Esto de los coches le viene a uno desde niño. Cuando otros críos preferían la bicicleta o el balón yo me quedaba con los cochecitos de juguete. Recuerdo aún como si fuese ayer un día en el que nos adelantó un 1500 negro por la A2, o la primera vez que vi un Citroën DS aparcado en la calle, los paragolpes cromados siempre me han gustado. En general me gustan las cosas anteriores a la época en la que yo nací (hay quien dice que estoy reencarnado), y en el top de esa lista están los coches, que junto a la música, hacen la combinación ideal para un rato perfecto: conducción y una banda sonora acorde al coche correspondiente. En cuanto automóviles me gustan los clásicos de cualquier nacionalidad y época, pero como mi debilidad están los coches americanos de los 50, con sus exageradas formas y dimensiones, razón por la que mucha gente me conoce como "Javillac".
Desde 1982, con la aparición del SEAT Ronda, la marca creó una manera de bautizar a sus nuevos modelos con nombres inspirados en la geografía española, pero son uno de tantos fabricantes que a lo largo de los años se han fijado en España para sus coches. Hoy viajaremos de norte a sur para repasar algunos de los ejemplos más llamativos.
Viajamos a la Toscana para probar un FIAT 500 Giardiniera, una alternativa con mayor espacio del popular y diminuto «Cinquecento». Una variante que es poco frecuente a día de hoy en las carreteras italianas, pese a que su fabricación sobrevivió a la del coche en el que se basaba, con mínimas actualizaciones a lo largo de los 17 años que estuvo en producción
Se han cumplido 65 años de la presentación de un automóvil que fue concebido metódicamente y que no obtuvo la respuesta esperada por el público. Una estética controvertida, problemas de calidad y un desarrollo millonario hicieron del Edsel el mayor fracaso de la historia de Ford.
Una marca con tanta popularidad a nivel mundial como es Peugeot tuvo un episodio muy interesante en su historia entre los años 70 y 80 con algunos de sus coches desempeñando la dura función de taxi en la ciudad que nunca duerme: Nueva York
Cuando Citroën presentó el Traction Avant en 1934 supuso un completo antes y después en la manera de hacer coches en la marca, y dentro de los ambiciosos planes para esta nueva gama se encontraba crear un buque insignia dotado de un motor V8 cuyas posibilidades de ser producido terminaría siendo descartadas por las tiranteces económicas que la firma del doble chebrón atravesaba a mediados de los años 30.
Tras los excesos estilísticos en Estados Unidos durante la década de los 50 y una recesión económica en 1958 el país de las barras y las estrellas comienza a producir en los años 60 automóviles de menor tamaño y de diseño más sencillo que serían todo un éxito entre los compradores americanos.
Desde su invención en el siglo XIX, la historia del neumático no ha contado con tantos episodios como el desarrollo del automóvil al que siempre ha acompañado. Uno de los momentos más anecdóticos lo protagonizó un gigante en esta industria, Goodyear, que, en el cambio de década de los 50 a los 60, tuvo una idea cuanto menos brillante.
Cuando la marca holandesa DAF presentó su transmisión variable continua, llamada Variomatic, en 1958, no se imaginaban que años más tarde originaría una de las competiciones de automóviles más peculiares y divertidas de todos los tiempos.
