Cuando hablamos de Marcello Gandini, lo hacemos de uno de los más grandes diseñadores de la historia. A su mano debemos automóviles como el citado Lamborghini Miura, Alfa Romeo Carabo, Lancia Stratos Zero o el Renault 5 de segunda generación, también llamado Supercinco. Eso por citar solo algunos de las decenas de proyectos en los que estuvo implicado el turinés.
Menos conocido es que, en la década de los 80, cuando colaboró activamente con Renault como diseñador independiente, también hizo su contribución al departamento de Renault Vehículos Industriales. Recién creado en aquel entonces, acababa de absorber Berliet y trabaja en la sustitución de su Gama R con dos prototipos, el MR1 y MR5. Es lo que se llamó el proyecto Línea 11.
Finalmente, decidieron recurrir a Gandini, quien por otro lado ya había sido responsable de las líneas de la primera Renault Master de 1980. Como vemos, el genio italiano no sólo mostraba su talento a la hora de diseñar automóviles y, especialmente, superdeportivos. Como no podía ser de otra manera, la propuesta de Gandini no sólo resulta innovadora, sino que, a la larga, influirá decisivamente en los futuros camiones de Renault y no sólo de Renault.
EL CAMIÓN DE MARCELLO GANDINI PARA RENAULT
Como vemos en los bocetos, la propuesta es absolutamente rompedora, con una cabina desplazada a la izquierda totalmente acristalada. Además, todo el camión está perfectamente carenado en aras de favorecer al máximo la aerodinámica. Éste es un apartado clave, pues el consumo se dispara a partir de 50 km/h, dada la enorme superficie frontal que tiene este tipo de vehículos. Baste decir que el coeficiente aerodinámico de un camión oscila entre 0,65 y 0,70 Cx (un coche ronda la mitad).
Con todo, lo más impresionante de los bocetos de camión de Marcello Gandini para Renault no estaba fuera, sino dentro. La verdadera revolución estaba en lo que no se veía, pues la cabina está dividida en tres niveles: en el primero estaría el motor; sobre éste, la litera y, arriba del todo, la cabina. A ella se accedería a través de una escalera de caracol nada menos. Al fin y al cabo, se trataba de un prototipo.
La propuesta asombró al departamento de diseño industrial, pues permitía crear una planta completamente plana y jugar con la distribución interior. El rompedor concepto fue probado en el programa V.I.R.A.G.E.S., que contó con los vehículos experimentales VE 10 (1985) y VE 20 (1988). En estos se trabajó en la mejora de la aerodinámica y en la cabina elevada que ofrecía una mejor visión para el conductor.
LAS IDEAS LLEGAN A LA SERIE
Finalmente, las ideas de Marcello Gandini para el camión Renault llegaron, convenientemente evolucionadas, a los Magnum de 1990. De hecho, inicialmente fue comercializado como AE, siglas de Advanced Engineering -Ingeniería Avanzada-. Fue el primer camión que contó con una cabina completamente plana, mucho más confortable para el conductor. Además, el compartimento del motor era totalmente independiente. Dada la altura de su cabina, fue apodado “La cosechadora”.
Los Magnum se convirtieron en un fantástico éxito y estuvieron a la venta hasta 2013, es decir, nada menos que 23 años. En total, se fabricaron casi 130.000 unidades. Más importante aún es que cambió para siempre la forma de diseñar las cabinas de los camiones. Todo empezó con estos bocetos de Marcello Gandini.
Fotografías de Renault.