Hay un club que goza de todo mi apoyo y atención desde su creación. Por diversos factores siempre me he sentido vinculado a él: por un lado soy socio desde que se formó prácticamente, allá por el 2010 o el 2011; además es un club nacido en la web Piel de Toro, de la que soy asiduo participante.
Se trata del club de Amigos de los Vehículos Históricos de la Vieja Iberia.
Poco a poco el club va madurando como tal, contando con la participación de más aficionados, un grupo realmente heterogéneo que no hace más que enriquecer el propio club. Unas cuotas ajustadas, junto con unas variadas y entretenidas salidas se traduce en que poco a poco se vayan aumentando en número sus incondicionales.
La última salida ha sido al museo que tiene la Guardia Real en la localidad madrileña de El Pardo, donde el lluvioso sábado 22 de octubre se nos contó en visita privada la historia de este estamento militar que data de la época de los Reyes católicos. La visita culminó con la impresionante colección de automóviles clásicos en la que se pudo admirar algunos de los que utilizan todavía hoy nuestros reyes en actos oficiales.
Clásicos oficiales custodiados por la Guardia Real
Todas las piezas allí expuestas son de indudable valor, tanto económico como histórico. Piezas tan impresionantes como los 3 Rolls-Royce Phantom IV (de los que se fabricaron solo 18 unidades, todas diferentes, y destinadas en su mayoría a Jefes de Estado y Reyes), que incluyen el cabrío que acompañó a nuestros monarcas actuales el día de su boda, o a Felipe VI en su coronación.
Esta colección básicamente ésta formada por los increíbles automóviles que estuvieron al servicio del que fue Jefe del Estado y dictador D. Francisco Franco, desde los cincuenta hasta su muerte en 1975. De la época posterior, de D. Juan Carlos I en adelante, solo se expone una unidad de Rolls Royce Corniche y un curioso Seat 600 recarrozado como bólido para Felipe VI cuando era niño.
Dentro del museo hay una unidad que destaca con luz propia, y es el Mercedes 540 G4 (Tipo W31) que Hitler regaló al General Franco. El coche tiene mucha leyenda negra, como mucho lo que rodeo la vida de ambos dictadores; lo cierto es que hoy no es el único Mercedes de 6 ruedas tipo 31 de esa época que se puede contemplar; hay otro por ejemplo en el museo alemán de Sinsheim.
Lo que sí es verdad es que es el más original que se conoce; ya que sus poco más de 19.000 Km están todos registrados e incluyen anécdotas tales como llevar al propio Ike (D. Eisenhower), desde el pardo al cercano helipuerto de Mingorubio, cosa que se tomó de forma bastante positiva, como si se tratará de la exhibición de un trofeo de guerra.
Cocido para rematar la jugada
Tras la visita privada al museo que incluye una veintena de automóviles y motocicletas, los socios del club asistieron a la degustación de un magnifico cocido madrileño en uno de los restaurantes de la localidad.
En esta ocasión la mayoría optaron por sus modernos vehículos para la concentración previa, ya que las previsiones amenazaban fuertes lluvias, aspecto que se cumplió plenamente…
Aun así, algunos aguerridos se atrevieron con sus monturas clásicas pudiéndose ver aparcados en las cercanías del acuartelamiento el magnifico Saab de dos tiempos de E. Tejera, un Dyane 6 o un Porsche 964 Turbo. Una vez más esta variedad de autos no hace sino constatar la riqueza y diversidad de este club “Amigos de Vehículos Históricos de la Vieja Iberia”.