Miguel Sánchez
Sí, nos encantaría conducirlo. Conducir el Alfa Romeo Alma Sprint y quitarnos prejuicios hacia los “restomod” porque, incluso a través de unas simples fotografías y algo de información técnica, ya ha conseguido remover nuestras animadversiones nunca veladas hacia el no restaurar a estado de serie cualquier automóvil histórico reseñable.
Y es que esta modificación realizada por la empresa Alma -comandada por el ingeniero Rafael Soares en sus talleres ubicados entre Aveiro y Oporto- exuda un poderoso atractivo capaz de ilusionar incluso a los más puristas. Además, tanto el cuidado dedicado al apartado mecánico como las intervenciones en la carrocería y el habitáculo nos trasladan al sentido de los mejores Alfa Romeo de competición.
Un hecho precedido por diversos trabajos sobre unidades de la marca, siendo también muy interesante lo que Alma ha hecho anteriormente con un 75, un GTV6 -en cuya suspensión se trabajó con ahínco- y un más actual 147 GTA con motor V6 Busso. Toda una panoplia de ejemplos capaces de ilustrar a las claras la pasión y el buen hacer desarrollados por la empresa portuguesa en relación a la puesta a punto de modelos Alfa Romeo.
Además, tras todo esto anuncian la producción de hasta 20 unidades del Alfa Romeo Alma Sprint con un peso de tan sólo 880 kilos combinado con el sempiterno motor bóxer perforado aquí hasta los 1.8 litros para rendir así 160 CV. Un proyecto al cual seguir la pista y al que, por de pronto, vamos a conocer a través de esta breve introducción que quizás también cuestione la antipatía natural de otros aficionados hacia los proyectos “restomod”. Bellisimo!
A VUELTAS CON LA MECÁNICA DEL ALFASUD SPRINT
Fabricado desde 1976 hasta 1989, el Alfa Romeo Alfasud Sprint es sin duda uno de los deportivos ligeros más emblemáticos para toda la producción europea. Definido por su peso ligero y carácter espartano -muchos lo definen como un “kart” adecuado a la carretera-, este automóvil logró encandilar a quienes buscaban sensaciones directas sin necesidad de recurrir a grandes cilindradas o mecánicas especialmente prestacionales.
Es más, su motor bóxer con cuatro cilindros descolgado delante del eje delantero desplegaba una evidente elasticidad a la hora de subir de vueltas, siendo por tanto perfecto a fin de ejercitar la conducción deportiva a través de sendas reviradas. Esas mismas donde no es necesario contar con una gran potencia a fin de enlazar curvas, siendo por tanto suficiente el cubicaje de 1.7 litros.
Es más, éste sólo se dispuso en la última evolución del modelo -Quadrofoglio Verde, disponible tanto en carburación como en inyección- ya que, hasta entonces, la gama del Alfasud Sprint sólo había conocido las versiones con 1.3, 1.4 y 1.5 litros alimentadas por carburación simple o doble según el caso.
En suma, atendiendo a las unidades de estricta serie lo normal en uno de estos deportivos italianos sería contar bajo el pedal con en torno a 85-95 CV, pudiendo bajar hasta los 76 CV en el caso de las primerísimas unidades al tiempo que se asciende hasta los 118 CV si hablamos del 1.7 con dos carburadores de doble cuerpo.
ALMA SPRINT, LAS PROPUESTAS DE ESTE RESTOMOD PORTUGUÉS
Dicho esto, el trabajo de Rafael Soares ha incrementado la cilindrada del bóxer Alfa Romeo hasta los 1.8 litros incluyendo nuevas culatas y árboles de levas personalizado. En lo referido a la alimentación dos carburadores Dell’orto aseguran la misma al tiempo que tanto el sistema de lubricación como el de escape se han puesto al día.
Respecto a las suspensiones la geometría de las mismas se ha variado sustancialmente junto a la incorporación de unos amortiguadores ajustables. Si a este se le suma la instalación de unos discos de freno más generosos así como la configuración de la caja de cambio en base a relaciones más cerradas, más enérgicas, el resultado es que los 160 CV entregados por el motor con cuatro cilindros llegan al asfalto a través de un diseño realmente deportivo.
Asimismo, la labor realizada en el Alma Sprint también afecta al apartado de carrocería, habiéndose trabajado en los paneles laterales -los pasos de rueda están reconfigurados con un aspecto más musculoso– junto a la adopción de nuevos faros Hella que, a pesar de ser respetuosos en su estética para con el Alfasud, contienen tecnología lumínica de última generación.
Por último, el interior se ha retapizado por completo y también se han sido instalado una gran cantidad de paneles de aluminio. Todo ello en pos de lograr un aspecto sólido y espartano, buscando así una ambientación “racing” muy propia de los años ochenta en la cual encajan unos nuevos asientos, volante y arneses de cuatro puntos. Sinceramente, todo en este restomod exuda gusto por la deportividad en su sentido más estricto. Seguiremos atentos a su evolución.
