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Matazo Kayama, 1990: BMW 535i
Matazo Kayama basó su Art Car en un trabajo previo encargado por el Museo Nacional de Artes de Tokio, reinterpretando el tema original “Nieve, luna y cerezos en flor” con aerografía, intensificando el contraste y la elegancia de la carrocería plateada con sombreados azules. Además, Kayama empleó complicadas técnicas típicas del arte japonés como el “Kirigane” (corte de metal) y el “Arare” (impresión con láminas de metal) para cubrir el coche con trocitos de pan de oro, plata y aluminio.
Su intención era enfatizar su fascinación por la tecnología de BMW, y crear asociaciones con el Japón moderno. Al terminar el Art Car, el artista comentó:
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“Sólo he sido completamente consciente de la claridad del diseño lineal del BMW después de haber visto el coche con sus nuevas túnicas de colores”.
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César Manrique, 1990: BMW 730i
César Manrique creía que, al igual que cualquier objeto cotidiano, los coches juegan un papel esencial en la apariencia de nuestros entornos. Además de arquitecto, diseñador gráfico, escultor y paisajista, Manrique también era un conservacionista.
Esto le inspiró para diseñar un Art Car que encarnara la combinación armoniosa de tecnología y naturaleza, uniendo la percepción de velocidad y aerodinámica con el concepto de estética que nunca hay que descuidar.
Así lo expresan las líneas onduladas y los colores vivos que sugieren movimientos gráciles, inspirados por la naturaleza y los paisajes de la tierra natal del artista: la isla de Lanzarote.
A.R. Penck, 1991: BMW Z1
El artista alemán A. R. Penck adornó un Z1 con varios signos e imágenes, incluyendo sus propias y legendarias figuras de palo. El coche también se inspira en Picasso o Rembrant, así como en pinturas rupestres y en la fascinación por las matemáticas y la física.
Supone un reto para el observador el que las figuras y signos resultantes de un largo proceso de abstracción son códigos que deben ser descifrados. Como curiosidad, Penck se inspiraba para pintar tocando la batería.
Para Penk, el BMW Z1 ya constituía una obra de arte por sí mismo, porque refleja la creatividad y la imaginación de los diseñadores y los ingenieros.
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“Arte sobre arte, arte sobre tecnología: eso me interesó. Particularmente la idea de arte sobre un objeto tridimensional”.
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Esther Mahlangu, 1991: BMW 525i
El Art Car 12 fue el primero firmado por una mujer: la artista sudafricana Esther Mahlangu. Los colores brillantes y las formas geométricas que lo cubren son típicas del arte étnico tribal Ndebele (realizado exclusivamente por mujeres para ornamentar las paredes de las casas), provocando un gran contraste entre el arte primitivo y un producto de alta tecnología.
Tardó sólo una semana, y le ayudó a presentar su arte tribal ante el gran público. Hoy día, Esther Mahlangu está considerada la principal representante de este arte, y ha alcanzado el reconocimiento internacional por su trabajo.
Sandro Chia, 1992: BMW 3 Series Race Car
En el BMW Serie 3 de carreras de Sandro Chia, siluetas y retratos desafían al espectador al considerar la búsqueda de sí mismo en el espejo.
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“Un coche es un objeto muy codiciado en nuestra sociedad. Como tal, el coche está expuesto a las miradas de los observadores. He decorado la superficie del coche para representar estas miradas. He creado tanto un cuadro como un mundo. Todo lo que es mirado de cerca se transforma en un rostro. Un rostro es un foco, un foco de la vida y del mundo”.
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Sandro Chia está reconocido como uno de los más significativos artistas de la Transvanguardia Italiana. Se ve a sí mismo como un neo-expresionista, influenciado por Carrà, de Chirico, Picasso, Mantegna y Giorgione.
David Hockney, 1995: BMW 850i
El 20 de abril de 1995, David Hockney remataba el decimocuarto Art Car, después de varios meses de duro trabajo. El artista intentó retratar las profundidades más íntimas de coche, como si se pudiera mirar dentro de él.
Hockney literalmente volvió el coche del revés, de dentro a afuera, haciéndolo transparente. El capó representa los engranajes del motor, el conductor es visible a través de la puerta, y también hay retratado uno de los perros del artista en el asiento trasero, junto con detalles de un paisaje abstracto que hacen perceptible la experiencia de la conducción.
Jenny Holzer, 1999: BMW V12 LMR
El Art Car diseñado por la artista conceptual norteamericana Jenny Holzer (cuya obra se caracteriza por trabajar con palabras en vez de cuadros, e instalaciones) está adornado con los siguientes mensajes provocativos. Para que los característicos colores azul y blanco de BMW fueran visibles durante todas las 24 Horas de Le Mans, se usaron letras adhesivas brillantes con efecto cromo y colores fluorescentes. Durante el día, el cielo se refleja en las letras y por la noche éstas devuelven una luz azul.
El coche participó en la fase clasificatoria de las 24 Horas de Le Mans de 1999, pero no compitió. En su lugar corrió otro coche similar que ganó la carrera con los pilotos J. Winkelhock, P. Martini y Y. Dalmas.
PROTEGEDME DE LO QUE QUIERO
LO INALCANZABLE ES INVARIABLEMENTE ATRACTIVO
ERES TAN COMPLEJO QUE NO RESPONDES AL PELIGRO
LA FALTA DE CARISMA PUEDE SER FATAL
LA MONOMANÍA ES UN PREREQUISITO PARA EL ÉXITO
¿QUÉ NOS SALVARÁ AHORA QUE EL SEXO NO PUEDE?
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“Al reunir el arte, el diseño, las cuestiones sociales y ambientales, espero poder contribuir a una forma diferente de pensar, sentir y experimentar los coches y verlos en relación con el tiempo y el espacio en el que vivimos”.
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Olafur Eliasson, 2007: Proyecto BMW H2R
El artista danés Olafur Eliasson, caracterizado por generar especulación y discusión con sus obras, partió de la premisa “cómo se relaciona la industria del automóvil con el calentamiento global” para crear el Art Car más extraño de todos. Utilizó el prototipo H2R, coche experimental cazarecords propulsado por hidrógeno, diseñado para buscar soluciones más respetuosas con el medio ambiente. Reemplazó la carrocería por un entramado de acero cubierto por delgadas placas de metal y numerosas capas de hielo.
El BMW H2R estableció en Miramas (Francia), nueve records para vehículos impulsados por hidrógeno con motor de combustión, demostrando que el hidrógeno puede sustituir a los combustibles convencionales, sin que el conductor tenga que renunciar a la dinámica de conducción que ofrecen los coches modernos.
Jeff Koons, 2010: BMW M3 GT2
Este M3 GT2 es el último Art Car hasta la fecha. Elaborado por el artista estadounidense Jeff Koons, se presentó mundialmente el 2 de junio de 2010 en el Centro Pompidou de París. El coche porta un dorsal con el número 79, en homenaje al Art Car de Andy Warholl de 1979.
Como parte del proceso creativo, el artista recopiló imágenes de coches de carreras, gráficos relacionados, colores vibrantes, velocidad y explosiones. La obra resultante evoca la potencia, el movimiento y la energía explosiva. Su interior plateado junto con el potente diseño exterior transmiten un aspecto dinámico, incluso con el coche parado.
Al igual que el M1 de Warhol, este BMW también participó en las 24 Horas de Le Mans, pilotado por Andy Priaulx, Dirk Müller y Dirk Werner. Se retiró a las 5 horas de carrera.
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