dos años antes de que Derek Hurlock decidiera vender la marca a David McDonald. Éste último trasladó la producción a Escocia, representando un canto de cisne que siquiera las esperanzas puestas en este futuro modelo pudieron remediar.
No obstante ese final se veía venir desde el comienzo. ¿Por qué? Pues porque la historia del 3000 ME es una de las más farragosas y desesperadas que cualquier automóvil con buen planteamiento pero poca base empresarial haya podido tener. De haberse fabricado en otras circunstancias podría haber sido un rival duro para el Lotus Esprit. Incluso Ford parece que pensó en él como base para desarrollar un hipotético Grupo B.
Pero en fin… Todo eso son datos para una biografía destinada a morir con tan sólo unos 120 ejemplares del AC 3000 ME construidos. Eso sí, de todos ellos posiblemente éste sea el más extraño. Al fin y al cabo es el único con motor Alfa Romeo, además de haber sido testigo del traslado y cierre de AC. Ante tal derroche de historia automovilística mejor será que vayamos por partes.
EL DIABLO DE UNOS ANTIGUOS INGENIEROS DE LOLA
Desde comienzos de siglo AC se había distinguido por ser una de esas pequeñas empresas artesanales tan propias del automovilismo deportivo en Inglaterra. No obstante, dieron la campanada cuando lanzaron el Cobra en colaboración con Carrol Shelby. Sin duda ese fue el momento más dulce para la compañía. Tras ese éxito, AC buscó a comienzos de los 70 integrarse en el segmento de los GT deportivos.
Aunque la intentona realizada con el AC 428 fue bastante buena, lo cierto es que para una empresa casi artesanal era imposible ser rentable en términos de costes de producción vendiendo un potente deportivo. Así las cosas, los responsables de AC estaban a la búsqueda de un nuevo concepto de automóvil con el que poder llevarse el gato al agua. Algo alejado de los grandes GT con inmensos motores delanteros pero también de la fórmula radical del Cobra.
Entonces, en el londinense Racing Car Show de 1972, los antiguos ingenieros de Lola Peter Bohanna y Robin Stables presentaron su prototipo Diablo. Su concepto era muy innovador, ya que se basaba en un diseño de motor central trasero. De hecho, el primer modelo producido en serie con esta especificación fue el Porsche 914, el cual se había lanzado tan sólo tres años antes. A pesar de lo rompedor del prototipo, los directivos de AC compraron la licencia de fabricación.
AC 3000 ME: SEIS AÑOS DE RETRASO. UN DESARROLLO CON DIFICULTADES
En un principio el Diablo iba a ser propulsado por motores ingleses, pero las negociaciones con British Leyland salieron mal. Por ello AC recurrió a su asentada amistad con Ford a través de Carrol Shelby para dotarse de mecánicas Essex V6 de 3 litros con 138CV. Con este pacto ya firmado todo parecía ir todo sobre ruedas. Por ello AC presentó lo que iba a ser el modelo de serie en el Salón del Automóvil de Londres 1973 bajo el nombre de AC 3000 ME.
La acogida fue tan buena que en pocos meses se registraron más de 1200 solicitudes para el AC 3000 ME, apuntando otras fuentes hasta las 2500. Sin embargo, las primeras unidades no se entregaron hasta 1979. ¡Seis años de retraso! Y es que el proceso de fabricación estuvo jalonado por multitud de sorpresas. En primer lugar las nuevas normas de homologación obligaron a repensar toda la seguridad del coche. A esto se le sumó la constante falta de capital por parte de AC para atender cualquier imprevisto y, especialmente, costear una línea de producción que debería haber ensamblado unas 30 unidades diarias.
Por si fuera poco el dueño Hurlock Derek estaba obstinado en fabricar la mayor cantidad de piezas propias, conservando así el carácter artesanal de AC. ¿Cuál fue el resultado de todo esto? Pues comprobar que sin capital sobradamente saneado… Una pequeña marca lo tiene casi imposible a la hora de lanzarse a producir por centenares. El reto de conjugar artesanía y comercialización masiva se saldó con tan solo unas 80 unidades del 3000 ME ensambladas antes de la venta de AC en 1984.
CHASIS ME301R90000129. PIEZA ÚNICA A CABALLO ENTRE LONDRES Y ESCOCIA
Atenazado por la imposibilidad financiera, Hurlock Derek vendió AC a un impetuoso David McDonald convencido de poder salvar la marca relanzando al 3000 ME. Lo primero que hizo fue trasladarla de Londres a Escocia con la idea de fabricar 40 coches por semana. Sin embargo… Justo un año después la realidad era que tan sólo se habían fabricado 30 vehículos. Y eso por no hablar de que el cierre de la empresa fue con embargo judicial incluido. Un caos absoluto en el que estuvo presente nuestro protagonista.
Ensamblado en 1982, este prototipo sirvió como prueba de lo que iba a ser la segunda generación del 3000 ME, para la cual AC sopesaba un acuerdo con Alfa Romeo. Cuando McDonald compró las licencias de AC el antiguo gerente de la empresa Charles Hurlock lo traspasó junto al resto de materiales hasta Escocia. Es por ello que esta unidad vivió esas dos etapas de la marca, siendo además la única prueba de esa salvación que AC atisbaba gracias a la conexión italiana.
Una conexión plasmada en un motor V6 Busso de de 3 litros. Y bueno, la verdad es que utilizar este motor tan exitoso para Alfa Romeo (equipó a los 75 y GTV entre otros muchos) sobre un ligero deportivo británico… Hubiera sido atípico, pero probablemente interesante. De hecho, el último concesionario que lo ha tenido a la venta decía de él que “suena como un purasangre italiano”. Lógicamente. En fin, una pena no haberlo visto producido en serie. Aunque eso sí, nos deja una historia de película.
P.D. Después de que fuera incautado por las autoridades judiciales junto al resto de elementos de AC (Scotland) Plc, este 3000 ME MkII Prototype fue adquirido por el piloto de pruebas de AC Ray Wilkinson. Con él compitió en diversos lugares, tras lo cual el coche cambió de manos varias veces hasta ser vendido por última vez el pasado 1 de mayo. A pesar de la increíble historia del coche la puja quedó en 18.562 libras, unos 20.000 euros.