Fritz y Hans von Opel ganaron la primera carrera en el circuito de Nürburgring, celebrada en 1922. Pero la prueba más famosa de antes de la guerra tuvo lugar en 1927, cuando Rudolf Caracciola llevó a la victoria un potente Mercedes-Benz SSK, conocido como el Elefante Blanco por su velocidad y por el bramido de su compresor.
La entidad organizadora de las primeras ediciones fue el ADAC, que es el mismo club del automóvil alemán que las sigue organizando en la actualidad.
Con tan dilatada experiencia, difícil de igualar en la materia, tanto los participantes como los espectadores esperan una organización impecable al acudir cada año al prestigioso evento. Y no son defraudados.
En el programa de 2013 del ADAC-Eifelrennen, para las carreras de clásicos previstas del 14 al 16 de junio, numerosas categorías atrajeron la atención de miles de espectadores, entre las que destacaban:
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→ Elefantenrennen, o Carrera de los Elefantes, para vehículos del período 1900 a 1940;
→ Porsche Kremer, para Porsche 911 que hayan tenido relación con la famosa escudería de competición;
→ ADAC Trofeo Graf Berghe von Trips, monoplazas de 1600 a 2000 cc;
→ Grupo C, prototipos del Grupo C, como Nissan R90CK, Porsche 962 y Sauber-Mercedes C11;
→ Vehículos históricos de Fórmula 3;
→ Trofeo Dunlop para coches de los años sesenta;
→ ADAC-Eifelrennen, carrera de resistencia de 3 horas, Trofeo Jan Wellem.
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Entre los cientos de participantes de varios países de Europa se echaban en falta equipos españoles, de los cuales no había ninguno presente.
Un poco de Historia
Es necesario un pequeño inciso histórico sobre el Circuito de Nürburgring, ideado por empresarios de Colonia en los años veinte para solucionar problemas de desempleo y para desarrollar económicamente la región tras la I Guerra Mundial. Se aprovecharon las carreteras locales disponibles que atravesaban el parque natural del Eifel, y en años sucesivos se fue dotando al circuito de las estructuras necesarias: parque cerrado, boxes, tribunas, torre de control y una incipiente red hotelera y de acogida de espectadores.
El circuito se componía de dos secciones claramente diferenciables: la Nordschleife, o zona norte (lazo norte) y la Südschleife, o zona sur. El trazado era de los más largos del mundo, superando los 22 kilómetros de recorrido.
Tras el accidente de Niki Lauda en 1976, se consideró peligroso para las carreras de Fórmula 1 y de prototipos. Se emprendió entonces la construcción de un nuevo circuito adyacente y que comunicaba con el antiguo.
Desde entonces, los grandes premios de F-1 y las competiciones de categorías superiores tienen lugar en el nuevo trazado, mientras que la Nordschleife se reserva no solo a acontecimientos históricos, sino también a competiciones de categorías intermedias.
El lector podrá apreciar en las fotografías de época de los archivos del organizador cómo ha cambiado el circuito desde los años veinte. Sin embargo, la estructura y apariencia de los antiguos boxes se sigue conservando con fidelidad, tras un importante trabajo de restauración.
El ADAC-Eifelrennen es uno de los acontecimientos de coches clásicos más importantes que tienen lugar actualmente en el viejo circuito, junto con el AvD Oldtimer Grand Prix, que se celebra en septiembre y del que tendremos ocasión de hablar en su momento.
ADAC-Eifelrennen 2013
Llegar a Nürburgring en pleno fin de semana de actividades y competiciones que se encadenan con pocos minutos de intervalo produce un efecto de desorientación inicial, porque no se sabe dónde acudir.
Para no entrar en la dinámica de correr de un lado a otro, que se convertiría en un ejercicio agotador ya que las distancias son considerables, es apropiado que el espectador esté provisto de un programa con los horarios de las carreras previstas. Uno completo con listas de inscritos, categorías y tiempos se ofrece en las taquillas de acceso al precio de 6 euros.
Del antiguo Fahrerlager, plaza donde se encontraban los boxes antes de la guerra, se accede al moderno circuito y a sus instalaciones de una amplitud considerable a través de un túnel que pasa por debajo de la pista. A su salida se encuentra una de las reliquias más curiosas del circuito.
Se trata de un gran mapa mural en el que se han grabado los nombres de los pilotos que se han distinguido a lo largo de la historia de Nürburgring. No sólo se encuentran los de los ganadores de grandes premios de Fórmula 1, sino también los que militan en otras especialidades. Una curiosa sorpresa la constituye encontrar nombres como el de Antonio Albacete. El de Angel Nieto y, naturalmente, el de Fernando Alonso, también están inmortalizados en el mural.
En el Fahrerlager se sitúa el cuartel general de los coches de antes de la guerra, con sus equipos, utillaje y mecánicos, dejándose las modernas instalaciones para los prototipos y youngtimers; pero la visita de ambas zonas tiene los mismos alicientes, tanto para los asistentes que se conformen con pasear entre los vehículos como para los espectadores más interesados en seguir el desarrollo de las carreras.
ELEFANTES BLANCOS Y RESISTENCIA
Uno de los atractivos principales del Eifelrennen lo constituye la salida de la Carrera de Elefantes, al estilo de las 24 horas de Le Mans, en la que los pilotos atraviesan corriendo la pista para arrancar los motores de los coches aparcados en batería en el lado opuesto.
