FOTOGRAFÍAS: CAMPOS RACING
Un problema cardíaco ha puesto esta pasada madrugada fin a la vida de un personaje central en la historia del automovilismo español. Con 60 años y aún en plena actividad dirigiendo su propia escudería, ha fallecido el piloto Adrián Campos. Una pérdida significativa dentro del panorama nacional, ya que la entrada de nuestro país a la F1 no se entiende sin su trayectoria. Primero porque él mismo se convirtió en el primer español inscrito a un GP de F1 con su estreno a bordo de un Minardi en 1987 tras la sequía iniciada en 1976 con el abandono de Emilio Zapico. Pero también por haber sido el padrino de Fernando Alonso dentro de la categoría reina.
Con estas credenciales, no sólo se puede decir que Adrián Campos fuera un pionero, sino también un apoyo básico para pilotos más jóvenes como Fernando Alonso o Marc Gené. Gracias a esta doble faceta, está claro que se ha ido una pieza clave para el automovilismo español. Además, destacó en campeonatos de turismo e incluso llegó a pilotar un Ferrari en las míticas 24 Horas de Le Mans. Trayectoria que remató con la fundación de Campos Racing y su escuela de pilotos, participando en la F2 y la F3 al tiempo que gestionaba su escuela de pilotaje.
De una forma imprevista, cuando se encontraba plenamente activo en su escudería, Adrián Campos ha fallecido dejando un gran reguero de condolencias. Todas iniciadas tras el anuncio de su desaparición por Alejandro Agag, actual CEO de la Fórmula E, pupilo y compañero de Adrián en sus iniciativas empresariales dentro del automovilismo deportivo. Toda una vida dedicada a la competición que empezó, a comienzos de los 80, con carreras nacionales que poco a poco lo encaminaron hacia la F3 en 1983.
ADRIÁN CAMPOS. DE LA F3 A LA F1
Al comienzo de los ochenta Adrián Campos ya era un piloto puntero dentro de diversas competiciones españolas. Así las cosas, en 1983 fichó por la European Formula 3, dentro de la cual se abrió camino hasta que un año después entró en el equipo Volkswagen. En este momento llega su consolidación dentro de la categoría, ya que en su primer año con el equipo alemán consigue ganar en el señero circuito de Monza. Un buen previo para lo que sería la segunda temporada, en la cual logró quedar tercero dentro de la F3 alemana.
Tras este buen despuntar en el panorama internacional, Adrián Campos ficha en 1986 por la Fórmula 3000, donde contrata con Lola Factory su participación en las dos últimas temporadas del campeonato. Aquí no se amedrenta, y lejos de estancarse consigue sus primeras puntuaciones en circuitos tan queridos para él como el del Jarama. Buenas actuaciones que lo llevan a la F1, eso sí, como piloto de pruebas en primer momento. Y es que, junto a su participación en la Formula 3000, trabaja como probador para Tyrrel F1.
Un paso previo que le sirvió para convertirse en piloto de F1 con todas las de la ley durante la temporada de 1987, siendo el primer piloto español en competir dentro de la categoría reina durante los ochenta. Oportunidad que llegó de la mano de Minardi, una pequeña escudería que más tarde seguiría siendo trampolín para pilotos españoles como Fernando Alonso. Su mejor resultado fue ser 14 en un Gran Premio de España, completando tan sólo 2 de las 21 carreras en las que tomó la salida. Todo ello fruto de la falta de fiabilidad del Minardi, motivo por el cual se retira de la F1 a mediados de 1988.
REGRESO CON LOS TURISMOS, LE MANS Y DIRECCIÓN DE PILOTOS
Tras varios años fuera de la competición, Adrián Campos regresa a las pistas de la mano de Alfa Romeo. La casa italiana confió en él para ser piloto oficial durante el Campeonato Español de Turismos de 1994. Una actuación brillante a bordo de su Alfa 155, logrando la victoria absoluta. Algo que bien podría haber sido su broche de oro. Pero no. Adrián sentía que tras la F1 y el CET aún le quedaba algo más. Algo tan señero e inolvidable como correr en la carrera de resistencia por antonomasia: Le Mans 1997.
Una última competición en la que, además, participó con una montura a la altura de la despedida: todo un prototipo Ferrari 333SP. 18 vueltas que, más allá del resultado, supieron a broche de oro dentro del automovilismo de competición. Eso sí, al menos detrás del volante. Porque en este momento funda Campos Racing. La escudería enfocada en F2 y F3 con la que servir de plataforma de acceso a las categorías superiores a pilotos nacionales como Marc Gené o Fernando Alonso.
Con sede en su tierra, la valenciana Alcira, Adrián Campos siguió unido al Motorsport con esta iniciativa que ha sido y es pieza clave para todos los jóvenes pilotos con ganas de despuntar. Algo que demuestra cómo Adrián Campos se tomaba la competición de una forma metódica y profesional, sabiendo ser necesario tanto dentro como fuera del coche, tanto como piloto como maestro. Por todo ello hoy es un día triste y luctuoso para el automovilismo español, ya que si hoy en día nuestro país está en la F1 es, en gran medida, gracias al esfuerzo de pioneros como él.