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Alfa Romeo Alfasud Sprint, un coupé en el puro sentido

Marcado por sus ventas masivas y la producción en el sur del país, el Alfa Romeo Alfasud Sprint fue un coupé en el puro sentido del término

La historia, muchas veces, es injusta. De hecho la historia la escriben los vencedores y por tanto, no siempre se cuenta o se destaca todo lo que se debería, ocultando, adrede o por desinterés, algunos acontecimientos. Por ejemplo, en el mundo de las cuatro ruedas se acepta, por lo general, que fue Volkswagen quien instaló la sinergia entre marca de un mismo grupo industrial, destacando el empleo de una misma plataforma para infinidad de modelos, pero en realidad fue FIAT la que puso en práctica dicha forma de trabajar con la plataforma de la primera generación del FIAT Tipo. A Volkswagen también se le atribuye la creación del compacto tal y como lo conocemos, con el lanzamiento del Golf. Y no hay duda sobre la importancia de dicho modelo, pero no fueron los alemanes, sino los italianos de Alfa Romeo ( y por ende, FIAT) quienes crearon el concepto de “coche compacto” o segmento C, cuando pusieron en circulación el Alfa Romeo Alfasud.

Dicho esto, también es justo reconocer que Alfa Romeo se ganó a pulso que su Alfasud haya sido olvidado, en parte, por la reputación de dudosa fiabilidad que tuvo el modelo y por su famosa tendencia a oxidarse prematuramente. Una lástima, pues el concepto que intentó explotar la firma con ese coche resultaba bastante innovador por la soluciones técnicas empleadas y por su carácter marcadamente deportivo. No olvidemos, que el Alfa Romeo Alfasud se presentó en 1971, en el Salón de Turín, siendo desarrollado en uno de esos momentos delicados, económicamente hablando, de cuantos ha sufrido la firma de Biscione.

Alfa Romeo Alfasud

Por entonces, Alfa Romeo estaba en manos del gobierno italiano, de Finmeccanica, (la sociedad perteneciente a IRI, el ente público industrial italiano), quien vendió la marca a FIAT en 1986, a pesar de la interesante oferta que Ford puso sobre la mesa. Fue el gobierno quien puso en marcha el proyecto del Alfasud y su producción en una nueva planta en el sur de Italia, en Pomigliano d’Arco, en Nápoles. Y fue también el gobierno quien dio luz verde para que, de la misma factoría, saliera otro modelo con un talante deportivo todavía más marcado: el Alfa Romeo Alfasud Sprint.

No podemos negar que existe una notable similitud con el Golf y el Scirocco, un coupé deportivo derivado del Golf, que, como curiosidad, fue diseñado poco después por el mismo responsable: Giorgetto Giugiaro. El diseñador italiano dio forma al Alfasud, al Golf, al Alfasud Sprint (Sprint a secas en su segunda generación) y al Scirocco. De hecho, estos dos últimos tienen cierto parecido en sus formas y en la configuración del frontal.

Técnicamente avanzado

Alfa Romeo Alfasud Sprint

Si algo han sabido hacer en Alfa desde su misma fundación, son coches técnicamente muy cuidados y con un claro enfoque pasional y deportivo, rasgo que tenía el Alfasud y por tanto, también el Sprint. Cosas como los discos de frenos de cuatro ruedas, con los delanteros a la salida del diferencial para reducir el peso no suspendido (y con pinzas de cuatro pistones) o la caja de cambios con cinco relaciones, no eran comunes en modelos de su categoría.

Continuando con el apartado técnico, echando mano de publicaciones de la época, podemos constatar que el Alfa Romeo Sprint era un coche bien diseñado en este aspecto. Al derivar del innovador Alfasud, nos encontramos con una tracción delantera, tomada obviamente del compacto, que por cierto, cabe destacar que fue el primer coche de Alfa, que no recurría a la propulsión. El motor estaba colocado delante, con el diferencial justo detrás, montado en un chasis monocasco equipado con suspensiones tipo McPherson delante con barra estabilizadora, al tiempo que montaba un eje rígido trasero con paralelogramo de Watt y barra Panhard transversal.

Alfa Romeo Alfasud Sprint

Otro apartado del coche que no se suele mencionar, es el que afecta a la seguridad. En aquellos años ya se experimentaba y desarrollaba estructuras con resistencia “diferenciada”, lo que hoy llamamos “zonas de absorción de impacto”. El Alfasud Sprint disfrutaba de dicho avance al igual que de una columna de dirección articulada (regulable en altura) un interior acolchado y un doble circuito de frenos (uno a las cuatro ruedas y otro solo a las delanteras), con servo y dispositivo anti bloquaje.

Sin embargo lo que más llamó la atención en su momento fue, inevitablemente, su diseño. Giurgiano, como solía ser costumbre, logró un soberbio equilibrio de líneas, inspiradas claramente en el Alfetta. Era un coupé en el más puro sentido de la palabra, con una línea de cintura muy baja y unas dimensiones relativamente contenidas ( 4,02 metros de longitud, 1,61 metros de anchura y 1,26 metros de altura, con una batalla de 2,45 metros y un peso en orden de marcha, según catálogo, de 890 kilos).

13 años de producción y más de 100.000 unidades

Alfa Romeo Sprint

La primera generación de Alfasud Sprint, lanzada al mercado en 1976, contaba con mecánicas que por entonces ofrecían buenas prestaciones. Sin embargo, hoy los 76 CV de su propulsor en V a 180 grados y sus 165 km/h pueden resultar un tanto ridículos. Tampoco destacan los 118 CV de 1.7 del Sprint QV de 1989, resultan especialmente llamativos, pero en su momento resultaba la mar de interesante.

No podemos pasar por alto que las primeras unidades, las correspondientes a la primera generación, sufrían los mismo problemas que el Alfasud, es decir, oxidación prematura, acabados mejorables, un sistema eléctrico muy “setentero (según el día podía ser una autentica tortura), cosas que, según se dice, se solventaron con la segunda generación, ya denominada como Alfa Romeo Sprint y considerado como un modelo independiente al Alfa Romeo Alfasud.

Alfa Romeo Sprint

Esta segunda generación lucía mucho más moderna, adoptando detalles puramente ochenteros. Los paragolpes, por ejemplo, pasaron a ser de plástico en lugar de metálicos, el frontal adoptaba una calandra más grande, igualmente de plástico negro y la trasera recibía nuevos pilotos y algunos cambios menores en las formas generales.

Se fabricó durante 13 años, entre 1976 y 1989, alcanzando 116.552 unidades. Son muchos años en el mercado (hoy día resulta complicado que un coche “para masas” aguante tanto en el mercado), y pocas unidades comparando con el nivel de producción actual, pero supuso un éxito de ventas para Alfa y hoy, si el coche te gusta, puedes encontrar unidades a precios asequibles. Aunque no esperes pagar menos de 3.000 o 4.000 euros por uno de ellos, un precio que puede subir más de 10.000 para las versiones con el motor 1.7 y el famoso trébol adornando la carrocería o para las versiones con el propulsor 1.5 de la primera generación en perfecto estado.

Escrito por Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo.

Me gusta mucho la historia del automóvil y actualmente estoy creando una biblioteca personal dedicada, en exclusiva, a la historia del motor en España. También cuento con una enorme colección de material escaneado y he escrito el libro "El 600, un sueño sobre ruedas" (editorial Larousse).

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