Entre los participantes en esa categoría encontramos al Elefante Blanco por excelencia, un Mercedes-Benz SSK de 1928 preparado por la división de coches clásicos de Mercedes y reservado a Jochen Mass. En la misma fila también partían otros Mercedes-Benz SSK 710, compartiendo el terreno con marcas europeas como Bugatti, Bentley, Alfa Romeo, Riley, Alvis o Veritas; y americanas como Buick o la menos conocida Graham Indianapolis.
La carrera más importante y que atrae mayor número de participantes es la de resistencia de tres horas, en la que estaban inscritos desde antiguos pilotos de Fórmula 1, como David Coulthard -al volante de un Mercedes-Benz 220S y que soportó una multitudinaria firma de autógrafos-, o Jürgen Barth, autoridad en el mundo de Porsche y ganador de las 24 horas de Le Mans.
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Credit: Canal Youtube Eifeler888, sobre el mítico circuito alemán
El más rápido y ganador del Trofeo Jam Wellem fue Daniel Schrey, a los mandos de un Porsche 935K1. Jürgen Barth se clasificó tercero con un Porsche 934-5 y acogió en su box a este cronista, aceptando posar para unas fotos.
Al igual que también lo hizo el piloto danés Peter Iversen, orgulloso de su Porsche Carrera 6.
A diferencia de las otras parrillas de salida que, como es natural, están cerradas al público por motivos de seguridad, los espectadores son autorizados a acceder con toda libertad a la parrilla de esta carrera de resistencia. La deferencia del organizador es muy apreciada, y tradicionalmente los espectadores invaden el corazón de la línea de salida del circuito de Fórmula 1 pudiendo pasear, hacer fotos, hablar con los pilotos y mecánicos y asistir en primer plano a los preparativos de los coches que se disponen a competir.
La carrera de tres horas tiene lugar en el recorrido más largo de Nürburgring, que se obtiene conectando el moderno circuito de Fórmula 1 con el antiguo trazado de la Nordschleife, siendo posible seguir la carrera bien desde las modernas gradas o en pleno bosque en los lugares en que es posible acercarse al viejo circuito.
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Credit: Canal Youtube Green Hell Videos in Full HD, también sobre el Infierno Verde
EQUIPO KREMER, GRUPO C Y MÁS
No es extraño que la marca Porsche tenga predilección por el circuito de Nürburgring, no sólo para probar los nuevos modelos salidos de la cadena de producción, sino también para competir con sus históricos rivales de BMW o Mercedes. Uno de los equipos privados que más se ha distinguido en la preparación y competición con vehículos de la marca, en particular derivados del 911 pero también de los provistos de motor delantero como los 928 y 944, es el equipo Kremer Racing.
Una parrilla de salida reservada únicamente a Porsches con una conexión con el equipo Kremer alineaba nada menos que 61 participantes, donde abundaban los RS y RSR, pintados con los colores de los patrocinadores más conocidos.
La carrera del Grupo C la ganó el británico Gareth Evans con su Sauber-Mercedes C11, coche que los lectores de La Escudería ya conocen (véase artículo sobre Spa Classic), demostrando mayor fiabilidad y rapidez que sus perseguidores a bordo de no menos espectaculares Porsches 962.
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Credit: Canal Youtube GT-Eins Sportscars Racing Videos, principalmente sobre Nürburgring y Spa Francorchamps
Los coches de pequeña cilindrada también tienen oportunidad de confrontarse entre ellos en Nürburgring. La categoría, «Kampf der Zwerge». Con el apropiado título de Lucha de los Enanos, el circuito se abre a equipos modestos que participan con gran entusiasmo a bordo de Fiat Abarth 1000TC, su hermano pequeño Abarth 595SS, Mini Cooper, Inocenti, NSU TT y otros que no excedan la cilindrada de 1300 cc. Es de destacar la participación de un Seat 600D de 1969, alineado por el alemán Ingmar Koschnick, que demuestra que con pocos medios económicos se puede vivir la aventura de los grandes acontecimientos europeos.
Por último, aunque generalmente en España tengamos tendencia a valorar más los vehículos de marcas extranjeras, es grato comprobar que coches de fabricación nacional empiezan a encontrar el reconocimiento merecido fuera de nuestras fronteras. De ese modo, destacaré un bonito Alpine-Renault 1400 fabricado por FASA en 1977, en un estado impecable de conservación, que frecuentaba el recinto interior del circuito reservado a las reuniones de clubes.
Un incierto futuro
Las obras de ampliación, nuevas instalaciones, hoteles, casinos, pista cubierta de karting, museo, cine y comercios que tuvieron lugar hace unos años en Nürburgring han puesto en peligro la idea inicial de sus creadores de dinamizar la economía en la región, ya que la falta de frecuentación durante los meses de invierno ha producido un déficit importante que ha acarreado la quiebra de la sociedad gestora.
Al necesitar unos 400 millones de euros para sanear sus cuentas (en las que participa el Estado federado de Renania del Norte-Wesfalia) y al haberse negado la Comisión Europea a acudir en su auxilio, el futuro de Nürburgring es incierto. No obstante, el próximo Gran Premio de Alemania de Fórmula 1 tendrá lugar como estaba previsto en julio -aunque Bernie Ecclestone pedía una compensación de 16 millones de euros, cifra oficiosa, que al parecer se ha satisfecho.