En una esquina de un enorme garaje madrileño yace un Rolls-Royce Corniche que todo indica que pudo ser de Julio Iglesias. Es una unidad de color blanco cubierta de una espesa capa de polvo. Rematriculado a principios de la década de los 2000, se trata de un Corniche II de 1987 de versión americana, fácilmente identificable por sus enormes paragolpes de normativa estadounidense.
El hallazgo fue descubierto por la cuenta de Tiktok de CochesTopMadrid, grabando un breve vídeo en el que muestran el coche en un estado de abandono total, pero en muy buen estado de conservación con un interior prácticamente intacto.
UN ROLLS-ROYCE DE JULIO IGLESIAS
El coche estaba abierto y en el vídeo aparecen algunos documentos que parecen indicar que el lujoso automóvil es, o al menos fue, propiedad de Julio Iglesias. Hablamos del cantante latino de más éxito a nivel mundial, con más de 300 millones de discos vendidos durante más de cincuenta años de carrera.
Pese al éxito inigualable de Julio Iglesias, poco se sabe de los coches que ha tenido. Famoso es el SEAT 1430 de color azul marino que ha estado a la venta en diversas ferias de clásicos en los últimos años. Conocidos son también los Mercedes-Benz Pagoda y R107 con los que se ha fotografiado al cantante.
En todo caso y sin lugar a dudas, la marca favorita del cantante madrileño, y la de otras muchas estrellas, es Rolls-Royce. De hecho, existen diversas fotografías de varias unidades distintas de estos coches que fueron de su propiedad, incluida, por cierto, la que vemos en el vídeo.
Y es que una de estas fotografías muestra a Julio Iglesias junto a un Rolls-Royce Corniche blanco, idéntico al que hay abandonado en Madrid. La imagen fue tomada en la residencia de Miami del artista, de ahí que el coche sea una versión destinada al mercado estadounidense. La fecha de rematriculación del modelo apunta a que muy probablemente se trate del mismo vehículo.
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Un coche digno de ser rescatado, y una pieza muy interesante tanto como unidad como por su historia. Un gran coche para el más grande, y al cual desde LA ESCUDERÍA admiramos.