Ahora que estamos en plena transición a lo eléctrico resulta curioso ver cómo este proceso viene de muy atrás. Eso sí, esta vez no nos remontaremos a la centenaria Detroit Electric y sus decenas de miles de unidades totalmente electrificadas producidas hasta 1939. Lejos de ello, nos situaremos en tiempos recientes. De esos en los que las barreras temporales entre un vehículo histórico y otro contemporáneo se desdibujan creando lo que conocemos como historia del tiempo presente. No obstante, para entender el interés de las grandes marcas por lo eléctrico existe un punto de inflexión muy claro sucedido hace casi medio siglo.
Se trata de la primera Crisis del Petróleo en 1973. Provocada por la negativa de los países de la OPEP a exportar crudo hacia las potencias occidentales aliadas de Israel en la guerra del Yom Kipur. Una contienda que enfrentó al estado judío con los gobiernos baazistas de Siria y Egipto. Aliados de la causa palestina en el marco de una ideología que anhelaba la unificación árabe bajo criterios aconfesionales y modernizadores. Un cúmulo de razones políticas e ideológicas, pero que sin embargo puso encima de la mesa la dependencia económica que occidente tiene respecto al crudo y demás combustibles fósiles.
De esta forma, aunque los factores militares que llevaron a aquella crisis se superaron quedaban en el aire varias preguntas incómodas. ¿Qué haremos ante nuevos problemas de abastecimiento petrolífero? ¿Cómo podemos pensar en el desarrollo ilimitado conociendo lo finito de ciertos recursos estratégicos? Cuestiones que invitaron a un cambio de paradigma. Haciendo que las grandes empresas automovilísticas comenzasen a idear nuevas formas de movilidad urbana de cara al medio y largo plazo. Un contexto donde se reanudó el interés por los vehículos eléctricos, dando lugar a ensayos tan interesantes como el Audi Duo de 1989.
EL AUDI DUO Y LOS INICIOS DE LOS HÍBRIDOS EN LA MARCA ALEMANA
Aunque la ingeniería alemana siempre ha gozado de una merecida fama, lo cierto es que los primeros ensayos serios hacia una movilidad urbana electrificada se hicieron en Italia por FIAT. Empresa que encargó a Giovanni Michelotti el desarrollo de dos pequeños utilitarios en los setenta: el X1/23 y el 126 Vettura Urbana. Ambos larvados en forma de prototipo sin llegar nunca a serie, pero innovadores a la hora de plantear la electrificación para los pequeños trayectos diarios. Y es que, por el momento, aquel era el campo reservado a los ensayos eléctricos. Ya que, al igual que ahora, el mayor problema de estos vehículos se centraba en la autonomía.
No obstante, lo cierto es que el mayor problema de consumos y contaminación siempre se ha dado en lo referido a los desplazamientos cortos y diarios. Por ello tenía todo el sentido empezar a ensayar la electrificación en el ámbito urbano, llegando de una forma natural a la aparición del concepto híbrido. Un tipo de vehículo capaz de moverse en la ciudad con energía eléctrica pero con un motor de combustión para realizar largos y ocasionales viajes. Bajo esta premisa Mercedes y Audi se pusieron manos a la obra ensayando no con pequeños utilitarios sino con berlinas como el Audi 100 o el Mercedes 190.
Un modelo éste último que en 1990 incluso llegó a presentar un prototipo totalmente eléctrico. Bastante avanzado para su tiempo en lo que se refiere a la autonomía y la facilidad de recarga de las baterías. Pero aún muy poco creíble como para llegar a serie. En este sentido, aunque el Audi Duo de 1989 tampoco tuvo como meta los concesionarios sí resultó una opción mucho más creíble desde el punto de vista del mercado. Y es que, mientras para los viajes largos montaba el 2’3 litros con cinco cilindros y 136CV disponible en la gama del Audi 100 C3, para el día a día en la ciudad contaba con un motor eléctrico Siemens de 13CV.
HÍBRIDO O SÓLO ELÉCTRICO
De forma normal el Audi Duo es un coche híbrido donde el motor eléctrico funciona como un apoyo al de gasolina. Sin embargo se puede seleccionar la desconexión de este último para funcionar únicamente en modo eléctrico. Eso sí, para hacerlo se ha de tener el coche en parado antes de accionar el botón correspondiente. A partir de aquí, el Audi Duo puede funcionar en eléctrico con una autonomía de 38 kilómetros y una velocidad punta de unos 50 kms/h. Prestaciones escuetas, pero alentadoras teniendo en cuenta que se trata de un vehículo pionero a forma de laboratorio.
De hecho, las diez unidades construidas del Audi Duo fueron probadas como taxi en la ciudad alemana de Ingolstadt. De esta forma se ponía encima de la mesa ese carácter que antes comentábamos. Con el motor eléctrico para la ciudad y el de combustión para la carretera. Una idea que poco a poco fue abriéndose camino. Ya que a los dos años se creó un nuevo prototipo eléctrico usando como base un Audi Quattro, mientras que en 1997 se llegó a lanzar un A4 híbrido. Primer híbrido enchufable de la marca, el cual sí llegó a serie también con carrocería ranchera.
De esta forma, por fin se daba crédito comercial a una idea que con el paso de los años se ha convertido en moneda común en Audi. Teniendo hoy en día gamas híbridas como la e-tron, situándose en la avanzadilla de una transición eléctrica que, por actual que nos parezca, comenzó a dar sus primeros pasos hace casi medio siglo. Otra muestra más de que para aventurar el futuro sólo hay que leer atentamente el pasado.
Fotografías: Audi