Javillac
Durante más de tres décadas eran inescapables, había un Ford Crown Victoria amarillo dando servicio de taxi en cada esquina de Nueva York, y hoy 31 de mayo de 2024, se retiran las dos últimas unidades del modelo que aún quedaban en funcionamiento. Han sido testigos de una ciudad que no ha hecho más que cambiar en todo ese tiempo, y al ser tan habituales se han convertido en un icono tan reconocible como Times Square o el Empire State.
Al igual que ocurrió con los simpáticos Checker, cuya última unidad llevó a pasajeros por la ciudad en 1999, es cuestión de horas que el Crown Victoria pase a ser historia de Nueva York. También fue uno de los coches de policía más comunes en la ciudad, y hoy en día tan solo queda una unidad en servicio del Departamento de Policía de Nueva York.
EL FINAL DE UNA ERA
El Ford Crown Victoria es un coche que representaba el ocaso del automóvil americano tradicional. Su construcción era de carrocería sobre chasis, una técnica que ya solo se aplica a las pickups, y era un sedán “full size”, o de grandes dimensiones, un segmento que ha ido desapareciendo en favor de los SUV. Ford fabricaba un chasis específico para los taxis neoyorkinos (P7A) con una batalla alargada y un mayor espacio para las plazas traseras además de unas puertas posteriores más grandes.
Ford llevaba años teniendo una importante presencia en el sector del taxi, especialmente desde los ochenta con los LTD Crown Victoria, pero con una nueva generación presentada en 1993 lograrían convertirse en una institución de los servicios públicos en América. Tras el repentino cese de fabricación del Chevrolet Caprice en 1996, su principal competidor, el “Crown Vic” logró ser el taxi más habitual por todo el país.
En 1998 aparece una nueva generación que es la que todo el mundo ha visto en cualquier imagen de Nueva York de los últimos 25 años. El coche estuvo en producción sin apenas cambios hasta 2011, y como dato curioso fue el último automóvil de la historia en llevar de serie reproductor de casetes. Las últimas unidades que entraron en servicio se fabricaron en ese último año. Una de ellas empezó a operar como taxi en 2011, mientras que la otra lo hizo en 2013. El huracán Sandy de 2013 hizo que la última gran flota nueva de estos coches fuese al desguace sin apenas uso.
Según dictan las leyes de la ciudad los taxis no pueden tener más de siete años de antigüedad, pero un cúmulo de circunstancias, incluida la pandemia de 2020, lograron prolongar la vida de estos Ford. Las dos unidades supervivientes acumulan entre ambas más de 1.376.000 kilómetros en sus odómetros, y uno de sus conductores planea en jubilarse junto a su coche, mientras que el otro quiere sustituirlo por una Toyota Siena, pero asegura no poder permitirse esa inversión.
Cuando los primeros Crown Victoria empezaron su servicio compartían las calles con otros reyes del asfalto como los últimos Checker y los Chevy Caprice. Hoy, más de treinta años después, estos gigantescos sedanes de motor V8 simbolizan el final de una época, circulando junto a taxis híbridos y eléctricos en una ciudad que planea que todos estos coches sean eléctricos para el año 2030.
Tras años de infatigable y ejemplar servicio dicen adiós a Nueva York, que nunca será igual y desde LA ESCUDERÍA hemos querido rendir homenaje a un vehículo que por desgracia se despide con más pena que gloria.
Imágenes: Erik Alarma, Ford y Mercedes-Benz
