Vale, en estos últimos días hemos publicado varios textos basados en coches que comparten la misma fórmula: nacimiento inglés y desarrollo italiano. Primero fue la noticia del Jaguar XK120 con cuerpo de Pininfarina. Luego la del XK140 carrozado por Michelotti rescatado del olvido tras su aparición en un garaje de Gante. Y ahora… Repetimos la receta mezclando dos ingredientes que a nadie le dejarán de gustar: Aston Martin y Zagato.
La colaboración entre una de las marcas inglesas de referencia y el carrocero italiano aficionado tanto a las formas rotundas como a las geométricas… Viene de largo. ¿Quién no recuerda el fantástico Aston Martin DB4 GT Zagato? Un modelo que, entre 1960 y 1962, consiguió algo que parecía imposible: mejorar aún más al ya de por sí encantador DB4. Eso sí, haciéndolo más bronco.
Y es que había que ser muy bronco para poder plantarle cara a los imbatibles Ferrari 250 GT que, en aquellos años, arrasaban en los populares campeonatos de coches sport. Para ello Aston Martin desarrolló el DB4 GT, acortando el chasis y potenciando el motor seis cilindros de 3.670 cc y 12 válvulas hasta los 314 CV a 6.000 rpm.
Se construyeron casi un centenar de unidades, de las cuales unas 20 fueron carrozadas y ensambladas por Zagato en sus talleres milaneses tras recibir, cuidadosamente empaquetados desde el Reino Unido, el chasis y toda la mecánica. El modelo se convirtió en un verdadero icono que, mitomanías parte, casi puede mirarse cara a cara con el GT más mítico de la época: el Ferrari 250 GTO.
Y todo esto para que 26 años más tarde la historia se repitiera con el fruto de una nueva colaboración anglo-italiana: el Aston Martin V8 Zagato. Un deportivo con líneas ochenteras a la par que clásicas, con aplomo a la par que nervio, cómodo pero con un sonido que hipnotiza a los que nos apasiona la sinfonía de los cilindros… ¡Una maravilla digna de ser escuchada!
ASTON MARTIN V8 ZAGATO: LA HISTORIA SE REPITE
Es cierto que el DBT GT Zagato se marcó como meta batir a los grandes GT’s italianos de la época, mientras que en una década definida por la época dorada de los superdeportivos… El ochentero V8 Zagato quizá no salió con el mismo espíritu de conseguir dar la vuelta a la tortilla respecto a los Ferrari y Lamborghini del momento. Sin embargo… Sólo hay que dar un repaso rápido a sus prestaciones para darse cuenta de que no anda muy lejos de los iconos que definieron su tiempo.
Y es que el V8 5’3 litros de este Aston Martin arroja una potencia de 432 CV a 6000 rpm, capaz de lanzarlo a una punta de 300 km/h o ponerlo de 0 a 100 en 5’0 segundos. Una verdadera bestia algo pesada de 1.650 kilos dispuesta a surcar las carreteras con el ánimo que hemos visto en el vídeo anterior.
Sólo se fabricaron 89. Así que… Imagina el precio. De hecho, antes de que se presentara en el Salón de Ginebra en 1986 ya se habían comprometido unas 50 unidades muchas de ellas destinadas directamente al mercado especulativo de superdeportivos. Una joya difícil de ver y que, cuando lo hace, suele ser para salir a la palestra en concesionarios concretos donde marca cifras como los 566.491 euros que el vendedor inglés Nicholas Mee and Company Ltd pide por la unidad que ves en estas fotos.
Pues sí. Parece que la colaboración entre Zagato y Aston Martin es algo así como algunos cometas; que pasan cada cierto tiempo cerca de la Tierra dejando una estela que se recuerda durante años. Y es que, tras la evolución del DB4 en 1960 y el mano a mano materializado en el V8 Zagato de 1986… En el 2002 apareció el DB7 Vantage Zagato, un diseño que -al menos para nosotros- bebe directamente del DB4 Zagato y que representa un perfecto compromiso con el pasado para ambas marcas.
Por las cuentas que estamos echando ya debería volver a repetirse la historia… ¿Y sabes qué? El próximo 2019 es el centenario de Zagato. ¿No sería una magnífica ocasión para renovar los votos? 😉